31.5.11

Pollo sentado

Præstet fides supplementum
Sensuum defectui

Que la fe supla la
impotencia de los sentidos

Santo Tomás de Aquino, "Tantum ergo"


A veces los martes me encuentro con el señor que me reformó la cocina. Hijos de A. Español, S.L. me han hecho ya varias cosas en mi apartamento, todas las que yo no soy capaz de hacer y algunas que se me hicieron cuesta arriba. El hijo mayor ya venía con su padre a la de los míos cuando éramos pequeños, pues más o menos tenemos la misma edad. Luis Español padre hacía los agujeros con berbiquí por aquel entonces, pero sigue siendo un trabajo en el que se requirie tanto la maña como la fuerza.
*
*
Creo que los martes es el día que A. E. se reúne con sus amigos para tomar una cerveza. O tal vez dos. Me ha preguntado por un problema que le planteé con mi lavadora, ante el que me aconsejó ponerle una alfombrilla de caucho y mediarlo entre el suelo y la máquina. Bien, le digo, no te llamé más porque lo resolví. Luego fui a la ferretería Morata y les pregunté por algún pegamento para que quedara la goma más adherida al suelo y casi me quedo yo enganchada, pero bien. "¿Y cocinar?". Bueno, ya sabes, macarrones, algunas alitas de pollo, pescado hervido, poco más... Eso le ha dado pie para explicarme su receta estelar, la del pollo sentado a la cerveza. A.E. no la ha llamado así, con ese nombre que podría evocar al Gran Jefe Sitting Bull o "Toro Sentado". Me ha explicado la receta explicándome que el pollo tiene que ser empalado por la botella del quinto. Y chup-chup. La botella no explota nunca sino que va derramando  o regurgitando la cerveza sobre el cadáver y va manteniéndolo en su jugo.  A decir verdad A. E. dijo "enculado", no empalado, pero por lo que se extrae de las fotos, el animalito es totalmente atravesado como dicen que hacía Drácula con sus víctimas, ignominiosamente.
*
En los últimos tiempos la gente me explica historias, algunas de ellas truculentas y que ni siquiera les puedo transmitir sin incurrir en la indiscreción o  sin traicionar la confianza con que me las participaron. De manera que tengo que hablar de lo que no sé y saber de lo que no hablo, como dicen los chinos.

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Todos tuertos

"La vengeance est un plat qui se mange froid"
P. Choderlos de Laclos, Les Liaisons dangereuses

"La venganza no es más que el placer inmundo de almas pequeñas"
Juvenal

n los últimos meses o tal vez años me he encontrado con la sorpresa de ver en los quioscos, al lado de los imanes de paellas, las pulseras de huayruro, el merchandising del fútbol y demás, unos muñecos como de vudú. O propiamente de vudú. Ya sé que el vudú es más que esos muñequitos humanoides en los que se clavan agujas o se practican martirios y magia negra con la idea de que se están realizando en la persona a la que se los vincula. Esta tarde, mientras en esto pensaba, en el trabajo, unas voluntarias me han pedido que les ayudara con el busca para pedir que un sacerdote católico viniera a darle la extremaunción a una paciente que estaba dejando este mundo. He estado a la espera de que el busca surtiera efecto y de que el sacerdote me llamara. Mientras tanto le he rezado a la Virgen, porque no es que sepa yo mucho de jurisdicciones santas, pero se me ha ocurrido que al llamarse la paciente "María Jesús", bien podía acudir en nuestro favor la reina de los cielos. Seguramente al 99,9% de los lectores que tienen la paciencia de venir por este blog y hasta más, todo esto les parecerá una tontería. Eso en el mejor de los casos. Y sin embargo para mí era de la mayor importancia que a María Jesús se le administraran los santos óleos y no creo que pusiera en ello la menor sombra o reflejo de superstición. Para mí sirvió del mayor consuelo que le pudiéramos administrar el último sacramento a mi padre. Lo ungió el Padre Fidel, en la clínica de las Hermanas Hospitalarias del Paseo Universal, donde ingresó para modificar el tratamiento psiquiátrico por el Alzheimer, pero a los pocos días hizo una broncoaspiración y un edema pulmonar y ya no salió de allí como entró, por su propio pie. 
Aunque ya sé que no les interesa mucho el tema, les diré aunque solo sea por satisfacer la curiosidad que el busca no iba o tal vez nuestros datos estén pasados de moda o de rosca, pero que seguramente por la intercesión de María de la manera más milagrosa el cura se nos apareció tras la puerta del ascensor cuando bajábamos a por él por piernas. Les he dicho a las voluntarias, a las que suelo llamar "cooperantes", "creo que se morirá dentro de unas horas, pero me gustaría que la dejáramos lista", como por otra parte ha sido su voluntad. Así que todo ha acabado bien o, por así decirlo, lo mejor posible.
Aunque hay quien ve en los sacramentos un rito, en realidad -para nosotros los creyentes- en la extremaunción ocurre algo parecido a la comunión, donde verdaderamente se transubstancia Jesús. No es un rito, es un sacramento. No es una mera hostia. El agua del bautismo nos purifica y los santos óleos nos preparan para volver a nacer. Y en ello no hay o no debería haber superstición alguna. La superstición tiene que ver con la magia.
El vudú es magia, magia negra. Se suele decir que el problema de Haití no era el colonialismo o Francia, ni lo fue el terremoto, eso sin quitarles mérito. Que el problema de Haití es y será el vudú. Y yo lo creo. Porque se puede llegar muy lejos, con la magia negra y sus malas artes. Y con las venganzas. Incluso hay gente que vive de eso, cosa que no nos ha de extrañar. Y viven, como está de moda decir, "razonablemente" bien. Tampoco nos ha de extrañar que cree como una especie de adicción la idea de que todo perjuicio quiera ser vengado con un desquite, si puede ser mayúsculo, muy superior al mal o ultraje propiciado. Y así, como dijera Gandhi, "ojo por ojo, diente por diente, todos tuertos". 
En un círculo, no sé si infernal o de purga, próximo a los vudistas están los firmes creyentes del kharma y los registros akásicos y todo aquello, como si no fuéramos todos absolutamente todos más malos que la quina. Se dirá que hay algunos que somos o son mucho pero que mucha más malos que la gran mayoría, pero al lado de la bondad suprema, aquella a la que a veces aspiramos algunas pobres personas, todo viene siendo la misma bajeza nefanda y nefasta. La soberbia, la envidia y otras debilidades más à la page como el cohecho o el tráfico de influencias, la trata de mujeres, el maltrato a los animales, la explotación de la naturaleza, la del hombre por el hombre, la especulación salvaje, el abuso de autoridad, el pasteleo, la extorsión, la publicidad, todo es la misma basura comparado con lo que deberíamos ser para la gloria del mundo.ELos líquidos o relativistas pertenecerían más bien a la categoría ontológica del ectoplasma.

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30.5.11

Post 646: Toisha y Cela

Se suele decir, y yo abundo en ello, que Cela no era bueno como poeta. Lo que no se suele decir es que no era peor que Unamuno. También se dice que no era tan buen hombre como escritor, cosa que no es el objeto de este post, especialmente cuando como escritor me parece -junto a Francisco Umbral- el mejor del siglo pasado. Sin entrar en detalles. Leí ya hace tiempo una de sus autobiografías, no La rosa sino la otra, Memorias, entendimientos y voluntades, que escribió antes de la publicación de La familia de Pascual Duarte. Hoy sin embargo he leído el poema al que creo que se refiere cuando habla en sus memorias de Toisha (Tránsito Vargas), que fue destrozada por un obús:
C.J. Cela (1923)
"A Toisha me la mataron de un cañonazo a poco de llegar los nacionales a las puertas de Madrid, la gent llamaba obús a la bala del cañón; ella vivía en la calle de la Madera llegando ya a Espíritu Santo; la calle del Pez es como una vaguadilla que parte en dos la calle de la madera, la primera mitad, viniendo de la calle de la Luna, cuesta abajo, y la otra mitad, cuesta arriba. Yo bajaba por la otra mitad y ella por la segunda, y yendo yo a la altura de Madera, 15, en la casa de putas que llamaban la Sociedad de Naciones, porque había mucha extranjera, a Toisha la alcanzó un obús justo al cruzar la calle del Pez, la dejó deshecha, yo creo que la pobre no se enteró. Mi primer libro, Pisando la dudosa luz del día, lo escribí del 1 al 11 de noviembre; en él va el poema que le dedico a Toisha, lo conoce bastante gente y, en todo caso, no es difícil de encontrar.
La muerte de Toisha fue una prueba muy dura para un hombre de 20 años, yo no me imaginaba siquiera que Toisha pudiese guardar tanta sangre en el cuerpo. Me da cierto rubor confesarlo, bueno, rubor no es, no sé lo que será, reparo, aprensión, vergüenza, miedo al infierno, a lo mejor todo junto, pero recogí del suelo un ojo de Toisha, estaba bastante lejos, lo envolví en un pañuelo y me lo metí en un bolsillo. Al llegar a casa lo metí en un frasco con formol y lo escondí en mi armario, debajo de las camisas, pero unos días más tarde, cuatro o cinco días más tarde, como no sabía lo que hacer con él, porque me daba un asco horrible, y como temía que me lo pudieran encontrar en un registro, lo eché a arder en el hogar de la cocina; entonces no había carbón y, a falta de mejor combustible, se cocían las collejas quemando suelas de zapatillas de goma.
Ésta fue la parte,  una mínima parte, prosaica y penitencial, del amargo, del venenoso trance de la muerte de Toisha. La otra parte poética y redentora, otra mínima parte, quedó en los versos que le dediqué, supongo que habrá quedado."

Cuando leí estas Memorias de Cela no pude en primera instancia dar crédito a lo que leía. Exactamente igual que lo que me había con el Canzionere. Lo que ocurre es que la poesía de Petrarca jamás ha sido cuestionada no ya en su forma, de la que procede toda la poesía posterior con alguna excepción rara, sino incluso en su verosimilitud. Y así Laura como Beatriz lejos de ser interpretadas como meras musas o el desarrollo poético idealizado de dos mujeres que en realidad existieron (Laura fue una antepasada del marqués de Sade), son aceptadas tal cual y a nadie se le ocurre decir que son una invención de Petrarca y Dante respectivamente. Por razones que no son al caso, sin embargo, cada vez estoy más dispuesta a creer cualquier cosa por disparatada que resulte, y la historia del globo ocular de Tránsito Vargas pienso que es tan cierta como que es ahora de día. 

Como a veces surco la Meridiana a primera hora de la mañana por el carril de bicicleta los domingos, es fácil que me cruce con alguna escena amorosa. Pero todas son terriblemente estándar, por no decir vulgares, y reproducen la mayor parte de veces películas de factoría norteamericana que me resisto a calificar. De manera que es muy común ver atravesarse en pleno carril de bicicleta un utilitario, que una chica airada salga dando un portazo y que se quite el maldito zapato de tacón de aguja  o stiletto para clavarlo repetidamente en el capó del acompañante con el furor uterino de veinte hidras venenosas o dos fans y media de Gerard Piqué.

Para no dejarles con la sensación desabrida de esas historias, las que parecen inventadas y las que parecen copiadas, les dejo otra cita de la autobiografía de Cela, donde también nos resulta reconocible:
"A Petrita y a su prima María Luisa las cité en el Parque del Retiro y les dije que me gustaban las dos y que también me sentía con fuerzas para querer a las dos, no una detrás de otra sino al tiempo; estábamos sentados en un blanco [sic] y las dos se levantaron de golpe y me dijeron varias zafiedades muy desconsideradamente, las mujeres son a veces rarísimas".
La vida es como es, no se le pueden poner puertas al campo y es impredecible. El jueves salí armada de valor para comprar en el Opencor, que es lo peor de lo peor, la taza de la abeja Maya que daban (es un decir) con "El mundo" y resulta que había leído mal, que la que daban era la de Supermán.

Koshon Ohara

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28.5.11

42 | En los jardines de Sarrià

"Ciel ! Amour ! Liberté ! Quel rêve, ô pauvre Folle!
Tu te fondais à lui comme une neige au feu:
Tes grandes visions étranglaient ta parole
- Et l'Infini terrible effara ton oeil bleu!"
Arthur Rimbaud, Ophélie

stuve hoy en los jardines de Vil·la Amèlia y Vil·la Cecília, en Sarrià. La Ofelia ahogada de Paco López no es lo que más me gusto, ante todo porque mi Ofelia es la de Hamlet, que cuanto más loca está más lúcida parece, y la de Rimbaud, en cuyos puros ojos azules se morigera y abisma el infinito.  También prefiero la que pintó el 1852 John Everett Millais, el pintor prerrafaelita, mil veces en internet.
*
Si bien es cierto que los jardines de Vil·la Cecília ganaron un premio FAD y tienen más mármol que el Partenón, también lo es que Vil·la Amèlia es un jardín con magníficos ejemplares. de diferentes especies. Además, los  árboles, como las mujeres y el vino y casi todo, cuanto más añosos -si son buenos- mejoran.  Por mi alergia al polen de plátano de sombra, cuando estaba al borde del broncoespasmo tuve que abandonar no sin pesar el mejor lado, el que está pegado al muro que rodea el parque y el límite de la antigua propiedad de los Bosch-Girona. He de volver en otoño. Por una vez que iba preparada con comida para darles a los gatos, como estaba todo perdido de perros fue todo en balde. De lo cual se extrae una vez más que todo no puede ser.

"Entre las calles Eduard Conde, Riu d'Or, Vives y Francesc Carbonell. Lo que hoy son dos jardines formaba parte de una misma finca que era propiedad de la familia Folch-Girona. La parte de abajo bautizada como Vil·la Amèlia, fue a parar a manos del Ayuntamiento en 1969, tras una permuta que permitió edificar los bloques de pisos que la rodean. La parte de arriba, Vil·la Cecília, fue abierta al público dieciséis años más tarde, en 1985. Vil·la Amèlia es un jardín de sabor romántico y muy umbrío en verano. Tiene unos magníficos ejemplares de árboles del amor y dos esculturas: El encantador de serpientes (1887), de Jules Anthone, y Dríade, un bronce de Ricard Sala.
Vil·la Cecília también tiene una escultura muy singular, Ofelia ahogada, obra de Paco López que representa una figura femenina tendida boca abajo encima de uno de los canales de agua,  al lado de la puerta de entrada. Conviene fijarse en las farolas y los bancos, de factura muy moderna, y en el mármol blanco que adorna el suelo de los caminos. Las obras de remodelación de este parque fueron largas y costosas pero, cuando acabaron, fue galardonado con el premio FAD. En medio de Vil·la Cecília está el centro cívico de Sarrià" (Josep M. Huertas Claveria, Pepe Encinas. 50 veces Barcelona)


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Enanos y cabezudos

"Al pasar, se encontró Jesús con un ciego de nacimiento. Sus
discípulos le preguntaron: "Maestro,  ¿quién tiene la culpa
de que esté ciego, él o sus padres?".
Juan 9, 1





ue Tod Browning dirigiera "Freaks" o "La parada de los monstruos" (1932) el año siguiente de salir a la luz, y es un decir, su versión de "Drácula", no nos puede dejar indiferentes. Pero más allá de como ha evolucionado tanto el tema como el mito, no debemos perder de vista algo que se dice al principio de la película, es un código interno por el cual se conviene que dañar a uno de los fenómenos de circo significa dañar a todos los demás. Luego la cosa degenera o se nos da a entender que la malinterpretamos, porque la trapecista del circo engaña al enanito, con el que se casa de burlas, y la venganza de la troupe es terrible. No conozco a nadie que se haya repuesto completamente de la escena final. 

En mi ingenuidad yo había interpretado mal el código de conducta del circo y pensaba que era un poco como la parábola aquella del Monte Aventino o no sé si el Monte Sacro, en Roma, cuando el cónsul Agripa Menenio Lanato medió en el motín de los plebeyos, el año 493 a. C. :
"La primera vez no todo estaba en armonía en la naturaleza del hombre tal como es ahora: Cada miembro tiene su propia voluntad y su propia lengua. Todos los miembros del cuerpo se quejaban que todos sus afanes, y todos sus servicios eran sólo para servir al estómago. Hubo una verdadera conspiración. "Si el perezoso estómago", dijeron, "muriere, ya no trabajaríamos más". Así que de acuerdo todos, las manos ya no llevaron comestibles a la boca, los dientes ya no masticaban. "Por lo tanto, el estómago, será conquistado por el hambre", dijeron.
Pero lo que ocurrió es que las fuerzas de todo el cuerpo se debilitaron. De esta forma aprendieron rápidamente que el estómago no es ocioso e inútil; así como él mismo puede alimentar, él mismo era un seguidor del conjunto.
De esta forma el hombre es a las fuerzas por el que vive y prospera a través de la silenciosa labor del estómago recibe" (Wikipedia)

Gracias a la arenga de Menenio Lanato se resolvieron los disturbios y hasta se creó la institución de los Tribunos de la plebe, que digo yo que de algo serviría. Como toda parábola tiene su contrapuesta también existe la de la manzana podrida, que el director del colegio en el que estudié de niña nos recordaba cada dos por tres (seis). Es la parábola por la cual cuando hay una manzana podrida en el cesto lo mejor que se puede hacer es apartarla para que no se pudran las demás. De manera que, como en todo lo demás, tenemos teorías para todos los gustos. 

"Freaks" (Tod Browning, 1932)
Me acordaba estos días de "Freaks" cada vez que me llegaba un mensaje con la campaña de retirar 150€ de los bancos con el propósito de desestabilizar la prepotencia de las entidades, especialmente por parte de quien a estas alturas del mes cuenta con 150€ en el banco, claro está. Y es que hay mucha muchísima gente que no los tiene. Como yo soy mucho de magnitudes esa cifra me da muchos indicios y me divierte tanto su fractalidad como las virtudes del soneto más rematado. Y me acordaba porque me parecía raro que nadie dijera lo de Menenio, que si los bancos se hunden se va todo a freír espárragos.
*
Estos días estoy a verlas venir pero no salgo de mi asombro y de mi estupefacción cuando veo la admiración que despiertan las acampadas del 15 M o la plataforma Democracia Real Ya. Especialmente cuando después de los comicios del pasado domingo han preferido ignorar los resultados, la elocuencia de las urnas y se han declarado literalmente al margen de las elecciones. Así lo escuché el otro día  en la radio a una concentrada en la Plaza de Cataluña. Como al parecer los indignados representan un 0,2 de la población total de este país, está claro que en la democracia representativa no creen. Yo no estaba entusiasmada el domingo ante las urnas, todo al contrario, cuando llegué a mi colegio electoral y vi los otros freaks, los interventores de los partidos, me llené de asco y coraje. No, no era indignación. La indignación me viene cuando pienso en los recursos perdidos y los esquilmados, desviados o distraídos. En una palabra: robados.

No es la primera vez que digo por aquí que este pobre blog no es ni un púlpito ni una tribuna ni un punto desde el que pretenda hacer proselitismo ni publicidad ni nada que se le parezca. No pretendo tener la razón ni, aún menos, que me la den. Es un blog particular, esto es "privado", en el sentido de "íntimo". ¿Son discutibles los sentimientos? Ni siquiera me puedo permitir tener una opinión sobre algo y además mantenerla, porque ni tengo suficiente información ni un cerebro tan vigoroso que pudiera procesarla correctamente. Hablo de lo que siento más que de lo que pienso. Y aunque hablara de lo que pienso eso no dejaría de ser mera anécdota y solo palabras. Porque no perdamos de vista que lo que importan son los actos, especialmente en caso de contradicción.

Desde ese punto de vista es desde donde aprecio algo que ya han dicho otros, que cada vez que las urnas parece que van a "castigar" al PSOE aparecen protestas y todo tipo de acciones con un destinatario difuso y se resucitan a monstruos y ogros como Hitler, etcétera. Eso por un lado, por otro lado no puedo dejar de referirme al hecho de que el movimiento originado el 15 de mayo aglutina gente muy diversa y las propuestas de su manifiesto, que no están desarrolladas o precisamente porque no lo están, podrían ser suscritas por cualquiera. Otra cosa es que se pudieran aguantar y no solo con la plastilina de los esplais y las cadenas de pásalos, twitters y demás. La verdad es que me esperaba otro tipo de reacción ante los cinco millones de desempleados. Ésa no. Y ahora sí que me preocupo.
*
Leo, siguiendo con los monstruos, con cierta preocupación un artículo que ayer vi en la revista de Humanidades y Medicina, Jano. Lo firma Óscar Giménez, que escribe muy bien, no como otras. En él se nos acerca una investigación reciente en la que se halló que el córtex cingulado anterior de los liberales es de mayor tamaño que el de los conservadores. Habría que decir "de los que se declaran liberales" y "de los que se declaran conservadores", pero ese es otro tema. El autor principal, Ryota Kanai no se aventura a afirmar sin embargo qué es primero, si la gallina o el huevo, y por lo tanto si es nuestra ideología lo que conforma nuestra masa gris o al revés. En este sentido Óscar Giménez recuerda otro estudios de 1967 por el cual se relacionaba el tamaño del pene con las tendencias políticas y en el que se concluía que los conservadores republicanos estadounidenses tenían mayor sus miembros que los demócratas.

A mí todo esto lejos de parecerme "muy interesante" -parafraseando la revista paramédica- me produce una cierta incomodidad pero también indiferencia. Según el día. Me perdonarán pero las campañas como la de los 150 € o esa otra de que se va a hundir Google me resultan como los pop-ups en los que se me felicita porque me ha tocado un BMW por ser la visitante un millón de una web sobre algo que no tiene nada que ver. Gráficamente tienen el mismo valor. A mí, a quien nunca ha tocado ni tocará nada, resulta que a diario se me felicita porque tengo un vale de 500 € para comprar  trapitos no sé donde, o me regalan un viaje a Praga o 50 horas de conversación en una compañía telefónica.  Y  todo esto por no decir nada de la cantidad de mensajes que recibo para aumentar mi pene. En mi pequeño cerebro -tan pequeño como el de Schlitze- hay tan poca materia gris que apenas puedo manejar para el caso que nos ocupa estos datos. Y seguro que habrá quien me dirá que si aceptara la posibilidad de que me ha tocado un viaje a Praga me tocaría un viaje a Praga, porque esa veta también existe en la especulación filosófica y psicológica de la actualidad. Dejadme vivir.

No olvidemos que uno de los más importantes investigadores en la historia del descubrimiento del ADN, James Watson, dijo una vez algo así como que se debería conceder a las mujeres la posibilidad de abortar si los análisis preparto mostraran que su hijo va a ser homosexual. Y si les recuerdo sus conclusiones sobre la inteligencia de los negros de alguna manera me haría cómplice y resulta que sea porque no tengo pene o sea porque mi córtex cingulado anterior no está íntegro, cuanto más dotada está una persona menos veo en ella la gloria de vivir y más me gustan los monstruos.

"Jesús les respondió: "Ni él ni sus padres. Su caso servirá
para que se conozcan las obras de Dios".
Juan 9, 3

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27.5.11

Otro modelo de mujer

ué quieren que les diga? A mí el anuncio aquel de PavoFrio, con ese final en el que se nos acaba diciendo "no hay nada mejor que alimentar otro modelo de mujer" me produce como yuyu. Sí, hombre, el de una chica que roba una muñeca tipo Barbie de una cadena de montaje y la reforma hasta que parece una chica de Desigual. Cuando tenía 3 años mi padre me compró la muñeca Virginia, que era casi tan grande como yo y que con ese nombre y tamaña corpulencia no creo que hubiéramos podido ir muy lejos. Después tuve un Pinito que era más manejable y que hubiera podido despertar mi instinto maternal si es que el instinto maternal existe y si yo lo hubiera tenido, que no.  Pero a mí nunca me gustaron demasiado las muñecas ni los muñecos porque me gustaba más pintar, como le gustara a Leonora Carrington, que murió ayer tras 94 años en este mundo donde las mujeres pintoras siempre habían sido raras. Raras en todos los sentidos de la palabra "rara".
*
Le digo a mi madre, a quien alguna vez habría que dedicarle un post entero, que podría alguna vez darme el gusto de quitarse las snickers y la T-shirt de color rosa chiclé para vestirse como se vestían las viejas de su pueblo tiempo ha. Con el pañuelo negro atado no "á curra" (por encima de la cabeza) sino bajo el mentón, y un mandil al estilo de Doña Rogelia, de cuadritos de luto o de alivio. Y con unas monedas en el interior de un pañuelo oculto en la faltriquera. Pero nada. Alimenta no un modelo pero sí un ejemplo de mujer que es ni que pintado para ir a Lidl, a la piscina, al ambulatorio, a La Caixa y a un sinfin de sitios con los que al cabo del día ha ido haciéndole la vida imposible a su sufrido ángel de la guarda que está el pobre para el arrastre y estresado tout à fait. Eso sin reparar en la manía que tienen en general todos los pensionistas de cruzar a campo través y con el semáforo en rojo. Se dirá que ese fenómeno, junto al de los ciclistas para quienes no existen las señales de tráfico, introduce la emoción en las calles. Pero, otra vez, ¿qué quieren que les diga? Es un sinvivir.

De entre todos los modelos y ejemplos de mujer el que me parece más penoso (¿qué quieren que les diga?) no es de la barbie rubia o morena ni Doña Rogelia ni la maruja arreglá pero informal  ("él me saca a pasear") ni nada. La que me levanta ampollas, y es un decir, es la Erasmus borracha maltratando una de nuestras lenguas oficiales y el no menos etílico espécimen de despedida de solteras. Realmente, aunque las fiestas de despedida de solteras parecerán modernísimas y uno de los más patéticos intentos de mundializarnos, yo diría que no andan lejos del culto antiquisímo a Príapo y otros ídolos de falos monstruosos en peremne erección. Es cierto que cada cual se divierte como quiere y como puede, aunque también se me ha de conceder que esos trances y rituales más que señalar la liberación son una manera de reforzar el sometimiento. Me atrevo a decir más, porque algo bueno ha de tener llevar casi 50 años sobre mis espaldas, y es que no he apreciado un cambio considerable en la condición de la mujer en vida mía. Tal vez ahora las mujeres podemos tener una cuenta corriente, en los dos sentidos de la palabra "corriente",  en el banco o hasta un piso o una moto sin que interceda para ello un marido o un padre o un hermano o un chulo o un líder espiritual. Pero se ve, aunque no se diga, como una amenaza a los pilares machistas que aún existen. 
*
El machismo, como la cintura del maltratador en general, se mueve entre muchos calibres, desde el más aberrante y brutal hasta el más sutil y destilado pasando por el cínico. Una de las medidas de blindaje del machismo es paradójicamente el feminismo victimista, en mi opinión, pero lo es también el mamachichismo y el mamismo (<"mama"), aunque -como digo- el despliegue de recursos es apabullante. Y con todo quejarse de que la discriminación de las mujeres persista incluso subliminarmente cuando tenemos por ahí a la vuelta de la esquina la ablación de clítoris o la lapidación de adúlteras, es poco menos que lamentarse de que Nespresso no haga café Kopi Luwak, de civeta.
*
Por lo demás, como somos así, a mí hay una conducta que siempre me alerta -más allá de las artimañas y los artimaños de PavoFrio- y es la manía que tienen algunos hombres de tratar a las mujeres como a niñas, como seres desasistidos e inmaduros siempre expuestas al error, a la banalidad y al ataque de nervios . Eso además me repugna profundamente.

Foto: Aaoiue (M.-R. Domínguez Senra)
"Coger la puerta
Estoy deseandito ria pita mira ria pita coger la puerta
y salir salir corriendo, como las locas.
Estoy mala de los nervios, ay que jartura dios mío
ria pita que me voy a la calle a pegar chillíos"

Martirio, Sevillana de los bloques

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25.5.11

El camino

A Poussin, o normando
pedíronlle o agasallo máis fermoso
do mundo antigo
para un museo de Roma.
Non perdeu unha hora.
Elixiu unha presa de terra.
Esa materia estraña,
esa masa de sombras
que leveda coa aurora.
Un puñado de terra,
unha cotra de sangue,
unha pútrida alma
salgada
co po de mármore das estatuas.

Unha presa de terra,
un rescaldo de invernos,
o mundo antigo a soñar
na elevación da estruga,
da herba do cego,
no molde dunha man.
Manuel Rivas, "Herba do cego", A desaparición da neve [*]


yer noche visité un blog  al que he de volver y leí en particular un post sobre La pisada, tema interesante donde los haya y que yo al menos no he visto tratar antes. El autor cuestiona las propiedades del calzado deportivo con amortiguación y plantea  sus efectos, perniciosos, sobre la musculatura. Este tema, como el de los métodos de adquisición de una segunda lengua, las almohadas o las dietas, está la mayor parte de las veces tan acribillado de intereses, que ya me  parecía imposible sacar algo en claro. Pero hay que intentarlo, porque los pies tienen la mayor importancia. Y sin embargo los pobres, además de soportar nuestro peso y el de las modas, tienen que vivir sofocados y abusados o sometidos a una vida muy aperreada.
*
El tacón stiletto o de aguja, ese que imprimiría en el suelo la huella exacta de un pubis y un ombligo, es el equivalente occidental del vendaje de pies o lotos de oro de China, tradición que ha caído en desuso pero que -no nos engañemos- puede reorganizarse en cualquier momento y bajo cualquier excusa. La idea siempre es que la mujer quede inutilizada sobre un difícil equilibrio y en una posición incompatible con la deambulación, el aplomo y el enraizamiento o la razón. Y eso que China es la civilización donde mejor se ha conocido el eterno manantial borbotante, un vórtice de qi o energía esencial que tenemos en un punto que está justo en las almohadillas anteriores de los pies. De hecho, es inútil practicar cualquiera de las disciplinas marciales, o no, chinas sin usar bien los pies. Y el famoso dan t'ien llamado "bajo" es el que permite que el resto de los vórtices energéticos estén bien alineados. Esto es en China, en la India y en Santa Perpetua de la Mogoda.
*
Es curioso porque lo peculiar del calzado para wushu, los célebres feiyues, es que la suela es ligeramente cóncava. Ligeramente digo. No como la de los zapatos MBT, que parecen balancines, sino levemente, apenas perceptible a la vista, como para permitir oscilar hacia cualquier dirección (adelante, atrás, hacia la izquierda, y a babor) y facilitar rápidos movimientos de torsión o giro y soslayo. Es decir, los feiyues están pensados para dar una patada, cosa que debemos aceptar que no los hace muy honorables.
*
Ya saben que me gusta evitarles disgustos y temas desagradables, pero llegados a este punto y a esta altura del año no puedo menos que referirme al asco de talones que se ven por ahí cuando empieza la temporada de sandalias y calzado destapado en general. Eso dejando de lado las uñas y como quedan al aire todos los estragos que han hecho los zapatos "bonitos" y "femeninos". Ni una colonia entera de "garrarrufas" o peces garra rufa (los peces pedicuros) trabajando diligentemente y denodadamente un día entero pueden poner a punto los pies de esas mujeres. Esos cortezones resecos, cuarteados y repugnantes son el mayor signo de indigencia y suciedad que se me ocurra, aunque seguro que hay cosas peores en las que no quiero reparar ni un instante.


*
Se suele decir que los elefantes temen a los ratones y esa condición suya está bien fundamentada, aunque es motivo de mofa y escarnio en la narrativa tradicional y ha llegado hasta nuestros días con el miedoso Dumbo y su mentor Timoteo. La factoria Disney creo que fue precisamente a partir de "Dumbo"  (Samuel Armstrong et al., 1941) cuando -echando mano de la cuentística tradicional- introdujo la figura del amigo pequeño. Y de la misma manera que no hay enemigo pequeño, hay amigos pequeños, y desde entonces no hay personaje principal de Walt Disney que no tenga su contrafigura en algún animalito o bicho. Así la princesa Rapunzel y Pascal, el camaleón, en "Enredados". En el caso de Dumbo, su precedente claro es Ganesha, el hijo de Parvati y tal vez de Shiva. Su paternidad no está clara. Pero lo que sí es cierto es que siempre se representa con cabeza de elefante y con un ratoncito, su avatar. En India se sabe que el terror de los elefantes por los ratones está justificado porque los ratones devoran literalmente el tejido adiposo de los amortiguadores de sus patas puesto que para ellos es un manjar y eso es fatal porque la cosa acaba peor que el rosario de la aurora. Me figuro que el tejido adiposo que soporta un elefante asiático (5.000-7.000 kilos) tiene que ser considerablemente insensible al mordisco de un ratón, porque de otra manera el paquidermo podría quitárselo de delante o aplastarlo sin más.
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Es curioso como reconocemos la llegada de nuestros seres queridos, o no, por el sonido de sus pasos y cómo los distinguimos de lejos por su forma de caminar, antes incluso de ver claramente el rostro. Las huellas son seguramente la primera forma de escritura y de tipografía humana.  Me contó mi madre algo que ya cuando ella era niña casi había desaparecido: cuando a alguien le cuesta morirse -y es que morirse no es tan fácil a veces- en Galicia le acercaban a la planta de los pies un puñado de tierra, para recordarle el camino. Funciona.


[*] En otras lenguas: Un puñado de tierra

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23.5.11

Los lunes por la mañana

Si qui forte mearum ineptiarum
lectores eritis manusque uestras
non horrebitis admouere nobis,
"omnem ponite nunc seueritatem:
nam uersus ueniunt proteruiores"
Catulo [*]


n una conversación con mi amiga Zub me preguntaba o se preguntaba cómo podía haber gente como Eva Posas, la difusora cultural y editora, que se apropia un texto que no es suyo y se lo arroga. Esa pregunta, no es por quitarle mérito a Zub, ya me la había hecho yo. Y le dije, esto es como cuando vas a una boda y te iría bien llevar un bolso o un clutch de color burdeos pero no lo tienes y sí que tienes quien te lo deje. Nadie se entera de que el bolso no es tuyo y quedas la mar de bien. Lo que resultaría anómalo en todo caso es que alguien no tuviera ropa propia alguna o que la mayor parte del tiempo llevara ropa prestada, cosa que indicaría cuando menos un afán por aparentar desaforado.
*
Siguiendo con el símil de la ropa exterior también podríamos hablar de quienes reforman o modernizan un traje o un abrigo, o de aquella costumbre de la postguerra de darle la vuelta a los abrigos cuando ya estaban más que usados. Ya no visito tantos  blogs como solía hace un tiempo, pero hay uno que sigue con los mismos cuatro o cinco posts vayas cuando vayas. Ruedan en formación probabilística y con ligeras variantes en la ordenación gramatical de sus elementos, pero son esencialmente los mismos en sus variaciones. Uno de ellos al menos además es un plagio nefando. Este pobre hombre es un firmísimo oponente de la Ley Sinde, dicho sea de paso. Se dirá a este respecto que todos nos repetimos y que en realidad cada cual está encasquillado en sus intereses, temores y manías como dicen que está Pedro por su casa. Y es cierto. Son muy pocas las personas que cuando empiezan a tocar la guitarra, por decir algo, pasan de las cuatro piezas (a veces incluso menos). Conocí alguien que era capaz de tocar "Entre dos aguas" pero no sabía tocar nada más. Y seguramente no podrá porque como no lo hacía con la técnica correcta se había condenado a que las manos difícilmente puedan hacer nada más por él.
*
Escribir no es fácil. Y no digamos publicar  y que te lean. Y no me refiero a cómo muerde en el manguito de los rotadores del hombro un dolor sordo, a veces punzante, atenazante, o a las horas que se escamotean a la familia, a los amigos, al cuidado personal. Tampoco me refiero a la famosa página en blanco, sobre la cual hay que rendirse y vaciarse con una autenticidad que no todo el mundo está dispuesto a entregar o confiar. Por eso se buscan los viajes exóticos, historias extremas o pretendidamente originales, cuando lo único que hay que hacer es conectar con lo que hay y con lo que se medio conoce bien. Siguiendo con el símil de la ropa, hacerse budista o buscar la piedra filosofal para rascar tres líneas es meterse en camisa de once varas.
*
Se suele decir que la música o la danza son artes más efectivas para la sublimidad y los sentimientos, pero la música no sirve para decir "por tu culpa se ha resecado el queso en el frigorífico no-frozen" o frases más resentidas y sentidas. Y aunque su lenguaje es más universal y no compromete tanto en lo ideológico al autor, también es verdad que resulta irreproducible para quien no tenga buen oído, un equipo de sonido o formación instrumental. Así que yo no le veo a las bellas letras en particular y a la escritura en general más desventaja que la de atraer algún que otro comentario impertinente sobre algún detalle menor y, por supuesto, la censura. Todo lo demás se sobrelleva bien, especialmente cuando cada cual conoce sus posibilidades y hace exactamente aquello que quiere hacer. Ni más (como Eva Posas), ni menos, como algún cagapoquito que escribe -como dijo Pla- los "domingos por la tarde". El lunes por la mañana ya es otra cosa.
*
Se diría que nunca habían habido tantos escritores en el mundo ni tantas oportunidades para la edición y para organizarse, para contar con el llamado colchón social y lo que en Roma con sorna se llamaba el asinus asinum fricat ("el asno frota a otro asno").  Aparte de que hay que servir para asistir a los festejos de la culturilla y prestarse a los parabienes y la reciprocidad, exige una dedicación de tiempo y energía elegir los eventos y entrar en el juego de correspondencias y recontracorrespondencias que implica. Según mis cálculos en Barcelona no bajaría de unas 15 horas a la semana entrar en el colchón social. Y lamentablemente los que escriben necesitan más bien o además un colchón de silencio, establecer una distancia que permita el escorzo, la perspectiva y un sinfín de efectos ópticos o no. El hecho de que servidora haya escrito a mano en condiciones incluso incompatibles con la lectura, como en el aeropuerto JFK, durante un retraso y compartiendo la terminal con un grupo de turistas italianos con sus telefonini en ristre, solo es posible porque hay reservas de silencio Marta adentro. Como dicen que ocurre con los camellos, con sus jorobas que en un momento dado metabolizan para hidratarse en pleno desierto. Algo así. Para el símil de la ropa se diría que es ni más ni menos que el ajuar o la media docena de calcetines de reserva. Según el tema.
*
Hay escritores de los que se dice que han nacido antes de tiempo, otros que deberían haber nacido antes,  por la misma razón por la que hay que son editados que no escriben  ni con un canuto, una "o", los hay que escriben que no son editados. Y de todo hay, quienes se interesan por la tradición, quienes por el plagio; pero catulos y dickinsons hay pocos, muy pocos. Vayamos pues más adentro.

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[*] Trad. de J. M. Rodríguez Tobal: "SI por casualidad mis tonterías | leéis y no sentís pavor alguno | de acercar vuestras manos hasta mí, | dejad el ceño en casa, que ahora vienen | algunos versos más desvergonzados".

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21.5.11

41 | That day


"A word is dead
when it is said, 
some say. 
I say it just 
begins to live 
that day".

E. Dickinson

19.5.11

El cuarenta de mayo

A Pilar Álvarez-Castellanos, con un cierto retraso, por su cumpleaños
*
n mi enciclopedia del Arte, rescatada del depósito de reciclado, el cuadro más famoso de Szinyei Merse Pál, si es que algo de lo que pintó se hizo famoso, viene bajo el título de "Almuerzo en la hierba". Me extrañó que este cuadro hubiera adquirido el nombre de "Déjeuner sûr l'herbe" (1863), el famoso cuadro de Édouard Manet. Será por nombres. Así que le imaginé otro  y casi lo acierto porque el cuadro se encuentra sobradamente con el Google bajo el nombre de "Picnic in May", como no podía ser de otra manera a la vista de las numerosas amapolas que hay en el prado de fondo. También hay algún diente de león y tal vez colza y un perifollo, pero amapolas hay muchas. En la obra pictórica de Merse o Szinyei-Merse aparecen muchas amapolas y lo que tienen las amapolas, por lo menos en nuestras latitudes, es que son propias de Mayo. 

Recuerdo que del cuadro se suele decir que es una pintura cuyo personaje central es el sol, por la sombra que se dibuja sobre la yerba, que hace adivinar un arbusto de avellano o cualquier árbol asomado a la vereda de un río. El río también hay que adivinarlo porque por la postura del hombre que está en cuclillas se diría que deja o coge una botella de vino que está a refresco. En cualquier caso, todo nos habla de disfrute, aunque la comida es frugal y tiene una presencia menor si la comparamos con el vuelo de las faldas, descansadas como flores o como las manchas de la paleta gigante del divino pintor que cada día nos alumbra y hace que esto marche. Si acaso la composición es un poco rígida y casi se prefiere admirar las figuras por grupos o por separado: las dos parejas, el hombre echado y el hombre en cuclillas.

"Picnic in May | Comida campestre en Mayo" (Szinyei Merse Pál, 1873)

A veces vemos en la televisión alguna boda estadounidense en el jardín de una mansión, o una barbacoa, o una fiesta de graduación en plein air, donde se oyen lejanos los gritos de los niños reverberando puros como en ese efecto que se busca al final  del "Duetto de las flores" de Léo Delibes. Así como el espacio íntimo del salón familiar tiene su aquel, también lo tiene el espacio exterior, el espacio llamado también "abierto". Me acuerdo bien de las costilladas que se podían hacer en mi infancia sin pedir permiso alguno. Cogías el Seat 600 y te ibas por decir algo a Palau de Plegamans, cuando aún había renacuajos en los riachuelos, y empezaban a salir de los coches tortillas de patata, carne magra rebozada, vino, coca-colas, el paquete de la sal, todo. A veces hasta asábamos setas del propio monte y el olor de las costillas y la pinaza mezclaba bien con la embriaguez de oxígeno y de sol. Un gozo inmenso que apenas son capaces de recrear esas fiestas que se hacen para calentar las campañas electorales, con chocolatadas  para ciento y la madre o unas paellas multitudinarias que solo mirarlas da asco o pena. ¿Les había dicho que me vuelven loca las paellas? ¿Sí? Bueno, pero por decirlo una vez más no importa.
*
Una de las últimas veces que estuve en Finisterre quisieron agasajarme con una sardinada en la playa de la Langosteira, que les aseguro que no se llama así por hacer reclamo turístico sino que verdaderamente tiene ese nombre de toda la vida y con razón. Yo sé que lo hacían con la mejor intención pero es que sólo de pensar que me organizan una fiesta me poco enferma. Primero porque no quiero ser el centro de nada y segundo porque me gusta que las fiestas surjan espontáneamente, sin prepararlas. Admito que esta condición mía no es como para irla luciendo y menos comentarla, pero esto es lo que hay. La sardinada además me implicaba participar en la preparación de las brasas y yo ya sé que por muy alejada que estés del foco no te quitas el aroma en días. Se diría que en siglos y hasta milenios. En mi última sardinada me alejé cosa de dos quilómetros del jaleo y busqué viento a mi favor, pero cuando estaba ya en mi cama a altas horas de la madrugada noté que olía a sardinas, como por otra parte era natural. Es decir, que no había apenas participado de los preparativos, apenas había comido un par de animalitos con pan de borona, pero había sido inútil. Había quedado fatal para nada.
*
Las comidas campestres están muy arraigadas en Galicia, y en realidad es en ese contexto y en pocos más donde podemos oír y tocar la gaita y eso no por mucho rato, porque cargante lo es y mucho. De la misma manera que el picnic de crudités y bocaditos buenos ha evolucionado hacia la chocolatada en vasos de usar y tirar para ciento y la madre, la comida campestre gallega ha evolucionado hacia el "día de". Hay el día de la empanada, el del percebe, el del caldo, el del pimiento, el de la patata, el del "linqueirón" (que es como llamamos a las navajas en Finisterre/Fisterra, de longueirón, "alargado", supongo), etcétera. Yo no digo que estas fiestas no sirvan para atraer turismo rural, que sí que sirven, pero son demasiado concurridas para que haya un verdadero gozo vitalista. Es decir, que casi prefiero la barbacoa de sardinas y que se me quede la ropa pringada durante meses, si no va a haber más de unas veinte personas, que es el número ideal para yo escaquearme de recoger y de todo cuanto supone el evento. 
*
Las comidas campestres son para mí una especie de anticipo de cuanto imagino que es el Paraíso, solo que allí estarán los que aquí, en el más aquí, nos faltan. La siesta bajo el pino, después de haber satisfecho el apetito, viendo pasar alguna nubecilla o una mosca, es a todo lo que mi memoria, mi imaginación y mi todo aspira cuando tiendo a la ensoñación. Claro está que tenemos el sucedáneo de una tapita de boquerones y un quinto en una terracita de bar al sol, hasta quedarnos apergaminados como la Gunilla von Bismark (Gunilla Gräfin von Bismarck-Schönhausen) en sus buenos tiempos, cuando era la reina de Marbella y  la nietísima del canciller, la amiga de la princesa Gloria Thurn und Taxis, también conocida como condesa Gloria Schönburg in Glauchau und Waldenburg. Mas, siguiendo con la saga de refranes, "hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo".

El "Picnic" de Merse indoor, en un simulador de internet

"El cuarenta de mayo" está registrado y amparado bajo una licencia Safe Creative #1105199257002

18.5.11

La bolsa o la vida

"Y yo no entendí a Louise hasta que no vi su bolso. Estaba lleno de cosas 
mucho más interesantes que mi cartera y mi prosaica mochila de excursión. Había en
él fotos, pinturas, llaveros, cartas, versos, el pañuelo 
rojo como la sangre que olía a ella, una agenda tapizada
con una seda que tenía el color de sus ojos, un muñeco que
yo le había regalado... y cosas propias de las mujeres.  Apenas
llevaba dinero. Arrastraba por el mundo tres kilos de fantasías,
recuerdos y sentimientos. Llevaba también -no sé por qué, ya
que era agnóstica- una diminuta edición encuadernada
en piel del Libro de Ruth. Y siempre que abría su bolso y hojeaba
este libro, el azar me conducía a las mismas palabras: "¿Por qué
he hallado gracia en tus ojos para que te intereses 
por mí, si ves que soy extranjera?"
Mauricio Wiesenthal, El esnobismo de las golondrinas


"Siguiendo con el dentro/fuera, es obligado referirse por tanto al famoso 2.55 Chanel, el bolso fetiche
de "Coco" Gabrielle Bonheur, el cual se sigue produciendo después de febrero de 1955 como en el primer día,
con algunas "tiradas" especiales o limitadas que  fácilmente alcanzan los 3.305 [sic] euros la
unidad,  como la creada por Karl Langerfeld. Me perdonará el respetable que me sulfure cuando
oigo, veo y hasta huelo que se sostenga por ahí que ese bolsito es inevitable como fondo de armario.
Debo reconocer que le cogí una cierta simpatía cuando supe que Coco Chanel se proponía con él, 
entre otros objetivos, el de dejarles a las mujeres las manos libres. Para qué, no lo sé.
Pero cuando supe que el forro "burgundy"(bourgogne, o rojo borgoña)
estaba inspirado en el uniforme del colegio de las aubazinas al que fue la diseñadora de pequeña, se me cayeron
los palos del sombrajo (the tent poles). De las interioridades del bolso 2.55 también se hace
hincapié en ese bolsillo oculto que Coco Chanel ideó para guardar sus cartas de amor. Supongo que hoy
en día ese bolsillo se utilizará para guardar los comprobantes de VISA o vaya usted a saber. Cualquier
cosa. El lujo, como el porno duro, tampoco le deja espacio a la imaginación."


 
as "manos libres" ya es bien sabido que no es poca cosa ya que la cacareada bipedestación de nuestros antepasados homínidos representó el advenimiento de la civilización que coronan hechos como la Champions League y el asunto de Sandokán, perdón, Strauss-Khan, el director gerente del Fondo Monetario Internacional. Por cierto, a mí al menos me parece más que raro que un hombre así -dos veces ministro, candidato a la presidencia de Francia por el Partido Socialista, etc.- se haya expuesto  a algo más que un faux pas precisamente en Nueva York, donde está una de las prisiones y muchos de los fiscales más terribles del mundo mundial. Pero antes de que se nos vaya el asunto de las manos, sigamos a lo nuestro, que tiene que ver con lo que somos capaces de arrastrar en nuestro día a día con nosotros mismos.
No sé de nadie que lleve el Libro de Ruth en el bolso ("cartera" en Argentina), aunque me acuerdo de que Robert Graves explica en su autobiografía (Adiós a todo eso) que cuando estaba en la Guerra siempre llevaba consigo los sonetos de Shakespeare, cuya edición, por minúscula que sea, no deja de ser un peso, sobre todo si nos acordamos también de las trincheras y de lo mucho que pesaban los pertrechos habituales. Un libro que fue éxito de ventas durante siglos, el Kempis o Imitatio Christi, es probablemente uno de los primeros libros que se concibieron para un uso personal e incluso para llevarlo encima, como pasó también con los devocionarios. Yo no sé ni tengo por ahora algún interés en saber si el I-Pad  o las primeras agendas electrónicas o no  son dignos sucesores de aquellos libritos que acompañaban a sus propietarios y eran su distracción o su apoyo o su compañía en los ratos muertos ¡Los ratos muertos! Un día tendremos que hablar de los ratos muertos, esos ratos que luego acaban siendo más vivos que otra cosa.
*
Palacete Desvalls en el Jardín-Museo del Laberinto de Horta (Barcelona)
*
No es que haya visto el contenido de muchos bolsos, pero es cierto que es un tema del mayor interés y que levanta acta de lo que más preocupa o interesa a quien los lleva. El bolso de la Louise de la cita cefálica, con tres kilos de fantasías, recuerdos y sentimientos no son raros. No solo porque hay mujeres que acarrean un neceser (palabra que doy en pensar que procede del francés nécessaire) con todos los artefactos para rehacer su maquillaje y su amor propio y el ajeno, sino porque una gran parte de las mortales, por divinas que sean, se pasan una también buena parte del día fuera de la casa. Razón de más para tener que hacer una puesta a punto del bolso y prever todo tipo de eventualidades, desde los ratos perdidos hasta una carrera en las medias o una migraña intempestiva.
Así como el Kempis es una joya de la tipografía pensada para las manos libres y la lectura solitaria y en silencio (no olvidemos que la lectura primero fue pública y en voz alta [*]), las polveras o una mera cajetilla de cigarrillos son objetos que están ideados para hacer su uso agradable, cercano, íntimo. Otra cosa no llevaré, pero jamás me desprendo de mi tarjeta VISA, una imagen  plastificada de San José, a ver si me inspira paciencia, un billete de un dolar y las fotografías de mi padre y mi madre. Mi billetero es liviano, y no tiene nada que ver con esos billeteros que a veces les veo manejar a las señoras que tienen más cargas familiares y que se pasan el día comprando comida y hasta bebida. Los billeteros de mis congéneres son como acordeones en donde hay no una tarjeta VISA sino varias, fotos de toda la familia y parte de la otra y muchos recibos. No es raro ver en algún bolso que asomen teléfonos celulares o MP4 o cargadores y hasta he visto alguna máquina de afeitar y no entre los llamados "efectos personales" de un viajero sino en los de a diario. Servidora prefiere mil veces una Blackberry a un I-Phone, que es menos "tangible", más aparatoso y nada trendy.
Se diría además que las manos son la magnitud que moldea nuestro mundo y que lo que no cabe en ellas cabrá, porque en ello se empeñan los del diseño y la tecnología. Todo tiende a ser portátil y personal. Tema no menor, porque dicen los que saben que contribuye al aislamiento. Yo no sé. Como ayer abríamos el post con uno de los refranes más bonitos del patrimonio tradicional, hoy lo cerraremos con otro: "Pecho que  mano no cubre no es pecho, sino ubre".

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Se suele decir que la primera referencia a la lectura silenciosa la hizo San Agustín en sus Confesiones para referirse a San Ambrosio: "Cuando leía, sus ojos pasaban por encima de las páginas y su inteligencia penetraba  en su sentido sin pronunciar palabra ni mover la lengua" (cap. III, libro VI)

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17.5.11

De la mar el mero (para ir acabando)

De la mar, el mero y de la tierra el cordero. 
De las aves, la perdiz, y de las mujeres Beatriz

Refranero español


yer se difundió ayer una sentencia del Tribunal Supremo en diariojurídico.com digna de atención y que al ser fallada por tan alto tribunal no puede caer en saco roto:
“La Sala Primera del Tribunal Supremo ha resuelto definitivamente el litigio que enfrentaba a un profesional de la fotografía con la mercantil United Biscuits Iberia, S.L., por supuesta vulneración de los derechos de autor del primero sobre las fotografías que se le habían encargado para ser incluidas en la confección del diseño de unos envases(“packaging”). El fotógrafo demandó a la citada mercantil afirmando que había sido violada su obra fotográfica. La demanda fue rechazada tanto en primera como en segunda instancia, siendo razones para ello, en síntesis, que las fotografías litigiosas no eran obra fotográfica sino meras fotografías, por carecer del requisito de la “creatividad suficiente”.

Para el lego habrá que aclarar que el Real Decreto Legislativo 1/1996, que refunde varios textos sobre la propiedad intelectual, efectivamente hace referencia a la “mera fotografía” como si se tratara de algo que pueda hacer una cámara fotográfica autónomamente o con una intervención humana apenas apreciable desde el punto de vista de la creatividad. 

Nos referíamos –nosotras, Aaoiue y Marta-R. Domínguez Senra- a los scrapers de la “difusión cultural” y a Eva Posas en concreto, un ejemplo paradigmático de scraper porfiada. El scraping es una forma de copioneo y plagiadez al que estamos más expuestos los que usamos una lengua que sí, vale, la hablan más de 500 millones de personas, pero que está expuesta a gentuza sin escrúpulos de paises de legislación exótica por no decir distraída. Hay un scraping automático, de puro spam, y otro tras el que me imagino seres que hasta huelen mal. Evidentemente enviar la Interpol a un scraper de tres al cuarto es ridículo, sobre todo porque no sacan nada con ello y el único daño que causan es moral y ni siquiera eso. Con todo, como hay que prevenirse de que se arroguen lo que copian, como me dio a entender esa pobre mujer como para llevarme al pánico o a la indignación, tengo entendido que lo mejor es registrar la propia obra –por insignificante que sea- antes de que se la apropie algún desaprensivo e incluso te reclame lo que te ha robado impunemente. Es por eso que he tenido que perder mi tiempo precioso, ese que me gusta dedicar al bricolage y a ir por Danacol al Mercadona, para registrar mis pobres posts en Safe Creative, cuyo enlace estará por tiempo indefinido debajo de la cabecera del “Álbum”.

En el post citado sobre la difusión cultural mal entendida y sobre la decadencia y la degeneración, me referí a el "Retrato de una mujer con un abanico de  pluma de avestruz" (Portrait of a lady with an ostrich-feather ban, 1660), que pintó Rembrandt van Rijn el año 1660, el cual siguió a uno parecido de Bartholomeus Van Der Helst (1645), siendo éste una respuesta o ¿copia? del de Johannes Corlenisz Verspronck (1640). Pues bien, a la vista de la sentencia del Supremo sobre la “mera fotografía” del demandante, un amigo de este blog (S.D.) me hablaba sobre la oportunidad de hacer creativitómetros para determinar donde empezaba una mera fotografía a dejar de serlo o cuando empezaba una fotografía a dejar de ser meramente mera.

Perdonen ustedes que lejos de no aportar claridad a la cuestión aún la enturbie más cuando me voy a referir a la escena de la última –espero que no- película de Woody Allen, “Midnight in Paris” (2011). Aunque no he visto la película me han anticipado que hay una escena donde aparece Kathy Bates (la actriz gordita de “Tomates verdes fritos”) haciendo de Gertrude Stein sentada bajo el retrato que le pintó Picasso. Esa escena existe ya como fotografía. Se trata de una de las fotos que Man Ray le tomó a Gert Stein. Podríamos decir que el cineasta ha recreado la foto porque es él, porque si fuera otro que no fuese él tal vez diríamos que ha hecho un mero plagio o un tributo o un homenaje. También podríamos decir que en esa foto de Man Ray hay la mera imagen de Gertrude Stein con su ADN y su todo y la mera fotografía del cuadro de Pablo Ruiz Picasso, cuyos derechos como autor si no recuerdo mal prescriben el año 2053. Si murió el 8 de abril de 1973 y por tanto se le aplica la mera disposición transitoria cuarta por la cual los fallecidos antes del mero 7 de diciembre de 1987 gozarán de un plazo de protección de 80 años tras su mera muerte (y no 70), etcétera.

Por cierto, el cartel de “Midnight in Paris” tiene como fondo “La noche estrellada” de Van Gogh, de quien se suele decir (pero no sé si es verdad) que no pudo vender ni un mero cuadro suyo en vida. Si supiera Van Gogh simplemente o meramente lo que Woody Allen percibió de mi ciudad por hacer algunas escenas de “Vicki Cristina Barcelona” aquí, creo que se hubiera arrancado no la otra oreja sino también los ojos. O no, nunca se sabe. Al menos meramente.

Mera fotografía del Parque Joan Brossa, con un poema visual del poeta homónimo desparramado. Foto: Aaoiue

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