27.8.10

Post 501: Premières y releases


asta hace poco “La regle du jeu” (La regla del juego) era difícil de encontrar. Cuando José Luis Garci programó en “¡Qué grande es el cine!” un ciclo de Jean Renoir, yo no recuerdo si incluyó esta película, aunque es bien posible que así fuera puesto que se considera una de las mejores películas de la historia del cine. Ahora se puede encontrar en DVD, que es como yo espero verla en breve, o se puede ver en trocitos en Youtube. Precisamente la imagen está extraída de la primera “parte” y corresponde a la llegada de un piloto al aeropuerto de Le Bourget tras un vuelo transatlántico de veintitrés horas. Al tomar tierra le espera gran número de personas y la reportera de Radio Cité le dice a André Jurieu, el piloto, “Tiene que decir algunas palabras a nuestros oyentes, señor Jurieu. Usted ha volado solo un día entero; algo tendrá que decir, que está contento”.  Y el piloto le contesta: “Estoy muy triste. Nunca me había sentido tan desilusionado. Lo hice por una mujer. Ella ni siquiera está aquí para recibirme”. La mujer en cuestión lo oye desde su mansión por la radio y cómo la reportera disculpa a Jurieu porque debe de estar cansado por el esfuerzo.


Fotograma de “La régle du jeu” (Jean Renoir, 1939)

La Wikipedia hace una sinopsis del guion, basado en una obra de Musset: “La historia se desarrolla principalmente en un castillo a finales de los años 30. Varias personas de la alta burguesía y sus sirvientes se reúnen un fin de semana por diversos motivos. Intrigas galantes, un asesinato… Todo se desarrolla siguiendo las más bajas pasiones, pero sin perder la más estricta cortesía, es decir, respetando la regla del juego.”  Por esta razón vincula esta película con la serie televisiva “Arriba y abajo” (“Upstairs, downstairs”, 1971-1975), serie de la BBC sobre los “felices 20” que transcurría a dos niveles, el del servicio y el de los amos. También podría vincularse por lo mismo a “Gosford Park” (Robert Altman, 2001). Elsie, la sirvienta un tanto descarada de “Gosford Park” le dirá a Mary Maceachran (la sirvienta escocesa de la señora Trentham, una altiva condesa muy venida a menos) algo así como “no podemos estar siempre pendientes de lo que hacen los de arriba, tenemos que tener nuestra propia vida”. Elsie (Emily Watson), que además de sirvienta es una de las amantes Sir William McCordle, al final de la película se aleja en el coche de los americanos camino a la meca del cine. Final perfecto donde los haya para los que no pueden estar arriba ni abajo.

Todo me hace suponer que el motivo por el que esta obra de arte fue un completo fracaso a su estreno es debido a que tocó el tema de la hipocresía. Pero, como aún no he visto entera la película, me tengo que remitir a lo que se va repitiendo en las fuentes habituales y a las propias palabras de Jean Renoir. Otro vídeo en Youtube reproduce una entrevista al cineasta donde él mismo explica qué ocurrió.

Todo cuanto explica tiene miga, pero extraigo para quienes no puedan seguir ni los subtítulos ni sus propias palabras lo que ahora quisiera destacar:

“Cuando La regle du jeu se presentó el año 1939 en La Colisée -ya les expliqué la historia del señor con su periódico [le prendió fuego solemnemente con la intención de quemar la sala del estreno]-  y algunas personas quisieron destrozar los asientos. Yo había ido a ver esta proyección. Déjeme decirle que desgarraba el corazón. Uno puede decir que no le importa pero no es verdad, sí que importa. Afecta mucho que la gente le silbe y le grite a uno. [...] Fue a causa de estos abucheos que me rompieron el corazón por lo que yo hice varios cortes. Y esto es por lo que la versión íntegra completa de La regle du jeu ya no existe”.

Después de explicar que posteriormente con ayuda de unos técnicos pudo reconstruir el film en gran parte, sigue:
“He mencionado que fui recompensado años después. Fue en Venecia hace tres años. Los organizadores del Festival de Venecia tuvieron la muy generosa idea de proyectar la versión reconstruida de la película en la sala más grande una tarde. Fui y tuve el placer de ver una sala llena con gente en pie y sentada en las escaleras y que esta gente aplaudía gentilmente. De alguna manera me sentí recompensado por los insultos de 1939.”

Hago solo unas aclaraciones mínimas: el release de Venecia fue el año 1959, por lo tanto 20 años después de la première. El negativo sufrió un bombardeo el año 1942 y, recogiendo los datos de esta misma fuente, Renoir había cortado las escenas que podían ser más controvertidas, antipatrióticas o desmoralizantes de la película a propuesta de Jean Jay, el representante de Gaumont, propietario de La Colisée. En mi opinión bien se pueden sumar las dos versiones del asunto, que Renoir purgó la película porque se descorazonó y porque Jean Jay se lo indicó, que es lo que suele pasar con las versiones, que todas tienen algo de razón.

Lo que me resulta ejemplar es que Renoir se sintiera recompensado al cabo de 20 años, por los abucheos, silbidos, etcétera de la première.  No digo que no. Pero lo que pienso es que son dos sentimientos que están comunicados pero que están en lugares diferentes. Cuando alguien tiene una herida, si se me permite el ejemplo, y queremos consolarle, no le acariciamos la herida, si acaso le acariciamos un brazo o un hombro o lo que se preste más a la conmiseración o la complicidad. No acariciamos las heridas. Las heridas se cierran, a veces en falso, a veces -como dicen los médicos-  por segunda intención, pero siempre queda una marca, una huella.

Todo esto pensaba yo el otro día, cuando me quedé mirando las sombras de una tipuana en una pared, en la Plaza Orfila, en el barrio de San Andrés del Palomar. Hay una escritura que ara, que deja huella, que encuentra su expresión en el cuño, la imprenta, el hueco, la presión. Hay una escritura que acaricia, que es tenue, que elude las etiquetas o las desnuda de  todas sus razones.


Gabrielle y Jean, el segundo hijo de Pierre-Auguste Renoir (1895)
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En los créditos de la primera parte podemos leer el nombre de Henri Cartier dos veces. Es efectivamente Henri Cartier-Bresson. Un lujo.

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