23.6.11

San Juan, al sol se cuece pan

Un vespre quan l'estiu obria els ulls
per aquells carrers on tu i jo ens hem fet grans,
on vam aprendre a córrer
damunt un pam de sorra
s'alçava una foguera per Sant Joan.

Llavors un tros de fusta era un tresor
i amb una taula vella ja érem rics.
Pels carrers i les places
anàvem de casa en casa
per fer-ho cremar tot aquella nit
de Sant Joan.

Érem quatre trinxeraires.
No en sabíem gaire
de les llàgrimes que fan que volti el món.
Anàvem entrant a la vida.
Mai una mentida,
no ens calia i res no ens robava el son...

Aquelles nits de Sant Joan...

Els anys m'han allunyat del meu carrer
i s'han perdut aquells companys de jocs.
El bo i el que fa nosa
com si qualsevol cosa.
Sembla que tot s'hagués cremat al foc
de Sant Joan.

I ara, aquesta vesprada
una altra vegada
veig els "nanos" collint llenya per carrer.
Corren.
Com jo abans corria.
Els crido i em miren
com si fos un cuc estrany i passatger.

Aquesta nit de Sant Joan...

Doneu-me un tros de fusta per cremar
o la prendré d'on pugui, com ahir,
com si no n'hi hagués d'altra
jo he sigut com vosaltres:
no vull sentir-me vell aquesta nit.

Que un tros de fusta torni a ser un tresor.
Que amb una taula vella sigui ric.
Pels carrers i les places
aniré de casa en casa
per fer-ho cremar tot aquesta nit
de Sant Joan.
Joan Manuel Serrat, Per Sant Joan (*)


Aunque hay una versión de "Per Sant Joan" en Youtube, se oye enlentecida o grave y que yo recuerde la de Goear se parece más a la que yo oí tantas veces de niña. El disco aún lo conservo, pero ya hace años que no tengo un aparato para oír mis vinilos. La grabación conserva  perceptible el trazo de la aguja y eso también me gusta lejos de estorbarme. Que yo sepa no se ha digitalizado ni reversionado de otra manera, tal vez porque está en catalán y tendría poco mercado. La cara B del disco era "Marta", que me figuro que aún se debe de conocer menos. En Bautista, Manuel, Consuelo, Marta erre y Marta ya hice un repaso de las canciones dedicadas a las martas:
Me atrevo incluso a afirmar que hay más canciones dedicadas a las Martas que a ningún otro nombre de mujer. A bote pronto recuerdo las cumbias “Marta la reina” y “Santa Marta tiene tren”, aunque se me puede decir de la segunda que se refiere a un topónimo. Hay la “Marta” de Serrat y la de Enrique Iglesias, que no tienen mucho que ver, la verdad. Nada que ver. Además luego salieron la de Hombres G –que tenía un marcapasos- y la de Nena Daconte. Por último hay la canción “Marta, Sebas, Guille y los demás” de Amaral. Martha (1847) es una ópera que casi todo el mundo conoce por el aria “M’appari tutto amor” tan cantada por Luciano Pavarotti , y no tanto por su compositor, Friedrich von Flotow."
Pero volviendo a la cara A llama la atención su genialidad. Es simplemente genial, porque trata de un tema en el que yo sepa nadie había reparado y lo hace con un punto de nostalgia que es el que caracteriza a Serrat y que no se ahoga en sí misma, en una añoranza zozobrada o en la atlántica saudade. Joaquín Sabina, barroco, hubiera acumulado elementos y hubiera hecho una de sus famosas listas. J.M. Serrat con ser más contenido a veces parece que llega más lejos. Pero seguramente son los cantautores más famosos que tenemos y están refrendados en Argentina, donde el público no es acomodaticio ni complaciente, aunque sea agradecido. Probablemente más que nosotros.
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Los que ya tenemos una edad encontramos siempre intacto en algunas canciones un mundo que ya no existe. Así  me pasa a mí al menos con "Abril 1974", un vals de Lluís Llach,  "Calle Melancolía" de Sabina y con "Per Sant Joan", mucho anterior. Esa canción da fe de aquella fiesta popular, verdaderamente popular, no dirigida desde una concejalía o desde la línea roja de la Generalitat de Catalunya. Los niños de la calle desde algunos días antes recogíamos por las casas los muebles viejos, cosa que ahora hacen los Puntos verdes y Medi Ambient. En mi barrio todos los martes pasa un camión y se lleva lo que le hemos dejado en la esquina y que no se debe echar en los contenedores normales de reciclado y basura. Entonces no había ni la mitad de basura de antes de la recesión. Cuando me encontraba una botella de cava la llevaba al trapero y me daba lo suficiente para comprar 3 caramelitos de aquellos tan pequeños que el lechero usaba cuando no tenía céntimos, para devolverme el cambio. En los años 60 por 1 peseta te daban 10 caramelitos de eucalipto o de nata. Después no solo fueron encareciéndose sino que disminuyó algo su tamaño. También se fabricaron de frutas, pero eso fue cuando ya no recogía cascos ni cartones.
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Los muebles los llevábamos a un escondite, cosa que ahora hace reír, pero les prometo por la salud de mi canario que teníamos escondites. En la llamada "bóbila", en el barranco, en las balsas, en todas partes. No uno, muchos. Con todo y con eso nos robaban  otros niños y a veces había que rehacer la reserva de trastos el mismísimo día del evangelista, el que comió insectos en el desierto y que dio un bote en el vientre de su madre cuando la visitó María, la vírgen, prima de Isabel. Lo curioso del asunto es que de todas maneras no había tantas hogueras como pandillas y que por lo tanto al final la cosa se reagrupaba. Nuestra hoguera fácilmente se erguía sobre esa arena que menciona la canción hasta tres metros. Y daba pena hacerla arder, pero el fuego es tan bonito, tan apasionante, que quien lo haya visto parece raro que luega quiera volver algo tan aburrido y tan nocivo como la televisión. Los niños con posibles tenían piulas, bengalas, tomates y rasca-rasca, eso que luego prohibieron porque al parecer hubo alguno que se lo comía y resultó ser venenoso. ¿Qué quieren que les diga? La lejía es mucho más venenosa y sigue ahí. El mundo está lleno de injusticias.
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Lo más curioso de la nostalgia, de las hogueras, de estas canciones, es que a pesar del tiempo que ha pasado y de las cenizas y las lluvias, parece que en algún lugar sigan ahí. Yo no lo sé explicar pero lo siento así.
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Aunque se cultiva el mito de que los ritos del solsticio de verano son mediterráneos eso no solo no es cierto sino que podríamos decir incluso que es mentira. Hogueras se hacen también en Galicia. Y también hay ritos asociados al agua, como ocurre para Pascua. Lo que llegó tarde y mal a Galicia  como a Castilla o Navarra fue la pirotecnia y el arroz, pero el fuego y la rueda ya existen hace siglos. Y siempre el significado del fuego es el mismo, asociado a la purificación y al resurgimiento. Por entonces muchas veces en ese día se formaban parejas nuevas, con lo que no les quiero ni decir el valor añadido de la verbena con canciones nuevas, baile, petardos y que le sacaran a bailar a una.  Bueno, a otra. Yo tenía unos días muy acribillados de trabajo porque además de recoger leña, esconderla, vigilar que no nos la robaran y conseguir algo de dinero para rasca-rasca, tenía que hacer de  lo de siempre y de vela de mi tía la pequeña en horas extras. Aprovecho para decir que el primer novio de mi tía, que se llama Sabas, me compraba Conguitos y me llevaba en su Bultaco. Los otros novios no me compraban ni pipas. Hay que ver lo que va de ser generoso y considerado a no serlo. Hacía tiempo que tenía ganas de decirlo, que el Sabas fue muy bueno conmigo.

A modo de antífona: "Se cambian cacharros de loza por trapos viejos" (canturreado)
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Carátula del single de 45 r.p.m. de Joan Manuel Serrat (1968)


(*) Una noche cuando el verano abría los ojos | por aquellas calles donde tú y yo nos hicimos grandes, | donde aprendimos a correr, sobre un palmo de arena, se levantaba la hoguera de San Juan. || Entonces un trozo de madera era un tesoro, | y con una mesa vieja ya éramos ricos. Por las calles y las plazas, íbamos de casa en casa | para hacerlo quemar todo aquella noche | de San Juan || Éramos cuatro pícaros | No sabíamos nada | de las lágrimas que hacen rodar el mundo. | Íbamos entrando en la vida | Ninguna mentira | necesitábamos y nada nos robaba el sueño… || Aquellas noches de San Juan… || Los años me han alejado de mi calle | y se han perdido los compañeros de juegos. Lo bueno y lo que sobra, | com el que no quiere la cosa | parece que todo lo hubiera quemado aquel fuego | de San Juan. || Y ahora está velada | otra vez | veo a los chavales cogiendo leña por la calle | Corren | Como yo antes corría. | Los grito y me miran | como si fuera un gusano extraño y errabundo. || Aquella noche de San Juan… || Dadme un trozo de madera para quemar | o la tomaré de donde pueda, como ayer,| como si no hubiera otro | yo he sido como vosotros; | no quiero sentirme viejo esta noche. || Que un trozo de madera vuelva a ser un tesoro | Que con una mesa vieja sea rico. | Por las calles y las plazas | iré de casa en casa | para hacerlo quemar todo esta noche | de San Juan.

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