13.11.11

Lo que no tiene nombre

A Pilar Martín Lacruz, in memoriam

"Hay gente que piensa que la idea del diseño inteligente,
el nuevo creacionismo,
es buena y no se da cuenta de sus implicaciones nefastas.
Hay que distinguir siempre entre la gente de buena fe,
que cree que el diseño inteligente demuestra que Dios
existe porque estamos bien diseñados, y los líderes científicos
o religiosos, que sí entienden las consecuencias...
Y es una barbaridad porque implica una blasfemia.
Las mujeres tienen el conducto natal muy estrecho para
el paso de la cabeza del niño como consecuencia
del agrandamiento evolutivo de nuestro cerebro,
de modo que miles de bebés y madres mueren
durante el parto; y todos los años hay millones
de abortos espontáneos. Si admitimos el DI
(yo le llamo diseño imperfecto), 
Dios sería el mayor abortista del mundo".



ue suela trasladar las citas que a veces ofrezco con alienación, perdón, "alineación" a la derecha, sean boleros o una entrevista a uno de los científicos que tiene colgada la Medalla de la Ciencia de los Estados Unidos, es algo totalmente deliberado y siempre un tributo al romancero y su forma tan acabada y expresiva. Esas palabras de Ayala, una de nuestras glorias en EEUU, son de hace un par de años pero ayer en la radio decía poco más o menos lo mismo con las mismas palabras, cosa que sería imperdonable en una cabaretera de Music Hall, que continuamente tiene que renovar hasta su vestuario y no digamos su repertorio, pero no en un profesor universitario. Ayala es además un "converso", mejor dicho, llegó a ordenarse como sacerdote el año 1960 pero luego abandonó la vida religiosa y se marchó a América. Por lo tanto hay que enclavar la frase que incluye la oración "Dios sería el mayor abortista" en todo ese panorama, pienso, y solo a partir de ahí es posible -sin quitarle la fuerza de titular- señalar su oportunismo. El Prof. Ayala defiende, en definitiva, sus teorías evolucionistas frente a las teorías creacionistas.  A mí, que no soy profesora, ni profeso nada, me parece modestamente que todo esto es un poco como lo de los forofos del fútbol o de los toros, cuando defienden una faena según quien la ha hecho. 
Tampoco es que sepa una gran cosa de Teología, por no decir que nada sé, pero me parece que la Iglesia menos cerril tiene la tendencia a considerar los abortos espontáneos como algo natural y no como obra divina. Y de hecho la postura oficial de la Iglesia es la de no actuar contra la naturaleza, ni en la vida ni en la muerte. 
Ayer precisamente estuve en el velatorio de una vecina que llevaba más de tres años como una plantita tras un derrame cerebral. Se podría decir que su muerte se pudo precipitar al final gracias a una broncoaspiración que se complicó y que aconsejó dejarla de alimentar y mantenerla con un gotero con el que simplemente se hidrataba. El tanatopráctico ha tenido mucho trabajo. Poco más o menos le ocurrió a un amigo mío que tras su derrame fue operado y sobrevivió dos años y 4 días, también casi como una planta, sin poder comer, ni hablar, traqueotomizado, sin poder andar. Pero podía llorar. Cuando iba a visitarlos a las clínicas donde estaban cada cual, era inevitable ver gente que estaba incluso peor o mejor. La verdad, si quieren que se la diga, es que en estos casos no se sabe si lo mejor no es peor. Es muy triste. Y yo ahí, al margen de las grandiosas teorías creacionistas y evolucionistas, veo que hay cuestiones que se pueden justificar en las actuaciones humanas y otras en la naturaleza y otras en la mano de Dios. A Pepe no se le tendría que haber operado, pero es que además su naturaleza era fortísima. Yo de Dios no hablo, si acaso "hablo" con su Hijo, pero poco más.
Ayer el yerno de la difunta nos decía que parece que su suegra llegó a ver a su biznieta, que nació hace unas semanas. Y que parece que eso determinó su muerte. No me atreví a preguntarle qué le llevaba a tener esa certeza, simplemente la acepté porque tengo una buena predisposición a no dudar en esos casos. José Mª también me dijo que el no era creyente porque Dios permite estas cosas. Ahí también callé, le dejé hablar. Pensaba para mí que de los dos tipos principales de ateos, los que cargan contra Dios y los que cargan contra los creyentes, está claro que prefiero a los primeros, pero no porque estén más cerca de mi propia manera de ver las cosas (que lo están) sino porque su postura es más limpia, menos marrullera. Sin embargo, avanzando la conversación tuve que decirle: "No es justo que una persona esté como muerta más de 3 años, tan buena como fue, que era la mismísima bondad, pero entonces... mira tú lo que va de haber nacido en casa de tu hija, como Nuria, o haber nacido en Burkina Faso".
Hay tanta "injusticia" en el mundo, la humana, la que permite Dios no sabemos por qué, que no podemos dejar de reparar que si se hiciera justicia a lo mejor iba a ser peor. Pero no sé explicarme y lo dejo así.  Hay, por lo demás, entre los que "progresan favorablemente" gente que lo hace en detrimento del progreso de su prójimo y, como se suele decir, no es oro todo lo que reluce.

La fotografía de hoy es la de una sabina de El Hierro, contorneada por el viento que sopla en la isla canaria. El volcán herreño que yo sepa aún no tiene nombre, es una pura fuerza de la naturaleza. Si tuviera ganas, que no las tengo, de hacer un blog de verdad, lo haría sobre las cosas que aún no tienen nombre.
Sabina herreña
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