31.12.11

"The artist"

Wikipédicamente hablando me constan 409 actores de cine mudo. En realidad, si nos vamos a la Wikipedia en inglés, constan sólo en el cine mudo americano 1627 actores. Aunque hay actrices como Lilian Gish y actores como John Barrimore, el abuelo de Drew Barrimore, si mal no recuerdo, que consiguieron continuar sus carreras del cine mudo en el cine hablado -o más concretamente de las silent movies a las talkies- "The artist" nos recuerda que no fue así en la mayoría de los casos. Muchos actores del cine mudo fueron relevados. "The artist" trata sobre ese momento del cine, y lo hace a partir del encuentro de un actor en su "decadencia" y una actriz más joven, en su ascenso. El hecho de que sea además una comedia romántica no le quita acritud al hecho de que George Valentin no es capaz de adaptarse al cine sonoro y lo rechaza, cosa que le conduce a una situación difícil.
Parece incomprensible que el hecho de hablar se le hubiera convertido a alguien en un problema, puesto que al fin y al cabo quien más quien menos todos hablamos. El caso me parece del mayor interés porque hacia el año 1929 -además del famoso crack, que no es poco- estaba totalmente consolidado el asunto de la especialización en el trabajo. Es decir que la era industrial ya llevaba unos cuantos lustros de alienación, perdón, de especialización. Está más que comprobado que el rendimiento del personal es mucho mayor cuando cada función se encarga a una persona determinada, que el trabajo en cadena es lo más productivo del mundo. También se sabe, como dejé caer, lo alienante que es, y hasta se diría que descorazonador, puesto que son pocos los que llegan a tener en sus manos algún resultado tangible de su trabajo, ya que la labor es una parte del entramado o montaje y a veces ni siquiera es reconocible como parte del todo. La especialización del trabajo y sobre todo la asociación a una determinada tecnología o material ha determinado también el rechazo a participar en el "progreso". Es decir, si asociamos a una determinada técnica un puesto de trabajo, y esa determinada técnica se cambia o queda obsoleta, es muy posible que obtengamos el rechazo del trabajador para incorporarse al cambio. Esto dicho así en plan blog.
Mi oficio de base es el de bibliotecaria (aunque algunos colegas se hacen llamar documentalistas y hasta community managers) y hay gente que cuando me conoce me contempla con una cierta incomodidad no exenta de conmiseración al asociar la biblioteconomía con los libros de papel, cuando fuimos muchos de nosotros, bibliotecarios, los primeros en trabajar con ordenadores. Hablo del año 1985. Es tan estúpido como pretender que los plombiers, que es como pienso que se les sigue conociendo a los fontaneros en el país vecino, siguen trabajando en tuberías de plomo y además desconocen las virtudes del PVC. Pero, como se dice en "The artist", es ley de vida. Un poco el planteamiento acaba siendo como en La caverna, uno de los libros más nihilistas de José Saramago, donde se explica cómo unos alfareros son como si dijéramos exterminados por un macrocentro comercial.
Hoy en "La Vanguardia" Jordi Batlle y Pedro Vallín comentan bajo el título de "Vuelve el cine mudo" el tributo que se le rinde en esta película al blanco y negro. Y nos anuncian que "Pablo Berger anda preparando una Blancanieves también muda y blanquinegra. La producción de Berges parte de un guion propio inspirado por la versión de los hermanos Grimm –de sólo tres páginas– y trasladado a la España de principios del siglo XX, donde un cortijo reemplaza al original castillo en una país negro como un cuento gótico y con Maribel Verdú, Ángela Molina e Inma Cuesta como principales reclamos". Así de entrada me parece un poco como aquella versión de la ópera "Fidelio" que vimos en Barcelona, con el homónimo enfundado en una chupa de cuero de motarra, pero ya se verá si la película será algo más que un experimento.
La primera película con diálogos sonoros fue "The jazz singer" (Alan Crosland, 1927). Y, sí, creo que Uggie el perro (Jack Russell terrier) de George Valentin se merece un Oscar a la mejor interpretación.

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29.12.11

Cala Sant Francesc

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Marimurtra

"No tiene nada
mi choza en primavera
Lo tiene todo"

El Jardín Botánico Marimurtra se encuentra en Blanes (Gerona), en la comarca de La Selva. Se suele decir que en Sa Palomera, una gran roca en plena bahía de Blanes, empieza la llamada Costa Brava. En el siglo XVIII Antoni Palau i Verdera, blandense, creó un jardín botánico en su ciudad que desapareció a su muerte. El jardín de Marimurtra lo creó el alemán Carl Faust (1874-1952) entre las calas de Sant Francesc y de Sa Forcanera hace más de 80 años. En la actualidad es uno de los jardines botánicos más importantes de Europa, porque cuenta con unas 4000 especies, por sus 17 hectáreas de extensión y por velar por las especies endémicas en peligro de extinción. La traducción literal de Marimurtra sería “mar y mirto” y verdaderamente abunda en mirtáceas y cuenta con unas vistas sobre el mar de una gran belleza, especialmente la de la Cala Sant Francesc desde el mirador Linneo. Tal vez las fotos que se muestran a continuación no representan al jardín en su mejor momento, que sería posiblemente la primavera, con muchas plantas en flor, pero todo está bien.

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La segunda o tercera opinión

Se puede contar con dos dedos de una mano las veces que yo he dado consejo sin que nadie me lo pidiera. La primera vez fue sobre mi propia sobrina, que tenía ya 3 años y aún no hablaba. Me armé de valor y le dije a mi hermano y a mi cuñada que a los 3 años tenía que hablar aunque fuera mal. Era de las pocas cosas de neurolingüística que nos habían enseñado en la Facultad. La profesora Maria Antònia Martí Antonín, que luego se ha dedicado más a la Lingüística computacional, nos explicó que las estructuras mentales y los órganos que intervienen en la fonación se preparan para el lenguaje hacia esa edad límite, y que después de los 3 años es muy difícil que se produzcan las condiciones para que se pueda desarrollar el lenguaje porque a todo lo que tenía que estar formado ya se le habría pasado el arroz. Como es natural (?) no me hicieron caso. Dos años después hubo que recurrir a un muy buen foniatra, etcétera. Además de constatar lo que ya me habían enseñado pude ver que los efectos de no hablar con soltura produjeron en la temprana edad de mi sobrina problemas de adecuación o adaptación y de sociabilidad que luego ha superado totalmente. 
A toro pasado le comenté el caso a mi tía pequeña y me dijo "los padres son los últimos en ver los defectos de sus hijos". Y me acordé de la película de Visconti que junto con "Senso" es la que más me gusta, "Bellissima" (1951). El papel de Anna Magnani, su personaje y su interpretación habría que decir, llenan toda la cinta y consiguen trasladar al celuloide la indesmayable intención de una madre de llevar su hija al estrellato. Visconti tuve el acierto de darle el personaje de la hija a una niña que no es guapa pero que tampoco es fea. Es normal. Cuando la lleva a hacer danza clásica ni siquiera le llegan las piernas a la primera barra. De esa escena proviene el fotograma de hoy.
Dejando de un lado mi complejo de Casandra, no soy dada a dar consejos por dos razones: una porque no me los piden y otra  porque normalmente mucha gente que se interesa por una segunda opinión lo hace para reforzarse en sus trece, sea por oposición, sea por aprobación. Creo no ser injusta cuando digo que mi opinión no cuenta para nadie. Tal vez alguna vez me gustaría saber qué sería sentir que mi opinión cuenta de verdad para alguien, aunque solo fuera por un corto espacio de tiempo. En el caso de mi sobrina no se trataba de opinión, porque yo tenía un criterio sobre el tema, y por la gravedad que revestía el asunto a mi entender me decidí a plantearlo. Y aunque no sirvió de nada (estoy segura de que incluso, aunque el tiempo me dio la razón, cayó en el olvido), no me arrepiento de haber prevenido a mi familia de que la niña tenía una dislexia como una catedral. Y sí, mi tía tenía razón, los padres son los últimos en ver los defectos de sus hijos. O los tapan, eso no lo sé. Proyectan tal vez en sus críos sus frustraciones o sus veleidades. En mi caso como hija si es que alguna vez me vieron alguna habilidad nunca la reconocieron ni en público ni en privado. En público no lo hicieron, y lo sé positivamente, a sabiendas de que por ejemplo la gente a quien los hijos no sacaban buenas notas se podían sentir humillados. En privado, porque mis padres partían de la base de que mi obligación era hacer las cosas lo mejor posible y sin tonterías. De manera que me acostumbré a vivir sin halagos y sin vituperios, en esa "escuela" espartana durísima que no prepara para las envidias pero sí para trabajar.


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27.12.11

El brillo

"Nada es más útil que el agua; pero ésta no comprará nada; 
nada de valor puede ser intercambiado por ella. 
Un diamante, por el contrario, tiene escaso valor de uso;
pero una gran cantidad de otros bienes 
pueden ser frecuentemente
intercambiados por este". 
(Adam Smith, La riqueza de las naciones

orceguí es una de esas palabras en desuso que echo de menos. Su origen, según el DRAE es incierto. Incluso María Moliner indica "Calzado usado antiguamente que subía algo más arriba del tobillo, pero no tanto como la bota". Y hasta en una segunda acepción admite: "Calcetín de caña corta". Es palabra que ha quedado relegada al equipamiento militar o para el calzado de seguridad. Probablemente si alguien dice la palabra "borceguí" y ya no digamos su plural "borceguíes" será inmediatamente asociado a una conducta antisocial. Y por la misma razón que le llamamos "guillotina" a la cizalla tenemos que llamarle "botas" a los borceguíes. Si este empobrecimiento léxico lo trufamos con muletillas, poco más les dejaremos por explicar a los historiadores de la lengua y a los sociolingüistas. Tengo una amiga que usa la palabra "ok" cada dos por tres (seis) aunque tengo la sensación de que solo ocurre cuando escribe. Y este año servidora fue a un cursillo en el que un señor que ya hace años es licenciado en Derecho -y se le supone una cierta fluidez de palabra, por tanto- dijo cosa de 80 veces en media hora la palabra "val" (vale). Y no exagero. Las conté. Suelo ser muy tolerante con la pobreza léxica porque a veces tiene una gran riqueza expresiva. De hecho hay poetas que deliberadamente han limitado mucho su vocabulario para profundizar en la alquimia de las palabras. Otra cosa son las muletillas. Las muletillas son insufribles y no hay que tener ni un ápice de tolerancia con ellas.
Al lado de lo que es la vida ordinaria de las palabras está el naming, empresas que trabajan dando nombres a otras empresas. En España el namer o "nombrador" más conocido es Fernando Beltrán. No sé si este quehacer interfiere el de poeta o si por el contrario es coadyuvante, ya que lo que sí estoy dispuesta a defender es que no son la misma labor. Uno de los nombres que ha acuñado es el de la Casa Encendida de Madrid, que procede de la obra de Luis Rosales si no me equivoco. Pero hay otros nombres como Amena, Opencor, Aptiva, AlterArte, BioSoy, Presuntos Implicados, y muchos más que son verdaderamente de su creación y tienen mérito.  
Decía Camilo José Cela que los títulos de los libros nunca debían llevar acento ortográfico y veo que todos los nombres de F. Beltrán cumplen esta regla. Pero los títulos de los libros son otro cuento, y si nos limitamos al del naming habrá que decir que son muletilleros pero también muy sinestésicos, esto es que pretenden evocar a través de la sensación fonética sensaciones de otro orden como la facilidad, la fiabilidad, la asertividad y un largo etcétera. Otra característica es que son globales. Son palabras "translingüísticas". Agotados los usos de los nombres mitológicos y clásicos, que llegaron a hacerse pesados, se ha recurrido a palabras aparentemente más simples y pegadizas, como "amena". Los nombres de los modelos de los coches, de muchos productos, pasan por eso proceso que les permite entrar en el mercado. Curiosamente los coches de una determinada marca pudo adoptar casi todos los topónimos de provincia que tenemos, como si esos nombres fueran del dominio público y no fueran parte del branding.
El otro día contemplábamos el caso ofrecido con la polémica de Lucía Etxebarría, que ve comprometido su modus vivendi con la piratería informática. Y no nos salían las cuentas de la ley de la oferta y la demanda, puesto que no nos era posible determinar qué es lo que está dispuesta a pagar la gente por leer un libro específico. O veíamos que no era ese el problema, un desequilibrio de la ley de la oferta y la demanda, sino que tenía que haber otro factor más. Y, siguiendo con mi librito (50 cosas que hay que saber sobre Economía) pronto he salido de dudas (es un decir). El concepto de "la utilidad marginal" es el que explica la paradoja del valor. Si Lucía Etxebarría desea saber porqué se gana mejor la vida David Beckham que ella, que pasa tantas horas trabajando, solo tiene que leerse ese trocito de la Wikipedia que he enlazado. De hecho David Beckham me parece que ya se gana la vida exclusivamente a través de la publicidad, una publicidad sobre él mismo y el valor marginal que su imagen le añade a una hoja de afeitar o a unos calzoncillos. 
Me estoy acordando de cuando lo fichó el Real Madrid, casi simultáneamente al fichaje de Ronaldinho por el F.C. Barcelona. Algún periodista amarillista le hizo notar al brasileño que Beckham era más guapo que él. Y Ronaldinho le contestó que Beckham tenía un asesor de imagen. La respuesta, para algunas personas aún podía subrayar más la falta que le hacía a Ronaldinho una ortodoncia, pero para mí subrayaba una realidad, la que estoy intentando entender.

He conocido a lo largo de mi vida unos cuantos casos de alcoholismo y me parece que dejar la bebida es de las cosas más difíciles que hay no tanto por las razones adictivas intrínsecas de fermentados y licores como por su omnipresencia en la vida social. Las Navidades son sin duda el pico de la utilidad marginal y el atracón, pero también lo son de la ingesta de alcohol. Se empieza por el vermut y el cava, se sigue con el vino y luego no falta el güisqui, el coñac o el anís. Es imposible para un alcohólico substraerse a la tentación de esas bellísimas botellas donde se encierran como genios en su lámpara los elixires y los  bálsamos donde bellísimamente desfilan las burbujas evanescentes y resbalan las lágrimas más ardientes. De manera que el tema de la polémica que provocó Lucía Etxebarría lo dejo aparcado por una buena temporada con la conclusión de que el escritor que pretende ganarse la vida dignamente escribiendo -que no es lo mismo que "escribiendo dignamente"- no le queda más remedio que recurrir a las subvenciones o bien recurrir a la publicidad, el branding, el naming. Todo es Maya.


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25.12.11

El humor es una cosa muy seria


A Isabel S.T. en su reciente maternidad

a no hago belén. Aunque hace años que dejé suelta la gallina, que me costó 800 pesetas en la Fira de Santa Llúcia, y tengo al ángel Gabriel en el dormitorio. Pero la tradición del pesebre tiene a mi entender mucha gracia y si se le dedica algo de tiempo y atención recrea el misterio de la Natividad. San Francisco de Asís parece que fue el primero que montó un pesebre, en Greccio, y lo hizo con un buey y una mula vivientes y cuando llegó el momento añadió una figura con el Niño Jesús. Desde esta abstracción inicial que enraiza con las profecías de Isaías, hemos llegado al nacimiento napolitano clásico y, como es fácil de adivinar, a todo tipo de representaciones y dioramas. A veces hay figuras de distintas proporciones, a San José suele no aguantársele la vara aún no florida, y se suele acudir a la ilusión de que todo está pasando a la vez y queda como congelado: la adoración de los Reyes y la de los pastores, la lavandera que lava pañales y los tiende en el romero. Lo propio es no poner la figura de Jesús hasta la Nochebuena, pero casi nadie se espera.
La presencia de los animales es tan patente en los belenes que me atrevo a decir que no se había congregado tal número de especies desde lo del Arca de Noé, que ya es, y que tal vez no volverá a congregarse puesto que las bestias que aparecen en el Apocalipsis son de otra naturaleza. Por cierto, el texto que recoge la Wikipedia en español transcribiendo uno de nuestros villancicos más antiguos dice: "Riu, riu, chiu | la guarda ribera | Dios guardó el lobo | de nuestra cordera" cuando en realidad y, como se esperaría y vemos en la Wikipedia en inglés, es  "Dios guardó del lobo a nuestra cordera". La verdad es que el cancionero de Uppsala, que es donde se encuentra la versión más antigua del villancico, es la primera, ininteligible.
Un año nos trajo de Zimbabue una japonesa un belén. No nos atasquemos en el planteamiento inicial, no le demos más vueltas ni explicaciones, y digamos simplemente que la japonesa lo compró sin conocer el misterio de la Navidad. De manera que cuando fuimos desembalando el contenido de la caja donde lo trajo empezaron a aparecer pastores y más pastores y venga pastores. Muchas ovejas, bueyes también. Yo ya empezaba a preocuparme cuando apareció el Niño con su cunita entre pajas. Lo que no había era una figura de San José y si bien es cierto que un pastor puede hacer de otro pastor, lo que no puede hacer es de San José. No fue nada difícil explicarle a la japonesa en qué consistía la escena, aunque el hecho de que no estuvieran los Reyes con sus camellos reducía notablemente la representación y la historia. Se diría que lejos de tomar a la Sagrada Familia como ejemplo de conducta a seguir, es la Sagrada Familia la que se ha ido adaptando -en los pesebres, claro está- a nuestras tendencias. De hecho, lo propio es que ahora la Virgen abortara o que acudiera a cualquier otra de las formas de anticoncepción que existen. Y eso que, no se crean, una gran parte de las mujeres que ahora interrumpen sus embarazos son señoras de 30 años para arriba y "reincidentes". También podría decirse algo de la reproducción asistida para referirnos a algunos pastorcillos o al propio San José, del cual soy devota. Pero la broma por lo menos a mí no me iba a gustar. Y, coincidiendo otra vez con Winston Churchill,  diría aquello de que las bromas son algo muy serio.
Dejando de lado que las interrupciones de los embarazos y la reproducción se han convertido en un negocio como otro cualquiera, como lo puede ser la implantación de prótesis mamarias o la elaboración de chorizos, espero y deseo que esa ley de interrupción del embarazo o algo así que sancionó el Rey este año horrible sea derogada. Por horrenda.
El otro día Turquía rompió relaciones diplomáticas con Francia a causa de que la Asamblea Nacional ha aprobado un proyecto de ley por el cual se prohíbe negar el genocidio armenio. Ya se sabe que todos los genocidios son negados. Hasta se diría que una de las condiciones características de los genocidios es que son negados y, aunque parezca absurdo podríamos incluso afirmar que si un genocidio no es negado no es un genocidio verdadero. Pero no. Muchas personas comparan el genocidio de nazis y comunistas al aborto. Yo prefiero no hacerlo, aunque las cifras sean en todos los casos espeluznantes. Si acaso solo rescataría la noción de cómo nuestros sentidos y nuestra razón se van haciendo a todo.
M. Rajoy se comprometió hace menos de un año a que, si ganaba las elecciones, derogaría la llamada eufemísticamente ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción del embarazo. Espero y deseo que así sea. Contra otra ley que se comprometió a reformar, o contra su espíritu, salió ayer antes del tradicional discurso del Rey un anuncio muy bueno, buenísimo, de Campofrío. Y es de Alex de la Iglesia. Pues eso: "Que nada nos quite nuestra manera de disfrutar de la vida". Feliz Navidad.

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24.12.11

Casa, cosa, caso

ara jaleo el que se ha organizado con el caso de Laia Martín en Gerona. Aunque "La Vanguardia" habla de que la estudiante de piano ha sido denunciada por practicar en su casa y el fiscal pide 7 años de prisión, así dicho de forma tan simplificada, nos llevamos por delante varios agravantes: que "practicaba", esto es, ensayaba, prácticamente todo el día (de 9 a 1 y de 2 a 6) y a diario, que desde el año 2004 si no me equivoco, la familia había sido requerida para insonorizar su domicilio, en Puigcerdà. Por esta razón un caso que podría ser de mera "contaminación acústica" se tiene que solucionar por vía penal, debido a que se desoyeron las amonestaciones ordinarias y se produjeron supuestamente "lesiones psíquicas" en la vecina de la denuncia, entre las que la más abrumadora es un estado de ansiedad ya instaurado. El abogado de los Martín es del gabinete Roca i Junyent, uno de los mejores de Cataluña, cosa que nos permite justificar el vuelco que ha adquirido el caso, favorable a la intérprete. El fiscal también pedía la inhabilitación de Laia Martín durante 4 años, cosa que es la que en general todo el mundo está de acuerdo en que es una petición más que desproporcionada, descabellada e irracional. Lo de los 7 años de cárcel se puede conmutar por otro tipo de rehabilitación. Pero esta joven no puede ir por el mundo haciendo lo que le da la gana impunemente. Sobre todo porque hay alternativas.
España suele ser la primera en proezas como el mayor consumo mundial de cocaína y en cuestiones parecidas. También está en los primeros puestos del ruído. Por no decir que el tono medio cuando la gente habla es fortissimo. Como la alegría está asociada al alboroto y a la bulla, la contaminación acústica goza de una tolerancia que viene a sumarse al prestigio del piano como instrumento musical supremo y de talentos descomunales. Hay países en los que está prohibido poner la lavadora en domingo o en los que hay comunidades de propietarios que no aceptan niños, cosa que tampoco es nuestro ideal.  Sin embargo, esta inmunidad de las familias ruidosas, de quienes lo mejor que se puede decir es que les importa un comino el bienestar de los vecinos, no merece ni la menor transigencia. Es igual que la gente más primitiva haga sonar una vuvuzela porque su equipo favorito ha metido un gol, que si la niña tiene talento para tocar el vals del minuto en 59 segundos. 
Un compañero de trabajo al que hace años que no veo pero de quien siempre recordaré que tenía los nervios de acero, como las cuerdas de un piano, hizo el servicio militar en un GOE (Grupos de Operaciones Especiales). Un día me explicó que los entrenaban para padecer tormentos acústicos. Los dejaban horas encerrados con grabaciones entre las que la peor no era el llanto estruendoso de un bebé. Y eso venía a cuento porque acababa de nacerle una hija y porque aquellas navidades soportamos varios tardes un disco con villancicos de los Pitufos (de 3 a 10 de la noche). Pero siempre hay cosas peores. Y como en otros casos, cuanto más se repite una molestia, más se intensifica su intolerancia.
Ya tenemos que aguantar en esta vida engorros e incordios que son inevitables, ineludibles, como para transigir con los gilipollas de la música, sea un piano de cola o el loro de un rapper.
Permítanme que les diga lo que yo hubiera hecho en el caso de la vecina de Puigcerdà. Me hubiera comprado una batería o un trombón, o unos cuantos discos de tambores africanos, que los hay. O no, mejor siempre el mismo. Estaba pensando en la entradilla de una boda zulú con el equipo de música a tope. Les aseguro que funciona y no como venganza, es que entran en razones.

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23.12.11

Nudo marinero

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A través del espejo

A fanatic is one who can't change his 
mind and won't change the subject
Winston Churchill



yer cuando pasé por la Lotería Valdés, en la Rambla de los Estudiantes, me sentí un poco como doy a entender en la foto volteada, como Alicia a través del espejo. Ya hacía rato que había salido el número del Gordo y hasta los sucesivos. Ya hacía rato que yo sabía que este año no iba a tapar agujeros. El caso es que tenía mi poco de ilusión porque el lunes pensé en cambiar el código secreto de cuatro cifras de mi tarjeta y di con un número que en mi cabeza disléxica no encontraba tropiezos ni resistencias. El miércoles vi ese número exacto en una administración de mi barrio y compré un décimo. Nada, no me ha tocado ni la devolución.
La paranormalidad se complace en mostrarnos espejismos y supercherías de ese género, pero los milagros funcionan de otra manera, sin regodearse tanto en lo aparente. ¡Ay las formas! Las formas a las que apelaba ayer Albert Rivera cuando en el Parlament el conseller Economía, uno de los minnesotos, Andreu Mas-Collell, le recriminaba que su cabeza no le daba para más. Andreu Mas-Collell lleva una semana muy mala. Primero nos emitió anteayer una nómina a una parte de los empleados públicos en los que estaba descontado el IRPF de la paga doble que, si la cobramos, será el día 28. Si la cobramos. Tanto estudiar en la  Universidad de Massachussetts para esto. Después de recibir el aviso de mi entidad bancaria por SMS de que me habían ingresado la nómina (solo un 82% de la paga ordinaria) me fui derechita a casa a ver el correo electrónico corporativo. Había un aviso de nuestro goebbleiano gabinete de Comunicación en el que faltaba toda la matraca que ponen al final con abetos y margaritas, de que no imprimamos, no fumemos, y de que el mensaje es confidencial y va dirigido al remitente. ¿Precipitación? Seguramente no sabían nada pero pretendían evitar con uno de esos mensajes urbi et orbe un alud de llamadas de todo el personal. Después había en la bandeja un mensaje de tono paternalista del gerente del ICS llamando al esfuerzo y una felicitación de Navidad con una poesía de Josep Mª de Segarra de parte del conseller de Sanitat, Boi Ruiz.  No nos podrían tratar peor. ¿O sí? Seguramente sí. La nómina que nos han colgado en la intranet es como si nada hubiera pasado y me temo que es lo que legalmente cuenta y sienta precedente. No tengo ningún inconveniente en que la vean, pero les aseguro que lo que me han pagado este mes apenas llega a los 1100 euros. Por si fuera poco amenazan con no pagar al Estado nuestra cotización a la Seguridad Social. Retenerla un tiempo.

Mas-Collell ha pedido perdón a través de esa prensa que subvenciona prácticamente en su totalidad, pero ha aducido motivos informáticos, con lo que de rebote deja a los técnicos en sistemas como unos ineptos. Ha pedido perdón por habernos hecho lo que nos ha hecho cuando nada sabíamos, en el último momento, sin dar explicaciones. Como si el perdón fuera una cosa que se pudiera degradar hasta ese gesto de un cierto desentendimiento. Nuestro Govern actúa con prepotencia y están descalificados moralmente porque nos ha usado a los empleados públicos contra los gobiernos saliente y entrante en Madrid. Hasta un periodista tan moderado en su lenguaje como Fernando Onega dio a entender hace unos días que había un cierto ánimo coactivo en la estrategia de CiU. Por no decir directamente "de chantajistas".  
Como de los 13 designados que ha nombrado Mariano Rajoy hay 8 que han superado procesos de oposiciones en la Administración del Estado, algunos de ellos muy selectivos, pienso que tendrán más respeto por la función pública. A pesar de que todos los recién nombrados ministros están muy preparados y conocen la Administración y hasta la empresa privada, "El País" señala que son todos "amigos" de Rajoy. Ese titular, un tanto ponzoñoso, a mí me hace reír porque ya quisiera en el PSOE, cualquiera de los que se están preparando para ser secretario general, tener 13 amigos. No es fácil tener 13 amigos siquiera en la vida alejada de la política. 13 personas en las que confiar no las junta casi nadie. Y precisamente no están los socialistas ahora en condiciones de hablar de cargos de confianza. No solo porque el gabinete de Zapatero era de un nivel académico y laboral muy bajo, en general, sino porque están a la greña.
Una de las anécdotas que se atribuyen a Winston Churchill tuvo su escena en el Parlamento británico, el día en que empezaban sesiones. También empezaba un joven político que cuando se sentó le dijo a Churchill señalando la bancada de delante: "Ahí están nuestros enemigos". Churchill le rectificó y le dijo: "No, esos son nuestros rivales, nuestros enemigos están aquí".

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21.12.11

Los acordeones del Palermo

ni sona, ni sonarà
perquè té sa pell de ca
i sa canya qui no és bona.
I jo que volia tocar...

En anar a segar a es canyar
colliràs una canyeta
per sa meva ximbombeta
pes darrers dies sonar.

Sa ximbomba ja és passada,
jo que volia ballar
i mumare em fa filar
cada vespre una fusada.
Trad.  balear, Cancionero de Pedrell (*)



ace unos días hablando con un médico me comentó que había tenido la idea de regalarle unas castañuelas a unos congresistas por un evento internacional, como recuerdo de España. Yo le dije que lo que les suele gustar mucho a los extranjeros son los abanicos, y que los hay muy vistosos y nada caros. Además, como es natural, todos quieren probar las castañuelas y hay muy poca gente que sepa siquiera "calzárselas", de manera que el regalo queda en un chasco, si se me permite la observación. El abanico lo sabe usar casi que cualquiera. Una vez estuve intentando enseñar a una alemana el manejo elemental del abanico, su despliegue saleroso y de una vez, como un escupitajo o un saludo, y me costó Dios y ayuda, pero al menos podía mostrárselo. Lo de las castañuelas no es más difícil. Tengo unas (solo las de una mano, pero no sé si están siquiera afinadas ni para qué mano) que hizo mi abuelo Melé al menos hace 65 años. Son pequeñas porque las hizo para su hija menor cuando era solo una niña. Como es natural, o no, están hechas con madera de castaño y tiene una sonoridad muy especial. Lo de las castañuelas no es más difícil, digo, pero yo no paso de lo que se llama el "riá riá pitá, tarriá tarriá pitá" o carretilla a la que se refieren los flamencos. Los flamencos se enlazan las castañuelas al pulgar; los payeses pitiusos, a la palma, pero es que también son mucho más grandes. Aunque en el vídeo que he embebido no se oyen las castañuelas ni el tamboril ni la "flaüta", si se pueden ver unos vestidos y unos adornos de aire bereber preciosos. A mí las castañuelas payesas de "es passets" son las únicas que creo que me han emocionado, aparte de las de mi abuelo. Tengo la manía de que las castañuelas proceden de los crótalos de madera, pero es una manía que no le hace daño a nadie.
Inicié la semana pasada en el fonógrafo que siempre les tengo puesto ahí para su solaz o curiosidad, una serie de incorporaciones con instrumentos del mundo, instrumentos que no tienen un repertorio clásico o sinfónico y cuya pedagogía normalmente es popular o familiar. Por extensión también incluiré instrumentos musicales raros o curiosos, como el theremín, la celesta, el carillón, el arpa de agua, la tuba o el berimbau, y otros como los que suele incorporar Pascal Comelade en sus performances.
He consultado la página web de un artesano de la zambomba, Laureano Estévez, pero no se llega a afirmar que sea un instrumento hispánico (**) ni falta que hace. Hay un petadou provenzal en nuestra vecina Francia, pero que yo sepa más al norte ese instrumento no existe. También se podría decir que aparte de un uso procesional, todo lo demás es lúdico y muy alegre. Verán que en el Villancico del Gloria domina donde no llega la guitarra y la botella de anís "El Rubalcaba", ay, perdón, "El mono", rascada, que también se deja sentir.
Esta música popular y rural no me parece menor que los violines de la orquesta del Titanic tocando "Yo creo en tí Señor" ("Nearer my god to thee") cuando se hundía. Lo contó por lo menos un superviviente. Ophüls incrustró esa maravilloso himno en "Le plaisir" (1952), y luego puso el "Ave verum". Entonces está la magnífica escena en la que todo el mundo en la iglesia del pueblecito se pone a llorar inopinadamente, embargado por un sentimiento incontenible de misericordia -que no de histeria- colectiva. Es una película colosal, injustamente poco emitida en la televisión y más desconocida que la madre que me parió. Algo también tuvo que ver en ese desahogo que asistían a la misa, que era por la primera comunión de los niños del lugar, una tía suya, una madame de Rouen con todas sus chicas del vestíbulo, ay, perdón, prostíbulo, al completo.
Ya que hemos sacado a colación un naufragio (se podría decir "el" naufragio) podríamos añadir en este concierto o desconcierto los acordeones del Palermo. Fue, según le oí a Manuel Rivas, el año 1905. Nada se pudo hacer por rescatar a sus 22 tripulantes. Una música estremecedora hacía saltar el corazón de la Costa da Morte y es que el Palermo llevaba un cargamento de acordeones y el reflujo de la orilla hizo el resto.

"Ball pagès" en Santa Gertrudis (Eivissa | Ibiza)
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(*) La zambomba ya no suena,| ni suena ni sonará | porque tiene la piel de perro | y la caña que no es buena. | Y yo que quería tocar…|| Al ir a segar al cañaveral | cogerás una cañita | para mi zambombita | para que suene los últimos días. | La zamboba ya pasó,| yo que quería bailar| y mi madre me hace hilar | cada noche un huso entero.
(**) "La zambomba o tambor de fricción es un instrumento de música, de arraigada y antigua tradición popular, encuadrado dentro de los instrumentos de barro.
Tradicionalmente las zambombas se han elaborado en las casas utilizando objetos del ajuar doméstico: cantaros, orzas y macetas, o de su entorno próximo: arcaduces y atanores (trozos de cilindro de barro cocido que se utilizaban para la conducción de agua) estos objetos se cubrían con piel, vejiga o tela, (membrana) y sujetando en dicha membrana una caña o carrizo en el centro de la misma.
Actualmente la elaboración casera se da en muy pocos lugares y se impone donde las hay la comercializada con formas derivadas de las originarias y artesanales.
El sonido se produce al vibrar la membrana  cuando se fricciona la caña o carrizo con la palma de la mano  humedecida o con los dedos húmedos. Su sonido es grave, ronco e indeterminado y viene a marcar el ritmo de las coplas y romances.
La zambomba es un instrumento popular que tradicionalmente se ha utilizado en diversas épocas del año y en distintas reuniones vecinales, de trabajo o festivas."

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Hijos de vecino

na de las condiciones que ineludiblemente se encuentran los constructores en Barcelona es la de su orografía, sobre todo porque los arquitectos y los albañiles le han ganado terreno a la sierra y a las colinas y se ha edificado sobre solares imposibles. Ya dije una vez en algún lugar del extinto blog enciclopédico *A la flor del berro que los desniveles se salvaban con mayor o menor acierto pero que en mi opinión los edificios lucen mejor sobre un plano horizontal. Sobre todo si son de líneas rectas. Como además últimamente los bloques de pisos no llevan tiendas o llevan muy pocas, a favor de los garajes, esas puertas metálicas levadizas que los abren yo diría (siendo lo más objetiva que puedo ser) que son horrorosas. Luego no falta el graffitero que contribuye al feísmo definitivo cuando firma tres mil veces con un aerosol cargado de pintura, cosa que si bien lo miramos nada tiene que ver con los murales de arte urbano, los stencils y algunas pintadas que hay hermosísimas por las calles. El graffiti de rúbricas es, perdonen, como una meada para marcar el territorio. Solo que las meadas se pueden limpiar mejor.
La otra condición de esta ciudad es la proliferación de mobiliario urbano. Una es más bien zen, por lo que pueden ver no ya por el Wuanyu de ayer sino por el propio aspecto de esta bitácora, que intenta no recargarse demasiado. Una calle, por estrecha que sea tiene que soportar las papeleras, los postes, algún buzón, los parquímetros, alguna bicicleta, motos. Si la calle es un poco más amplia o nos vamos a un bulevar, además de los sufridos árboles nos encontraremos con las marquesinas de los autobuses, los caminitos de caucho que les han puesto a los invidentes, los pirulís, las cabinas y los postes telefónicos, el carril bici, los ciclistas que van por donde les parece, las terrazas contributivas de los bares y esas familias que caminan como un solo hombre en formación cerrada barrando el paso. Por cierto, el olor que sale de las papeleras, por las cacas de los perros,  revuelve hasta la primera papilla. Cuanto más ancha es la vía, más posibilidades tiene de que se instalen en ella ferias y otros eventos temporales lucrativos o festivos, además del top manta. Eso por no decir nada de cuando miramos hacia arriba y vemos los tejados acribillados de antenas y las torres de alta tensión en Collserola
El domingo cual no sería mi sorpresa cuando vi que en el Moll Vell, donde el año pasado había además de los embarcaderos acribillados toda la parafernalia de la World Race, no había nada. Nada no, estaba el mar. Estaba todo despejado. 



Se podía ver lo que se deja apreciar en la foto hecha con el móvil, todo el embarcadero desalojado, con la mar al aire, el circo Raluy (*) y la basílica de la Merced, y menos la Capitanía General. Las dársenas de la Zona Franca, que no las puede transitar todo hijo de vecino, son más desahogadas y amplias. Se dejan ver desde la cercana montaña de Montjuïc, el morro que queda por Miramar y los jardines de Costa i Llobera. Yo pude entrar una sola vez porque estaba allí anclado el barco en el que navegaba mi primo Jesús. Marina mercante. El puerto de Hamburgo, que es donde él vivió cuando vivía, es tan grande que yo diría que se puede estar un día andando y no darlo por visto. Enorme.

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(*) La letra capital de hoy es precisamente de uno de los carromatos de Circo Raluy, que suele sentar sus reales por estas fechas cada Navidad y espero que por muchos años.

20.12.11

Post 766: Ser o no ser

"Si los demás te critican, provocan, difaman o vilipendian,
retrocede y obsérvate. No alimentes
la aversión,
 no te enzarces en disputas
 ni caigas en la depresión, 
el enfado o el resentimiento.
Ve más allá y actúa como si no hubieras visto  ni oído 
nada. Finalmente la peste de la maldad se
desvanecerá 
sola.
Si decides luchar terminarás inevitablemente
 encadenado"
Yuanwu

eí el lunes algo de la polémica que se ha suscitado con la declaración de la escritora Lucía Etxebarría sobre su abandono del oficio por causa del pirateo. Leí la noticia en "El Mundo" más toda la retahíla de comentarios, muchos de ellos de los mismos participantes y para mi gusto bastante desabridos e irrespetuosos. Eso se ve y cada día más en todos los diarios digitales. El tema de la piratería, cada vez que sale en cualquier medio, atrae una serie de personas que estoy segura de que podrían hasta ser siempre las mismas, que impiden con esa actitud la participación de otras ante el temor de ser atacadas. Se suele decir que Lucía Etxebarría ha sido denunciada por plagio hasta tres veces, y también que sus reacciones en las redes sociales son una especie de marketing que precede el lanzamiento de cada una de sus novelas. En cualquier caso, admitiendo que todo el mundo tiene su poco de razón -excepto los que insultan, claro está- la determinación de la autora es interesante al menos para mí porque no es corriente que los escritores ni tampoco los editores hablen abiertamente de lo que está pasando en su entorno. Es decir, que su opinión cuenta por todo eso y más, especialmente a sabiendas de que es una escritora famosa. Creo que sus libros se encuentran fácilmente en las librerías y hasta en las bibliotecas, cosa que no pueden decir otros escritores. Por otra parte ya lleva unos cuantos años al pie del cañón y eso también es digno de consideración porque se puede decir que tiene criterio y experiencia.
El nivel de algunos participantes en los foros digitales queda inmejorablemente retratado cuando relacionan la SGAE con los escritores, puesto que la SGAE solo representa como mucho a los autores de obras dramáticas, pero nunca o hasta el momento a los narradores. La selva de entidades de gestión para los derechos de propiedad intelectual de los diferentes creadores es como para despacharla en 2 tardes, pero no en menos.
No he encontrado el libro Economía para dummies y una nunca sabe si es porque hay muchos dummies o pocos ejemplares. A cambio me he comprado 50 cosas que hay que saber sobre economía, aunque no me hago ilusiones porque el autor de entrada tiene un prólogo más estiloso y provocativo que otra cosa. Los dummies necesitamos un discurso más sereno y más básico. Espero aprender algo. En fin, que ya me encasquillé no ya en ese prólogo sino en el primer capítulo de los 50, el que trata de la oferta y la demanda. Y es que ya no me salen las cuentas de la oferta y la demanda porque en el libro se afirma: "El precio de un bien es perfecto cuando su oferta y su demanda son iguales". De manera que yo, siguiendo con la indignación de Etxebarría, estoy pensando en cuanto tendría que bajarse el precio de los libros para que los lectores potenciales estuvieran dispuestos a pagarlo. Y ese precio solo cubriría las aspiraciones del autor si le permitiera vivir dignamente, cosa que para mí tanto quiere decir un nivel de vida con las necesidades elementales cubiertas como ser independiente y no un palmero clientelar del gobierno de turno (subvenciones y premios).
Volveré a meditar sobre este tema pero no porque me sienta atraída por el mal, que no. Más bien, sin saberlo, casi siempre he actuado de acuerdo con el budismo zen o al menos con Wuanyu. Casi siempre,  cuando me he resistido al mal, por error que no por odio, pronto me he arrepentido y no por cuestiones morales, no, sino por cuestiones de que es "pecado" perder el tiempo en todo aquello que no es lo que nos toca. De manera que, de forma provisoria, yo diría que Lucía Etxebarría tiene que dejar el Facebook (que tantos disgustos le da y da) y escribir, si es que es lo suyo. Sino siempre podrá seguir trabajando en la SER y ser, como decía Josep Pla, escritora de los domingos por la tarde. Lo que no puede ser es que la ley de la oferta y la demanda funcione poco más o menos como la ley de Murphy.

Foto: Marsel van Oosten

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Tontos pero honrados

"Puede ocurrir que el artista fracase históricamente porque no encontró quien reconociese su portentoso talento desplegado fuera de época o en circunstancias adversas. Pero puede ocurrir también que el artista triunfe gracias al talento del espectador para sobrevalorar su obra, que es lo que ocurre con muchos de esos pintores cuyos cuadros sin duda mejoran con el embalaje. Hace años que rehuyo los fastos de las galerías de arte, pero sé de artistas que ganarían mucho si inaugurasen sus exposiciones coincidiendo con su clausura. Pero ocurre también con muchos poetas, que una vez concebida su obra mediocre, todavía la empobrecen al recitarla con ese pretenciosa mezcla de asfixia y declamación que no sabes si se merece un aplauso o un balón de oxígeno. Corren tiempos muy generosos para calificar el talento. Pero algún día nos daremos cuenta de que nos tomaron el pelo. Y de que en algunas galerías de arte el único aliciente es la chavala de la limpieza. Y comprenderemos que en muchos incendios sólo vale la pena salvar las llamas" (José Luis Alvite, Cuando el talento lo pone el espectador)

eseando estoy hincarle el diente -es un decir- a Economía para dummies. El único libro que he tenido para dummies anteriormente era uno de cocina, donde se explicaban labores tan elementales como freír un huevo. Pero si no recuerdo mal se subtitulaba "para inútiles". Supongo que habrá quien podrá elaborar un ciervo a las finas hierbas o darle el punto a la pepitoria o a la bullabesa sin saber freír un huevo, pero a mí siempre me ha gustado tener unos ciertos fundamentos en cualquier saber en el que me he pretendido introducir. 
Antes de estos libros para torpes hubo un florecimiento de las colecciones francesas de iniciación a muchos temas, donde la de "Què sais-je?" era una referencia obligada, pero no la única ni la mejor, de manera que gracias a muchos libros franceses nos podíamos introducir en muchos temas a los que no se podía acceder desde los textos para expertos, muchas veces pensados para su lucimiento o para mantener el conocimiento lo más preservado posible de los aficionados. Los libros del colegio casi en su totalidad me parecieron siempre absurdos, un lugar en el que se dirimían tendencias, subvenciones y hasta teorías pedagógicas extravagantes.
Ahora que estoy tomando clases de dibujo casi invariablemente noto que hay personas que creen que estoy desarrollando mi creatividad. Y de hecho pienso que hay centros que es lo que ofrecen eso fomentar la creatividad o la expresividad. Como en todo lo demás, me parece muy bien, pero lo que yo busco es adquirir la técnica y no creo que exista per se una condición que haga que la técnica cercene la creatividad. Al contrario. No dudo que habrá personas dotadísimas para el dibujo, como las hay para la música, que sean capaces de poder prescindir de esas nociones o que las puedan adquirir en dos tardes (como adquirió Rodríguez Zapatero sus nociones de Economía). Se suele decir que Pavarotti no sabía leer música, y anteayer recordamos a Cesária Évora tuvo siempre una sed monstruosa, cosa que en otros cantantes hubiera sido su condena vocal. La obsesión de los guitarristas con sus uñas y la de los cantantes por su diafragma y en general por la técnica a veces es más que una ayuda una manía atenazante y tiránica. Pero ahí está la cosa, como siempre, y lo contrario de la laxitud no es la opresión, es el orden.
Una cosa son los torpes y otra los necios, bobos, memos, estúpidos, idiotas, badulaques, sanciroles y zoquetes en general. Y ocurre que es muy común encontrarse con gente que nos trata a los demás como si fuéramos tontos. El hecho de que nos traten como a tontos no les hace más inteligentes.  Y no digo que no lo seamos,  tontos, que seguramente sí, pero esa actitud no se sostiene.
De Economía poco sé, sé menos que un dummy, pero sí que entiendo algo de subvenciones  y de terciarismo en general. Cuando ayer en el debate de investidura se habló de eliminar las subvenciones nominativas me alegré, aunque lo de "nominativas" ya me gustará ver en qué queda. Somos muchos los que estamos convencidos de que gran parte de la corrupción y de la mala administración tiene que ver con las subvenciones. El Boletín Oficial del Estado del sábado plasmaba precisamente ayer una subvención concedida por Trinidad Jiménez a Onuart, fundación presidida casualmente por Miguel Ángel Moratinos. 2,6 millones de euros para el mantenimiento de la Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de las Civilizaciones en la oficina de la ONU en Ginebra, conocida también como «la cúpula de Barceló» o «la Capilla Sixtina de la ONU» , que se cae. 20 millones de euros nos costó.
Este género de maniobras en el presupuesto del Estado a tres días del traspaso del poder no es ni en su volumen ni en el gesto una tontería, si se me permite agotar la palabra hasta ese límite. Especialmente con el déficit que tenemos. Pero ¡cuántas veces no se han blindado contratos laborales al cambio de una legislatura! Tantas, que si en el futuro siguen habiendo libros (no subvencionados), aunque sean electrónicos, aunque no sean para dummies, habrá que explicar en los de Historia lo de las subvenciones. De hecho sería imposible explicar la historia reciente sin las subvenciones y los premios clientelares.
Tal vez lo más opuesto a las subvenciones nominativas y a las subvenciones en general sea el incremento de las pensiones. Y es que quien más quien menos, no hace falta ser una lumbrera, cualquiera sabe que el dinero de las pensiones beneficia a todos ya que sanea un poquito las maltrechas economías de algunas familias que lo están pasando mal. Otra medida que me alegra es la de la restauración de un ministerio de Agricultura.  Seguramente España solo sirve para el Turismo y la Agricultura, y el Turismo está demasiado relacionado con el ladrillazo y la especulación más salvaje, así que es una muy buena noticia si todo va bien.

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19.12.11

Aquel verano

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Proa

Catedral de Barcelona
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18.12.11

Sodade

Si bô 'screvê' me
'm ta 'screvê be
Si bô 'squecê me
'm ta 'squecê be
Até dia
Qui bô voltà
Sodade (*)


sta noche ha muerto Cesária Évora. En las lenguas de la lusofonía diríamos "murió", cosa que no parece tan definitiva pero que para el caso es lo mismo. Fue "descubierta" a sus 47 años y llenó un espacio muy grande que nunca podrían haber llenado ni 100.000 trillizas de Julio Iglesias ni todas las indies "cutreposh" del mundo de la fonografía. Solo hay algo peor en el mundo del espectáculo que las indies y son los monjes shaolin. Y quiero hacer constar que yo he estado y muy a gusto en la Bodega Bohemia de Barcelona, que se extinguió el año 2000, creo. 
Hace unos años sacaron un disco con duettos y recuerdo, siguiendo con las comparaciones odiosas, como Caetano Veloso se desvanecía como la rosa de mantequilla de un pastel de bodas cuando entraba la voz firme, cálida, sabia, vivida, de la ex-alcoholizada Cesária Évora. Yo no sé si Cesária Évora bebió más o menos que Amy Winehouse, pero fumó como nadie y se ve que tenía unas cifras de colesterol HDL disparatadas y que a veces, cuando ya había abandonado el grog, se ponía morada de patatas fritas. 
A Bonnie Raitt, que viene del blues y no hace poco, se le nota en el mismo disco algo (muy poco) cohibida escorando al fado. A Pedro Guerra se le nota en su lugar. Parece como si Cesária Évora sin buscarlo pusiera a prueba los palos de los sombrajos de otros artistas. Su autenticidad, no su virtuosismo. Después cantó "Sodade" con Eleftheria Arvanitaki y ahí si hubo sinergia, por decirlo en griego. Dorota Miśkiewicz, de voz tan aterciopelada, también cantó alguna que otra canción, además de "Sodade".  
La saudade pasada por la morna es mucho más llevadera que en el fado, en toda su crudeza y a veces desgarro. El patois caboverdiano es casi como un portugués inventado para hablar con los niños pequeños. O suena como cuando Angelica Huston hace creo que de húngara en una película y dice con voz ronca   "ailalón in de guol" (I'm alone in the world, "estoy sola en el mundo"). Casi dan ganas de ponerse a bailar pero, evidentemente, como se baila en la morna, a la zozobra y en un espacio no muy grande y con esa sensualidad sin prisas de los isleños. 
En el álbum dejo hoy simplemente un recuerdo sentido por la caboverdiana y, lo que no es poco, una fotografía de Elisabete Miguel, amiga de Lisboa, de un gingko, ese árbol único en su especie también. 

Gingko biloba. Foto: Elisabete Miguel

(*) Si tú me escribes | te escribiré | Si tú me olvidas | te olvidaré | hasta el día | que regreses.

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16.12.11

El centro

Goizian argi hastian, | ene leiho-hegian
txori bat pausatzen da eta | goratik hasten kantan.||
Txori eijera, hain alegera, | entzuten haidanian,
ene bihotzeko tristura | laister duak aidian.||
Ene txoririk maitena, | zertaz jin hiz ni gana ||
Iratzarrazi nialarik | ametsik eijerrena.
Jinik hain goizik, uste hiena | baniala hanitx pena? ||
Ez, ez, habil kontsolatzera |  malerusago dena.

e suele decir que el plátano de sombra (Platanus X Hispanica) de Canterbury tiene más de 200 años, y será verdad, como se deja ver. También se deja ver que  no debe haber sufrido el podaje al que se somete a los plátanos de sombra de Barcelona, cada vez menos numerosos. Precisamente una de las razones por las que no prosperan es la de esas podas amputativas, que además propician enfermedades fúngicas. Otra de las razones es que en algún momento se asociaron a Convergència i Unió, siendo las palmeras casi un icono socialista. Las palmeras tampoco es que hayan aguantado bien en Barcelona, más que nada por el estrés y la contaminación, ya que las temperaturas son benignas. Cuando fue alcalde Maragall se plantaron muchas palmeras. Luego se probaron otras especies, más o menos ornamentales y que no fueran alergógenas, ya que el plátano lo es. Y si hubo un tiempo que solo se veían plátanos y acacias en Barcelona, ahora hay lo mismo 50 especies diseminadas por toda su extensión.
En los temporales de los últimos inviernos se han venido abajo infinidad de árboles, siendo este efecto dramático en la Sierra de Collserola que nos rodea. Parecían árboles bastante sanos hasta que un golpe de viento impetuoso los arranca por esas raíces que tienen que cuando se dejan ver ya se observa que no podían con el árbol. El terreno no les permite enraizar, y sin enraizarse el árbol no aguanta bien los embates del clima. De manera que el temporal de viento que hubo hace unos cuatro años si mal no recuerdo tumbó unas cuantas encinas que había en la Diagonal y no pocos pinos de la Sierra, incluso algunos muy aparentes.


Ahora que tantos jóvenes se van de España hacia el norte pienso en esa facultad que apenas usamos de poder movernos. Hay tres cuestiones que a mí me han impedido cambiar mi campamento: una mi dificultad física para hablar inglés o alemán o francés, a pesar de que con la gramática no se me presentan muchos problemas. Me cuesta mucho pero que mucho más que a la gran mayoría de personas entender otros idiomas. Cuando he estado en el extranjero pronto he visto que superados los primeros días luego todo es más fácil, pero ese escollo es sobrehumano. Me ofrecieron una vez un trabajo en Holanda pero tenía que estar entre mexicanos, y esa no era la idea que yo tenía de trabajar en el norte. Mi otra posibilidad de levantar el vuelo, aunque no la he investigado bien, es que aunque trabajo para el Estado no me puedo mover de Cataluña (?!!). Así que no veo de qué manera me podría ir, qué se yo, unos años a Madrid o a Gijón, por un decir, sin renunciar a lo que llevo aquí conseguido que tampoco es que sea una maravilla. La situación es muy desmoralizadora, sobre todo para los más jóvenes. La tercera cuestión, no la menor, fue la enfermedad de mi padre, que duró 8 años.

Platanus hispanica (Westgate Gardens, Canterbury, Kent, Inglaterra) (Wild about Britain)


España siempre había sido, excepto durante el franquismo, una tierra donde había fuertes movimientos migratorios. Lo anormal es lo que habíamos vivido los que tenemos media vida hecha, viendo solo como se iban a buscar trabajo a otros países los españoles y recibiendo apenas a ningún extranjero, sobre todo de países lejanos. Después la llegada de extranjeros ha sido masiva y como es natural de integración difícil.


Hace un tiempo que llevo puesta la dirección fija, voy a piñón fijo y simplemente me dedico a disfrutar de lo que tengo porque tengo la sensación de que ya lo tengo todo hecho y como mucho me aventuro en una clase de dibujo o en un nuevo libro, pero nada del otro mundo. No es la vía muerta, más bien sería el "viaje a ninguna parte". Se diría que no tengo "norte" pero tengo un centro, y que va conmigo. Tengo la sensación de que un día todo se puede confabular para que levante el vuelo (o para que me pase como a los árboles caídos cuando un ventarrón arrebatado los arrancó del suelo). 

"El centro" está amparado por una licencia SafeCreative #1112170758083
2022: 2212162883492
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(*) Con la primera luz de la mañana | un pájaro se ha posado | sobre el alféizar de mi ventana  || y ha comenzado a cantar alto. || Hermoso pájaro, tan alegre, | cuando te escucho | va rápido al aire | la tristeza de mi corazón. || El más querido de mis pájaros, | ¿a qué has venido a mí? || El sueño era más hermoso, | cuando me has despertado. | ¿Creías que viniendo tan temprano | se iría toda la pena? || No, no, anda a consolar || a otro más desdichado ||

Pobre barquilla mía

La alegoría de Lope de Vega que empieza "Pobre barquilla mía" y acaba "muriendo, todo sobra", supongo que ya no está en los planes educativos porque cato una cierta animadversión hacia nuestro más prolífico dramaturgo que solo puede aparejarse a la que se tiene a Camilo José Cela y por lo mismo. Y sin embargo yo voy a leer esos autores y otros cada vez que veo que flaquea mi competencia del español, sobre todo cuando me acucian dudas del sistema de las preposiciones y no sé si me contaminé de la jerga de la prensa, que lleva muchos calcos globalizados y es léxicamente pobrísima. Como no me gusta la literatura romántica ni el realismo y solo disfruto de una pequeña parte de la Generación del 98, no tengo más remedio que acudir siempre a los siglos de oro, el XVIII y algo del medievo.  Me sirven como de diapasón.
La pobre barquilla de Lope no sé si sería una alegoría sostenida fácilmente apreciable para sus lectores coetáneos, como lo es ahora -por un decir- el karma o equilibrio. Poco sé sobre el karma y aunque tiene alguna noción que subscribo, como la de que la vida es un aprendizaje, otras son inadmisibles. El otro día, por ejemplo, me vi casi entera una conferencia que le grabaron a Suzanne Powell, sobre el Karma, y en su transcurso afirma en un determinado momento que los que tienen asma es porque en otra vida "ahogaron" a sus congéneres exigiéndoles dinero y más dinero. Pienso que Suzanne Powell es una persona valiosa, bienintencionada y honesta, no tengo la menor duda. Pero ese tipo de afirmaciones son las que a mí me alejan de toda esa filosofía y me impiden acabar de aceptarla. Y, no se crean, lo del aprendizaje me parece razonable pero cuando me lo hago mío y pienso que nuestra vida es como una superación de pruebas, también quiero pensar que es como una obra de arte.
El día 14 alguien dijo en la blogosfera de sí mismo que era corriente y moliente. Quitando que yo no creo que sea corriente encontrar un hombre normal, vine a pensar en qué es lo que nos define a cada persona, cual es la pulsión o lo que nos mueve, lo que nos hiere, lo que nos gusta. Aunque no creo que tenga el menor interés hablar de quien soy yo, sí diré que hay dos tropiezos que siempre he ido encontrando a lo largo de la vida que son, bien mirado, complementarios. Uno es el de los tramposos o gente en general que engaña, género en el que incluiríamos a los hipócritas. Otro menos abundante, al menos en mi camino, pero que me consigue alterar  mucho, y es el de la gente que por estar bastante desocupada se dedica como un juez de línea a esperar los fallos de los que sí trabajan. Decía una jefa que tuve hace años, "el que no trabaja no se equivoca", y es verdad. Hasta cuando hablan bien de alguien es por jactancia.
¿Por qué digo que son tropiezos complementarios? Pues porque en el fondo las personas que recurren al engaño o a delatar las debilidades de los demás pienso que se tienen por poco. Tanto el hipócrita como el chivatillo necesitan otra gente para ser alguien, sea el colchón social que los arropa o justifica, sea víctimas puras y duras para realzarse a la menor ocasión. En el mar parece que no hay artimañas ni traiciones ("ni velas de mentiras,| ni remos de lisonjas") y, si acaso, nos engañamos nosotros mismos con nuestro insuficiente conocimiento de sus alteraciones o por nuestra desaprensión o descuido o arrogancia.
CABALAR (EFE) - La Coruña, Bahía de Vizcaya

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14.12.11

Kindle sorpresa


Kindle sorpresa
ace unos días me regalaron un Kindle de 99 euros. Pienso que es uno de los últimos libros con tinta electrónica que Amazon vendió desde Estados Unidos, porque cuando lo recibí ya se podía comprar en Amazon España. He descargado del propio Amazon algunos libros que son gratuitos y 5 diccionarios que se me preinstalaron como por arte de magia por el wifi. También me he bajado unos textos del Proyecto Gutenberg y otros que están en internet que se pueden leer después de “pedificarlos” o convertirlos al formato pdf, cosa que yo aprovecho para de paso agrandar la letra. No creo que por el momento compre ningún libro-e por la sencilla razón de que hay precios que me parecen abusivos. Pero como es natural si necesito algún libro cuyo precio me parezca razonable y no pretenda conservar, es posible que pague lo que me pidan.
Aunque los factores técnicos están bastante conseguidos y la lectura si no resulta agradable por lo menos no disgusta, mis reticencias son básicamente dos: que los libros-e que facilita el Kindle de Amazon son del comprador hasta cierto punto, porque lo que se compra es una licencia de lectura para el chisme que les has comprado, pero no se puede leer en otro cacharro. No es que yo haya prestado muchos o pocos libros convencionales (en mi vida privada, se entiende), pero ya sabemos que el hecho de que un libro lo podamos ir pasando de mano en mano lo hace muy rentable. Si quiero dejar a alguien leer un libro de mi Kindle tengo que dejarle el cacharro, con lo que le dejo también esos 1500 libros que tiene de capacidad. Además, cuando yo me compro un cepillo de dientes o cualquier otra cosa que solo voy a usar yo, nadie se entera de cuando lo uso, pero me temo que el Kindle activa en el DRM o gestor de derechos digitales que hay en los metadatos del libro en cuestión una especie de información sobre el uso que voy haciendo del documento, con lo que exactamente igual que ocurre con el móvil y otras moderneces estoy más controlada que yo que sé.
Yo me acuerdo que allá por el Pleistoceno Superior, cuando yo estudié Biblioteconomía y Documentación, que algún profesor nos explicó que los préstamos eran información confidencial. Es decir que cuando alguien pide y obtiene un libro o lo que sea en préstamo nadie más debe saberlo. Esto venía porque durante la Segunda Guerra Mundial sobre todo hubo una caza de brujas de gente que se había constatado que había leído según qué libros. Se obligó a los bibliotecarios a dar esa información. No sé de ningún colega que esté al caso de esta condición de confidencialidad de nuestro trabajo. La otra condición, aunque no venga ahora a ese caso, es la de que cuando alguien muestra interés por un tema y le ayudas a encontrar bibliografía, eso también es confidencial. Y si el día siguiente otro usuario te pide que le ayudes a buscar bibliografía sobre el mismo tema, has de hacer como si fuera la primera vez. Todo lo más que se puede intentar es dar a entender que recuerdas que alguien más está interesado por el tema, pero no estoy segura de que con eso no se incurra en una falta ética.
Pues ahora todo eso de la confidencialidad del préstamo hace reír al lado del estrecho seguimiento que hacen de nuestro rastro digital todas las redes sociales, el Google Analytics, el Bit.ly y todo lo que se les pueda ocurrir. De  manera que intuyo que pronto será del orden del día que se cree una demanda de expertos en invisibilidad. Mi visibilidad no creo que tenga la menor importancia, mi reputación digital menos. Sin embargo estoy convencida de que hay otras personas más vulnerables.

La incompetencia desleal

Siguiendo con el desconcierto y las moderneces, leo hoy en “El País” por lo menos dos noticias que amenazan el fair play y que serían ejemplos de competencia desleal. Una, la noticia de que el modelo llamado Andrej Pejic ha posado con un push-up para una marca de lencería femenina. Pueden ver en la foto que lleva un soutien o sujetador pero que va vestido con un vestido clásico negro de fondo de armario (little black dress) que solo deja ver la tira de la izquierda de la pieza, también negra: “La compañía danesa Hema ha elegido el look de este andrógino australiano de origen serbio de 20 años, que en 2011 saltó a la popularidad desfilando colecciones femeninas de diseñadores de la talla de Jean Paul Gaultier y Vivienne Westwood, para demostrar que sus sostenes son capaces de dar una apariencia curvilínea hasta a unos pechos que no existen”. El representante de Pejic asevera que la campaña es “revolucionaria”. Me parece muchísimo más acertada una frase que sale hoy 1720 veces en Google: que Andrej Pejic es como “Kate Moss con polla”.  Y me gusta porque remacha esa sofistificación. Me sabe mal añadir por mi parte que me gustaría saber a quien va dirigida publicitariamente hablando la androginia. En mi modesta opinión estos gustos están emparentados con el estilo lacedemonio o pederasta de los aristócratas griegos, sin más, por lo tanto lo único que añaden es algo que podría pasar por exquisito si no fuera tan exiguo.
La segunda noticia de “El País” implica a Amazon, que ha lanzado un servicio que permite a sus usuarios comparar precios usando el móvil, de manera que pueden entrar en un comercio, escanear el precio y ver el mismo producto cómo se oferta en la tienda virtual de Amazon al momento, en tiempo real. Veo en algún comentario que hay quien dice que Amazon España tributa en Luxemburgo, que hay quien dice que no hay que oponerse al progreso tecnológico, etcétera. Lo que aún nadie ha dado, siguiendo con Amazon, es una explicación a que cueste lo mismo un producto que ha sido distribuido de una manera tradicional o convencional que el mismo producto distribuido de otra manera, con una logística basada en internet (aunque luego cueste Dios y ayuda que la mensajería te la lleve a donde has estipulado) y menos intermediarios. No puede ser ni por casualidad que cueste lo mismo.
"Ganímedes y el águila" (Berthel Thorvaldsen ,1817)

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2022: 2212162883492

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