1.12.13

Oficios del pasado

"En otras épocas, dedicarse a escribir había sido un oficio relativamente noble, pero ahora era considerado una especie de retraso histórico imperdonable y los ciudadanos más piadosos y nostálgicos sentían lástima por esos pobres individuos que solo sabían escribir".
[...] Otro articulista con la misma vocación de mordedor decía que si nos poníamos a proteger todos los oficios del pasado, ahora perfectamente inútiles, tendríamos que proteger a los hojalateros, a los muleros, a los arrieros, a los maquinistas de locomotoras a vapor, y a los que aún saben esperanto, si es que alguna vez lo aprendieron, a los masones, a los comunistas, a los toreros. [...] No hará falta decir que los periodistas a los que me refiero no se consideraban escritores, pues veían su escritura como algo absolutamente funcional y venturosamente al margen del "ramo artístico". Y tenían bastante razón".

Jesús Ferrero, El descrédito del escritor, "El País" (23 de noviembre de 2013), págs. 29-30