28.8.14

Abuelas coraje

o diría que el Colegio Nuestra Señora de los Rosales es donde cursan su formación escolar la Infanta Sofía y la Princesa Leonor, porque además parece que es allí donde también se educó Felipe VI "El Preparado". Pero más que nada lo que me tiene intrigada es que tanto el año 2012 como el año 2013 se celebraron bailes escoceses y pueden ver una galería de fotos para mí insólita. Creo que las muchachas llevan para esos eventos la falda de cuadros escoceses propia del uniforme, pero está claro que los muchachos usan unas faldas -más largas que las de las chicas- que podrían ser propias para el caso. No sé si tienen pensado volverlo a hacer este año, pero me asombra que se realice esa actividad. Visto el cuadro de participantes, todo parecen nombres de alumnos españoles. No sé, de verdad, no llego a todo.
Esto de los uniformes, ya que sacamos el tema, es todo un mundo, para el que no alcanza ni un post ni dos ni tres. A mí de cría me gustaba mucho el de las niñas del Jesús María, con unos cuadros muy parecidos a los Gales, pero que entre que no recuerdo bien y que iban cambiando, tampoco sé determinar con detalle. El uniforme de las Dominicas, que por otra parte me caían muy mal, no me gustaba nada. Era azul marino y ese color nunca me gustó mucho para vestir, a no ser que hablemos de un azul casi negro como el que vistió Carlos de Inglaterra para el entierro de Lady Di. El tema de mi aversión a las Dominicas, y el de todas las amigas de mi tropa callejera, lo tuve que dejar de lado cuando mi hermano se casó con una de ellas. Mi cuñada por cierto carece de todas las triquiñuelas y malas inclinaciones que observé en sus congéneres. O por lo menos es así como yo lo veo. Naturalmente, siguiendo con el Jesús María, yo no iba a cambiarme de centro -un colegio privado sin orientación religiosa ni ideológica alguna más que la de cobrarnos- porque el uniforme fuera bonito. Nosotros llevábamos bata: azul celeste de cuadritos y cuello redondo las niñas y azul marino mil rayas con cuello de pico y cinturón los niños.
El uniforme de 1973 de las niñas del Jesús María "Claudina-Thévenet" (cerca del Parque de la Guineuta) tenía una falda en tablas un poquito por encima de la rodilla. Para entendernos, ni como las niñas ni como los niños del baile escocés, sino justo a medio camino, de acuerdo con el largo canónico establecido por las monjas. En la foto de hoy se ven unas hebillas forradas primorosas, como ya no las hace más que Burberry's y poco más. Nada que ver esas batitas que llevan ahora no ya los de las guarderías con ese fruncido ignominioso en el cuello por todo acabado. Son unas batitas que hasta yo podría coser. No tienen ninguna gracia, más que las que le pueda poner el niño que la vista.
Al lado de mi intriga ante el programa de festejos del Colegio Nuestra Señora de los Rosales, tengo una infinidad de lo que yo llamo "líneas de investigación". Algunas de ellas están en reposo, esperando que algo arroje luz sobre lo que me llamó la atención en un momento dado y aún no he podido aclarar. Por ejemplo, durante toda mi vida he oído que muchas abuelas le dicen a su nietecillo: “Llama a la yaya: «♫ya-♪yá»”. Imaginen una señora mayor con un pequeño ojiplático en el regazo. Entonces la buena mujer, sea quien sea, siempre empleando un tono cantarín, espeta: “Llama a la yaya: «♫ya-♪yá»”. Aguardan con una pausa atenta pero nada. Pues bien, NUNCA -y cuando digo "nunca" es nunca- los niños contestan ni «♫ya-♪yá» ni «ya-ya» ni «yaya». Todo lo más una vez oí claramente que un pequeño decía «a-nee-ne». Una mera carambola, claro, o una jitanjáfora. Pero lo sorprendente, lo que es objeto de mi investigación es porqué ellas insisten. Pasan los años, los lustros, y las abuelas siguen intentándolo. A mi me parece increíble.

Colegio Jesús María "Claudina Thévenet" de Barcelona (1973). Fuente: L'Abans. Detalle de una foto mayor

Escolares cubanos (Martí noticias)

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