10.6.16

Los sueños baratos (2)

De lejos Barcelona cuando cae la noche es una parrilla donde arden los salones-comedores como rescoldos. Algunos coches en retirada doblan las esquinas o se funden en la oscuridad. Una alarma de lavadora indica el límite de la jornada como lo marcaron un día la alondra y el ruiseñor. La actividad en las cocinas se distingue claramente entre otros ruidos débiles e imprecisos. Platos y cubiertos. 
Rebusco en mi memoria ruidos desaparecidos como el azotador de colchones y encuentro los pitidos de la radio en onda corta de mi abuelo, que zumbaban y chisporroteaban entre las estaciones de Portugal y otras más lejanas. Nada me parece encarnar tan bien las distancias entre las ciudades como el dial al deslizarse por las frecuencias en un embrollo de sonidos que se diría también de épocas, como si hubiera sido posible encontrar algo como Babilonia o Cafarnaúm. 
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Me saca de mis ensoñaciones una voz molona y cargada de cinismo: "No tenemos sueños baratos". Me costó mucho identificar la voz, hasta que un día me aparté de la idea de que fuera de un actor de doblaje y di con una grabación del director de la agencia publicitaria que lleva la campaña de La Primitiva, Bitan Franco. Bitan, por Esteban, ya es toda una declaración de principios. Todo el misterio de saber quien era el locutor publicitario de las cuñas, los diminutivos, los yates, los descapotables, los atiquitos, se vino abajo al saber que la voz era del creativo
Ennio Morricone hace que sus bandas sonoras para cine sean cine. Pero muchos años hemos escuchado el doblaje de las películas en voces de actores que provienen del teatro o de la radio. Ángel Baltanás como Marcello Mastroianni, Manuel Cano como Anthony Perkins, María del Puy como Shirley MacLaine, José María Ovies como Spencer Tracy, Lola Cervantes como Susan Hayward, Félix Acaso como Henry Fonda, José Guardiola como Humphrey Bogart. Es difícil distinguir los actores de doblaje, identificarlos, pero es fácil asociarlos a la época en la que trabajaron. Y sus voces recrean los momentos en que veíamos en la televisión el cine doblado por actores de la radio.