i canario, Pepe, come ajeno a la declaración de independencia del gobierno de Cataluña. Se suele decir que los pájaros notan el cambio del tiempo y que se avecina el frío. Por eso empiezan a comer más de lo que tienen acostumbrado cuando nosotros aún no sabemos qué ropa ponernos, ni para vestirnos ni para dormir. Hoy Pepe ha comido un pedacito de pan de centeno, parte de un grano de uva negra y el grano que suelo administrarle en su comedero.
La gente de bien que estamos por la Constitución y por la democracia estamos tranquilos de conciencia, muy preocupados porque sabemos entre quienes estamos, y a la espera de que se restaure la ley en toda la comunidad autónoma. Yo tengo confianza en que la gente con talento y con valor que gobierna España nos devuelva la total tranquilidad. Veo difícil que se restaure la convivencia pero no hay que perder la firmeza y hay que mantener la calma.
Por distraerme de tanta incertidumbre y hasta angustia hoy dediqué mi tiempo libre a hacer la pedicura a mi madre. También compré huevos lejos de casa. Y fui a ver unos fósiles urbanos que incluso fotografié. Mejor dicho, fotografié una pared donde según el libro de Anna Cornella i Solans, Fòssils urbans: Barcelona se encuentran fósiles de lamelibranquios del Cretácico Inferior, que serían como antepasados de los mejillones del período que se ha establecido de 145 millones de años a 113 atrás. Aunque la paleontóloga ilustra bien su guía, no me veo capaz de distinguir si la fotografía que yo he tomado refleja el mismo tipo de ejemplares que los que ella ha documentado. En cualquier caso, para quien quiera verlo con sus propios ojos, estos fósiles se encuentran en el Paseo Maragall 346-348 haciendo esquina con la calle Duero. La pared está cubierta por unas losas que son todas ellas como el pedazo que reproduzco, es decir, por el estilo. Es una superficie que tiene una altura de unos dos metros y es bastante extensa porque abarca tres establecimientos (una escuela de conducción, una tienda toldos y una peluquería). Además hay una entrada a una vivienda de pisos. Posiblemente el pavimento es de la finca comunitaria. En cualquier caso, es una maravilla. Y yo creo que es una maravilla ignorada, porque incluso más de una vez se han enganchado los avisos y la publicidad habitual y hay algún rastro de pintadas.
El corte de los moluscos cretácicos es transversal y cada especimen tiene entre 3-4 centímetros. Los he mirado tanto rato que me ha parecido distinguir a Quentin Tarantino. Como me agaché y luego me cuesta un poco enderezarme (por culpa del golpe que llevé en el sacro hace 2 años), un joven me ha preguntado si me encontraba bien, cosa que me ha alertado de que mi conducta podía ser un poco alarmante. Como es natural no le he dicho que lo que pasaba es que estaba admirando los fósiles. Siempre es mejor quedar corta que larga.
Ahora mi preocupación es saber de dónde vendrían esos moluscos, porque los materiales de construcción pueden venir de muy lejos. Hoy por ejemplo vi un camión descargando en una obra del Turó de la Peira, el distrito de Nou Barris. El camión venía de Aldeanueva de Barbarroya, Toledo. Enseguida pensé que podía traer puertas, porque hace años vi que en La Mancha había pueblos que se dedicaban casi en su integridad a la manufacturación de carpintería metálica y de madera. Y según veo, hay una fábrica que se llama Velasco Velasco S.L. que bien podría confirmar mi teoría.
Fósiles de lamelibranquios (pavimento en la Calle Duero con Paseo Maragall, 346-348)
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