24.11.18

Dos libros



yer se presentó el último libro de Enric Boada, ¿Imbéciles para siempre?: Parar, inspirar y recrear el mundo, o habría que decir "su edición preliminar" dado que el autor se encuentra con un estado de salud muy delicado y la versión es la que hay. No pude ir a la presentación, aunque bien seguro tuvo que ser muy interesante y cargada de ideas que se resisten a ser clasificadas en este mundo tan polarizado en el que vivimos. Como la versión ya la tenemos en Amazon, ya la tengo encargada y seguro que de alguna de sus ideas no podré dejar de hacerme eco. Por ahora lo que quisiera incorporar al Álbum mientras no leo su libro son las palabras de Juan Goytisolo en su Coto vedado:
"Mi alejamiento gradual de las aulas me acercó en cambio a dos estudiantes  a quienes mi precedente dedicación a los cursos y adulación a los catedrátios me habían impedido tratar con mayor intimidad: Enrique Boada ─ya mencionado antes─ y Carlos Cortés. El primero había asistido con indulgencia y reserva a mi brillante pero efímera carrera de coleccionista de matrículas de honor: dotado naturalmente de una indolencia aristocrática, aceptaba de buen grado los reproches de Mariano cuando, celoso tal vez de mi estima por él, le motejaba de veleidoso y frívolo. Las aficiones de Boada en el campo artístico eran mucho más amplias que las mías: abarcaban musica, baile, pintura, actos y manifestaciones de vanguardia. Iba a la ópera con sus padres y consiguió arrastrarme alguna vez a las escasas representaciones de teatro de cámara toleradas por la censura. Como Mariano y yo, afrontaba un problema de identidad cuyas crisis y bruscos bandazos no tardarían en llenarme de desconcerto. Por entonces, se contentaba con permanecer las noches en vela, escuchando música y salir al amanecer en automóvil para recorrer velozmente las calles desiertas de la ciudad".
Creo que ¿Imbéciles para siempre?: Parar, inspirar y recrear el mundo será una continuación de Cuando morir sea una fiesta, que si no me equivoco se publicó el año 1997. Sin embargo podríamos hablar también de que es una actualización, una puesta al día ante el panorama presente mundial, y es que Enric Boada encarna inmejorablemente aquella aspiración, divisa o eslógan de que hay que actuar localmente y pensar globalmente. 
Pude conocer personalmente a Enric Boada durante un taller de yoga que se ofreció en su centro de Vallcarca durante unas jornadas de puertas abiertas, cuando su salud aún no había declinado y dirigió unas sesiones luminosas y que invitaban a librarse de toda limitación mental y corporal.
Mañana domingo sí podré participar en la presentación del libro sobre los salmos, de la monja benedictina y citarista Griselda Cos. Después de la eucaristía en su monasterio de las Puel·les de Sarrià, a las doce menos cuarto se presentará El salteri, cant i lloança. De este libro ya nos participó en gran parte su contenido los domingos en que nos habló de los salmos a un grupo de alumnos y amigos. Del Salterio se pueden decir muchas cosas, todas ellas del mayor interés e importancia, pero para mí la esencial es que fue el libro de oraciones de Jesús de Nazaret.
Fotografía de Enric Boada en Yoga en Red

Fotografía  de Griselda Cos en el Blog de Cristianisme i Justícia

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17.11.18

Cierre de reasa

No soy nativa digital, pero sí he empleado la informática desde sus inicios. El año 1979 hice mi primer cursillo de grabación de disquette (floppy disk) en la Academia Molière, que se encontraba en la Plaza de Cataluña con Ronda Universidad y de ahí en adelante fui siguiendo los avances de la tecnología de los datos. Si bien hay que admitir que es mucho más fácil hoy que nunca encontrar el nombre de las cosas, también es verdad que eso va parejo a que podemos ignorarlos con más facilidad. Hace unos años podíamos comprar un recambio en una ferretería llevando la pieza estropeada o dibujándola malamente poniendo a prueba la paciencia del dependiente. Actualmente llevamos una fotografía en el móvil. En los dos casos ignorábamos ─en los dos sentidos de la palabra ignorar─ los nombres, cosa a la que yo siempre me he resistido.
Una de las palabras que suelen desconocer los que no somos joyeros es la del cierre de reasa, que esa arandela con un mecanismo interior que cierra las cadenas de oro y plata. Últimamente vemos otros cierres o mosquetones, que por cierto se llaman de "pinza de langosta", que también parece que lleven un resorte interior que se acciona con una presilla. Los cierre de reasa resultan bastante seguros y no destruyen las uñas, además tienen un aspecto que no sé porqué me recuerda a un instrumento marinero. Es curioso como en el mundo del lenguaje hay un trasvase de palabras de unos sectores a otros (por ejemplo del taurino al de la politica) y también de los utensilios, de manera que en la Traumatología encontramos muchas herramientas y recambios de la carpintería. Claro está que están adaptadas para obrar en el cuerpo humano, pero poco más.
Mi interés por el lenguaje se acaba ahí. Había estudiado los tres primeros años de la carrera de Filología Hispánica pero empezó a resultarme incomportable cuando proliferaron profesores no bien preparados y se impuso en la sociedad un cierto dirigismo lingüístico como si fuera de lo más natural. Ese dirigismo me ha alejado además del estudio del gallego y de profundizar en el catalán, pero no hay nada que lamentar porque los tres idiomas se valen a pesar de tanto preceptivista y, risa me da, aunque yo no esté por ahí o por aquí para cultivarlos.
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Uno de los personajes de The grapes of wrath (John Ford, 1940) es el Hudson de 7 pasajeros convertido en un truck o camión. Hay fotografías y vídeos de los modelos de 1926 en toda su plenitud y belleza. El camión de la película siempre los tiene en vilo pero consigue llevarlos al destino poco más o menos. La imagen del camión por la ruta 66 es muy poderosa, porque reúne a todos los personajes y es todo un símbolo de una mudanza (en griego "metáfora") desde donde no es posible vivir hacia donde no se será muy bienvenido.
Por mi trabajo atiendo en un mostrador a refugiados, emigrantes y gente sin hogar en general. No podemos hablar de un solo colectivo ni mucho menos de unas características comunes, precisamente intento con todas mis fuerzas evitar dejar de considerarlos como individuos.

Camareras camino al almuerzo de la boda de Marta Ortega (La Coruña). Fuente: El País

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4.11.18

Un Mercadona con pisos

El viernes leo en la puerta del lavabo de Casa Almirall: "Eadem mutata resurgo" en grandes letras. La frase la adoptaron los patafísicos como lema que trajo a la Edad Moderna un matemático, Bernoulli. Quiere decir poco más o menos que se sale igual de donde cambiamos.  Cuando googleizamos Bernouille aparecen parábolas, lemniscatas y espirales, formas geométricas en que se reproduce ese principio donde se hace indistinguible el pensamiento y la superstición.
Ayer estuve en el Laberinto de Horta, aunque por ser noviembre padece su arreglo anual. La tuya siempre se muestra muy poco tupida y reseca y a lo mejor esa condición es buscada, para que claree, para que no haya ningún ataque de pánico entre los que se aventuran a circular por el recorrido. Ayer quedó una bonita mañana y había bastantes visitantes, pero algunos de ellos se comportan en el laberinto como me imagino que se comportarían en una escape room, en una fiesta con detalles Halloween  o en MasterChef Celebrity. Otro día habría que hablar de los vloggers.
En algún momento de esta madrugada, cuando consultaba la prensa me tropecé con una frase en la que se compara la similitud de las situaciones que propiciaron el nombramiento de  Chávez y el de Bolsonaro. Como las casualidades no existen en política, el hecho nos sirve para desmarcar lo que son las repeticiones fruto de las matemáticas y la probabilística de las que son modelos y "gamificaciones" de los que se estudian en las escuelas de negocios y otras. 
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El jueves señalé a mi madre el letrero del Mercadona que está a punto de abrirse en el Turó de la Peira. Es un bloque con pisos de protección oficial que viene a substituir en parte la manzana que hubo entre las calles Aneto, Inca, Montmajor (Passeig de la Peira) y Montsant. No se ha construido unos pisos con Mercadona sino que se ha construido un Mercadona con pisos, tal y como ocurrió en mi barrio.  Tiene su parte buena, que es la de que atraerá mucha gente de las calles vecinas, y se repoblará un poco un barrio que se ha deprimido y degradado con los años. Seguro que otros verán los puntos a su favor, como la oferta de productos que aproxima al barrio, pero no hay que dejar de pensar en que es una victoria más de un sistema económico que es lo más parecido al monopolio. Hubo un año en que Mercadona fue el principal compañía que compró aceite. Al ser el principal comprador no se nos oculta que se puede permitir poner precio a lo que compra y decidir sobre las cooperativas.


Las burbujas que quise fotografiar en la Fuente del Pelícano del Laberint reflejan en sus esferas el edificio que tienen enfrente, el Palau Desvalls. Es algo en lo que pensar, que la pureza de cada pompa en su breve vida mostrara la imagen convexa de un territorio más denso. La burbuja desaparece sin dejar rastro. O al menos eso es lo que parece. El Palau Desvalls y las encinas pueden convertirse en polvo.

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3.11.18