26.12.18

La aldea local


"En la parte alta de la urbe el chubasco fue acompañado de granizo, que algunas zonas se acumuló formando espesa capa, semejante a nieve. El tamaño de las piedras llegó hasta un diámetro de treinta milímetros" (La Vanguardia, 23 de julio de 1961). 

Con este parte metereológico vi confirmados los recuerdos de mi madre sobre la tarde en que vine al mundo. No tiene nada de particular que granizara una tarde de la canícula barcelonesa, aunque no es frecuente. Lo que más bien traería aquí a cuento es el informe titulado "Las nubes mandan" con la que se completaba el primer cuadrante de la página 6 del diario el día siguiente en que yo nací. 
La prosa metereológica no es que me atraiga, no tiene mayor interés que el que podría tenir la de los catadores de vino o la de la Ingeniería Aeronáutica, pero la de ese informe muestra un cuidado estilo que nos permite viajar en el tiempo. No sabríamos decir si es tradición o es plagio, pertenece a otra esfera que no es la de la famosa creatividad, es el testimonio de una década donde aún sonaba algo de la postguerra y un cierto decoro. La Vanguardia era un tabloide enorme, mucho más grande que El Noticiero Universal o El Correo Catalán.  Por aquel entonces los diarios tenían usos secundarios: servían para envolver (compras, bocadillos, etc.) y convenientemente recortados en pedazos pequeños se ensartaban en un alambre y servían como papel higiénico. En los bazares chinos aún resiste el uso final del papel de periódico para envolver.


Lo siguiente después del papel higiénico con hojas de la prensa fue el papel de marca "El elefante", y durante muchos años no hubo ninguna otra marca. Los rollos de papel "El elefante" que yo recuerde no llevaban marcas de recorte en línea discontinua. Además el rollo tenía un acabado irregular, visto de lado, y tenía un tacto áspero. Era de un color pardo como el del papel de estraza, pero no era tan fuerte.
*
BP ─ ¿Existe algún uso del ordenador digital
 que pueda crear un nuevo baluarte para el individuo?
MM ─ Sí, lo que algunos investigadores han llamado
los nuevos servicios de información para el hogar donde
una persona utiliza el ordenador para organizar necesidades particulares
des datos; es decir, para hacer pedidos al
almacén, ordenar repuestos de máquinas,
para la seguridad del hogar, artículos especializados, servicios de respuesta
y trabajo pagado en el hogar. El ordenador, como instrumento
de investigación y comunicación podría aumentar
la recuperación, la organización masiva de
bibliotecas, podría recuperar la función enciclopédica individual
y pasar a una línea privada de información rápida y vendible.

BP ─ ¿Y en qué sentido dicho servicio crearia un nuevo tipo
protección personal?
MM ─ Podría crear más tiempo libre. El tener más
tiempo libre podría hacer que la gente
aumentara su sentido de identidad. Si sus trabajos se tornan
rutinarios y no ayudan a las necesidades de la autodefinición,
el hecho de poder realizar esa
ocupación en menor tiempo que el requerido anteriormente,
le permitirá a la gente apartar grandes bloques de
tiempo libre en los cuales explorar un hobby, desarrollar un deporte
o una vocación secreta. En otras palabras, más tiempo
para "sintonizarse" a sí mismos.
Marshall McLuhan, B. R. Powers, La aldea global

Estos días, apenas pasados veintiún días desde que murió mi sobrino segundo José Manuel, me veo un poco como en aquel artículo de Larra sobre el Día de Difuntos de 1836, en que Madrid era todo un cementerio. Me pesan las ausencias de tantos familiares que han muerto. Por mucho que confíe en un más allá donde los reencontraré muchas veces me envuelve la angustia donde yace la esperanza aquella del Pobrecito Hablador. El frío y las noches tan largas añaden a mis pensamientos lúgubres una condensada razón y vivo como si estuviera en una enorme tumba. Otras veces me sacudo esas ideas y me refugio en las de siempre, más halagüeñas, y en intentar atender a quienes aún viven. No hay otra.
Pienso en mi prima, que ha perdido a su único hijo, y me imagino, junto a la pena de su pérdida, la desolación que se suele relacionar con la vejez. Los abuelos maternos del muchacho aún viven, pero está claro que todos nos iremos yendo. A pesar de que hace unos días traje aquí un librito de Enric Boada en el que sobre todo se prevenía de la explosión demográfica, otras voces nos previenen de lo contrario, especialmente en Europa. Es decir, sí es cierto que habría que limitar los nacimientos en algunos países del mundo, como lo es que habría que incrementarlos en otros. Hay algunos expertos que después de haber estudiado a fondo el tema en todas sus facetas nos advierten de que el verdadero problema de nuestra sociedad es la falta de niños. También habría que hablar de la reorganización social más allá de la familia.
*
"De veritat, have arreglat la casa dels meus pares,
pensant en cada tros, cada moble, cada paret, cada flor,
ha estat una de les tasques més plaents de la meva vida. I
als estius, quan hi som tots, dinant a fora,
nedant o prenent el sol, penso: "no et podries haver
gastat millor els diners".  Som uns privilegiats! ─va dir el meu
fill. I tenia raó, és clar que tenia raó."
(Tona Pous i Vilalta, Perdona'm nena, t'he canviat el títol)

Foto de: Frank_w_aus_l

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