24.12.20
Tarragona
19.12.20
Post 1736: Negro carbón
Ver, oír, hablar
Que a la escritora A. Grandes y el catedrático L. García, que tantas veces se han reunido en Rota con sus amigos Joaquín Sabina y Miguel Ríos, les haya salido la hija falangista no tiene nada de particular. No hace mucho también se habló un día (no más) de una joven catalana de padres muy independentistas que estaba harta de la matraca que diariamente durante años había vivido en su casa. No son casos aislados. Lo que desconozco es si en la mayoría de los casos esa tensión sirve para suavizar posturas.
Muchas veces la tirantez entre padres e hijos se ve ablandada con la intervención de abuelos o tíos, que son figuras que, si están bien integradas en la familia, aportan un punto de vista cómplice y más desprendido de los intereses y las angustias que acucian a los padres. Pero esas intervenciones son breves y esporádicas y además creo que solo aparecen durante la adolescencia o ni eso. Cuanto más estéticamente definida está la identidad ideológica de los padres, supongo que más previsible es la reacción o el desapego de los hijos. Almudena Grandes y Luis García encarnan una ideología de izquierdas muy bien definida por lo menos a través de un ideario manido, de un lenguaje característico y de unas declaraciones que nos distribuyen en los medios en los que participan. Conozco menos a Luis García, pero a Almudena Grandes la escuché bastante tiempo cuando escuchaba el programa de Julia Otero, su tertulia. Me parece recordar que a veces Manuel Delgado se metía con ella, cosa que animaba el cotarro, y como en los programas de Telecinco, las disputas entre los participantes de las tertulias acaban cobrando el protagonismo por encima incluso de los temas y ya no digamos de los argumentos.
Como suele ocurrir en todos los órdenes de la vida, los enemigos dialécticos de Almudena Grandes facilitaron que simpatizara con ella en parte. De hecho hasta llegué a pedir en la biblioteca del barrio una novela suya en préstamo. Sin negar que escribe con oficio, debo añadir (aunque no tenga el menor interés mi opinión), que la temática escapa a mi curiosidad. Y con los años me cansé de Julia Otero y de su gabinete, de todos ellos. Ahora, alguna vez que coincide con un día festivo, sintonizo el programa y veo que hay gente nueva, pero más o menos por el estilo de la que hubo. En realidad me doy cuenta de que en general siempre se elige gente que tiene una posición política, una postura que deja poco espacio a nuestra imaginación. Las intervenciones suelen ser muy previsibles y hay poco que aprender aunque ─siempre en comparación con Telecinco─ los participantes exponen sus ideas con bastante más altura de lo que suele ser habitual.
Ignoro si pasados los años esas dinámicas coloquiales mueven del sitio del que partían a cada cual. No lo sé. Pocas veces he percibido que en caliente, durante una tertulia, alguien desviara un ápice su tendencia discursiva al verse sorprendido por un buen argumento. ¿Es eso posible?
16.12.20
Ladradores y mordedores
14.12.20
Office monkey (anotaciones)
na de las descendientes de Berenson, la actriz y modelo Marisa Berenson, es sin embargo más conocida por su bisabuela, una gran creadora de alta costura, Elsa Schiaparelli, y por haber perdido a su hermana en uno de los aviones que chocó contra las Torres Gemelas. La huella de Berenson queda a mi entender en el incuestionable renacimiento del arte del Renacimiento italiano. Pero su nombre ha quedado diluido en los resultados. En este año litúrgico (iniciado con la celebración de la Inmaculada) que el Papa Francisco quiere dedicar a San José, se resalta su papel como hombre en la sombra, silencioso, secundario, manso, añoso y humilde. Y mucho se hablará, por lo menos en los medios católicos, de su figura y su ejemplo inspirador. La frase ─de Berenson─ tiene mucho de certero, sin embargo. Tenemos que admitir que por muchas cosas que tenga que escribir un escritor, todo queda dicho después de unos miles de páginas. Y si no es así es por un problema de estreñimiento verbal.
8.12.20
Ganso y culantrillo de pozo
Post 1732: ABBA CDDC
6.12.20
Ginkgo biloba
26.11.20
Sacrificios
La cita de Ayn Rand la he visto conjugada con el registro de tuteo también, porque en nuestra época el ustedeo se considera algo clasista, por lo menos desde el punto de vista de los que han salido por la puerta de una facultad de Antropología, Comunicación o Ciencias Políticas con su título bajo el brazo o sujetado por las puntas de los dedos pulgar e índice. El tuteo no se repliega ahí sino que también se da en el sector inmobiliario, bancario y otros. Como Ayn Rand escribió en inglés, en inglés los pronombres son inalterables y también los verbos, para lo que serían las formas equivalentes a nuestro tuteo/ustedeo. Tenemos entendido que el ustedeo en inglés se hace notar en algunas fórmulas para dirigirse a las personas (Mr, Ms., etc.), en la forma de introducir las preguntas mediante las formas auxiliares y en la entonación.
Hace unos cuantos años una amiga portuguesa me indicó su sorpresa ante la generalización del tuteo en España. Y le expliqué que había sido un proceso rápido y asimilado a una apreciación progresista de la oposición tú/usted, que incluso en los hospitales el personal de enfermería joven se dirigía a sus pacientes con el nombre de pila y el tuteo. A mí me parece pertinente dirigirse a la mayor parte de las personas en la mayor parte de las situaciones con el nombre de pila, pero con las personas de una edad diremos que avanzada sin vacilar uso el ustedeo. Y en general uso el ustedeo, sin importar la clase social, etcétera.
Que la RAE hubiera incorporado el término ustedeo al Diccionario nos indica que podrían tomarse como dos tendencias en pie de igualdad que relatan abusos a un lado y al otro, de la misma manera que hay un laísmo/leísmo o un dequeísmo/queísmo.
Como mi interlocutora en Instagram era y es argentina, no sé si es capaz de reparar en que el texto que yo mostraba se había tuteizado. En cualquier caso, la densidad de la cita permitiría muchas reflexiones y el comentario de mi amiga alumbraba el punto de vista certero de que nuestra sociedad atraviesa una especie de desintegración de una buena parte de los valores y de las creencias en las que tanto tiempo apoyamos nuestras quejas, protestas, disculpas, explicaciones. El asunto de la barrera generacional, del que ya puedo hablar con experiencia, me lleva a lamentar que en mi juventud padecíamos el peso de una generación que se nos imponía y ahora que podría disfrutar de ese estado resulta que se impone la generación opuesta, que es la de la juventud. Se nos pedía experiencia donde ahora se piden likes.
La idea de autosacrificio es la que más me ha atraído puesto que llegados al punto de que no se ve el final de tener que jugar siempre con trampas, todos nos planteamos si vale la pena seguir jugando. O si hay que hacer como el alfil ─que según entendido tiene pocas posibilidades de movimiento pero puede atravesar el tablero en condiciones óptimas─ y esperar la ocasión, que alguna hay.
Un ejemplo muy claro de sacrificio es el cuidado de una persona muy mayor o alguien con discapacidad, que al tener muy afectadas las condiciones mentales o psíquicas será incapaz de colaborar y ya no digamos de agradecer las atenciones. En un caso así no queda otra que desentenderse de las gratificaciones y pensar que tenemos que atender a la persona de una forma incondicional, incluso obteniendo pobres resultados. Si conseguimos hacerlo con lo que los budistas llaman por ahí el "desapego", no será tan cansado como el modelo occidental típico de abnegación sufriente. Es ayudar pero sin perder el centro. Con la honestidad también cabe esperar poco, pero se puede vivir bien siempre que uno no se amargue la vida cuando no se la amarga a los demás.
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14.11.20
LGBTTQQIAAP
La Organización Mundial de la Salud eliminó hace apenas 30 años la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, el 17 de mayo de 1990. Ahora, esta fecha se celebra como el día contra la homofobia, la bifobia y la transfobia. Y paralelamente hemos visto desarrollarse y desenrollarse la retahíla de las siglas del movimiento LGTBI por lo menos hasta LGBTTQQIAAP y, para la sorpresa y desconcierto de quienes se criaron en el viejo paradigma, cada día aparece un género nuevo.
Hace unos cuantos años cuando se empezaron a hacer trasplantes de forma habitual fue necesario concretar cuando se consideraba muerta una persona (en este caso el donante) y de ahí viene el concepto de muerte cerebral. De la misma manera habrá quien desde propósitos legalistas se verá tentado de definir el género de acuerdo con los cromosomas. Las hembras tienen dos cromosomas X en sus células somáticas, mientras que los machos tienen un X y un Y. Todos los óvulos contienen solo un cromosoma X, mientras que los espermatozoides pueden contener un cromosoma X o uno Y. Esta disposición significa que es el macho el que determina el sexo de la descendencia cuando se produce la fertilización. Así que podríamos pensar que el sexo se puede determinar por la XX o XY cromosómica, de la misma manera que se puede pensar que se determina por los genitales externos e internos.
En el asunto de la definición sexual por los genitales, como a causa de la degradación ambiental y de los avances de la reproducción asistida consecuente cada vez tenemos más niños con un estado intersexual, resulta que nos perderíamos en un galimatías que además no sé si tiene una gran utilidad. Seguro que tiene consecuencias legales la definición de sexo y de género (ya no digamos si aparece un tercer concepto), pero las desconozco. Cuando yo era niña las mujeres no teníamos que hacer el servicio militar a la mayoría de edad pero los hombres sí. Pero en estos momentos se supone que todos somos iguales ante la ley. Ahí lo dejo y pido perdón por mi ignorancia.
Entre los cambios para la Ley 3/2007, de 15 de marzo, reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas, se ha propuesto no poner en el DNI el sexo, sino poner una X en lugar de un M o una F. Para mi sorpresa, al pretender ver de cerca esta ley descubro un párrafo que desconocía: "Por último, se reforma mediante esta Ley el artículo 54 de la Ley del Registro Civil de 8 de junio de 1957. Para garantizar el derecho de las personas a la libre elección del nombre propio, se deroga la prohibición de inscribir como nombre propio los diminutivos o variantes familiares y coloquiales que no hayan alcanzado sustantividad."
Sin entrar a ver la utilidad o mi conformidad con esta atención legislativa a los movimientos sociales y a la Nueva Normalidad, los nombres sentidos, etc., pienso además en la posibilidad de que el individuo puede experimentar cambios en su identidad de género. Aunque con los registros civiles y los DNI y otros documentos que son competencia del Ministerio de Interior lo que se busca es dar fe de una identidad y probarla, puede ser que alguien quiera dejar de llamarse Manolo para llamarse Lolita o Vanessa-2 y todo ello sin que tenga implicaciones ni de sexo ni de género. Se puede ser no-binario o un ciber pero querer llamarse Otsein en la adolescencia y Mitsubishi o Challenge en la madurez (entendiendo madurez en un sentido laxo o amplio).
Obviamente las feministas radicales o femrad, que están siempre bien atentas, perciben lo de la X como un fleco más de la industria de los vientres de alquiler y se oponen, pues eso, radicalmente. Se me ocurre que además de por las cuestiones de paternidad, podría ser que en las cuestiones de herencia puede incidir el sexo (entendido como la determinación masculina, femenina o desconocida de una persona). Para esa definición en 3 posibilidades me remito al formulario de la base de datos que usamos en la sanidad pública catalana para filiar un paciente o usuario.
Con este post no pretende asentar mi opinión ni convencer a nadie, en el caso de que alguien lo leyese. Simplemente es una meditación sobre el panorama que tenemos en estos momentos o lo que yo conozco de ese panorama (que es otra cosa). Ese panorama transcribe muy bien la renovación ─por lo menos en las formas─ de la sociedad, la aspiración de remover los esquemas a los que nos habíamos acostumbrado y que no se consideran válidos. Para la gente de orden esa renovación es un guirigay sin más propósito que pasar el rato o, peor aún, ejercer el poder y el afán intervencionista sobre las vidas privadas.
Hay un libro muy interesante que recomiendo vivamente, El cerebro femenino, de Louann Brizendine. Esta neuropsiquiatra estadounidense publicó también El cerebro masculino, pero no lo he leído y que yo sepa no hay un tercer libro. La Dra. Brizendine nos ofrece en su publicación sobre el cerebro femenino sus conocimientos acerca del desarrollo mental de la mujer a lo largo de toda la vida. Hay un parágrafo que me encanta, aunque a lo mejor a muchas personas les disgustará porque puede sustentar ideologías de signo machista:
"Hasta que tiene ocho semanas, todo cerebro fetal parece femenino; la naturaleza efectúa la determinación del género femenino por defecto. Si contando con fotografías periódicas se pusiera a observar un cerebro femenino y otro masculino mientras se desarrollan, podría ver que sus diagramas de circuitos, se establecen conforme el proyecto diseñado tanto por los genes como por las hormonas sexuales. En la octava semana se registrará un enorme aflujo de testosterona que convertirá este cerebro unisex, en masculino, matando algunas células en los centros de comunicación y haciendo crecer otras más en los centros sexuales y de agresión. Las células del cerebro del feto de la niña desarrollarán más conexiones en los centros de comunicación y las áreas que procesan la emoción"
1.11.20
Equipo de protección individual
25.10.20
Vuelo bajo
Pienso que seguro que ya habrá alguien por ahí que habrá hecho una asimilación entre las dos guerras mundiales y las dos olas de la pandemia de Covid-19. Sé que algunos medios hablan de 3 olas y no de dos. Lo que hemos percibido en Barcelona son 2 olas. Una de las condiciones más llamativas ─al menos para mí─ de esta segunda ola es el hecho de que la mitad de los contagios de todo el mundo se han producido en Europa. Se dirá que siempre será mejor que haya el doble de contagios en Europa a que haya el doble de contagios en todo el mundo. Desde el primer día en el álbum remití al parecido que guardaba la epidemia con una guerra y porqué había que recurrir a la disciplina. En estos momentos la distribución también hace pensar en una estrategia militar. No estoy segura de estar contribuyendo con mi opinión en nada, por lo que la dejo ahí y me repliego.
No se puede decir que mi actitud sea cobarde puesto que estos meses he estado trabajando o dentro del Hospital más grande de Cataluña o bien en una unidad de este Hospital que recibe casos de otras enfermedades infecciosas. Y eso sin mampara y sin triaje en la entrada. A puerta caliente. He observado que ha aumentado la ansiedad y que las conductas alejadas del orden se iban a la manía por la limpieza o bien al cachondeo. Observo también que los maníacos a veces lo son consigo (pero no cuentan con los demás) y a veces les sobreviene como una especie de afán policial y se irritan contra todo y contra todos. El complementario del maníaco egoísta (que es limpio para lo suyo pero sucio para los demás) es el cachondo provocador, que escupe en el Metro o se enjuaga con una Xibeca y luego reta al público y les llama fachas. Quiero pensar que la mayor parte de la población está en una actitud más centrada.
A pesar de que llevo 35 años trabajando en la Sanidad pública y en algunas ocasiones en puestos de trabajo que me permitían tener una visión comprehensiva comprensiva, no entiendo la razón de que días atrás se programaran tantas operaciones pendientes de la lista de espera quirúrgica. En mi entorno, mucha gente que estaba en la lista de espera fue llamada a operarse estos días. Si se veía venir el aumento de la presión en las UCI éste no es precisamente el mejor momento para operarse. Ni para un paciente ni para un hospital. Como digo, la decisión ─que seguramente fue política y no clínica─ me resulta incomprensible. Lo peor es que me temo que no lo es por mi ignorancia, lo que deja el terreno a teorías sobre la conspiración, cada día más numerosas. En la Sanidad pública siempre ha estado claro que su desmantelamiento siempre favorece a la privada. Pereza me da recordar las puertas giratorias.
El caso es que mi interés por el mundo se ha ido asimilando también al que tiene el mundo por mi o por mi forma de ver las cosas. No se trata de algo "personal", como se suele decir. Si el plan A era formar parte del mundo, de esa parte que ya de entrada no es el mainstream, finalmente he tenido que irme retirando. Dejo esta puerta, que también es una ventana, pero poco más. Sé, como ya sabía desde el principio del Álbum del tiempo, lo que cuenta mi opinión y lo que pesa mi complejo de Casandra. El plan B ha ido cobrando valor y el exilio interior, el jardín propio y su locus amoenus son mi realidad. Por lo menos por ahora. Así que gracias al plan B podré emplear mi tiempo en conocer la técnica de acuarela.
El poema de Sagarra se sale mucho del que a mi entender predomina en el libro, pero representa muy bien lo que siento cuando veo los últimos movimientos que he visto estos días, de muchos pakistaníes que aprovechan la crisis económica para pasar unas semanas en su país con su familia. Creo que los extranjeros solteros que teníamos en Barcelona sin que muy bien podamos saber de qué vivían, se fueron hace tiempo. Es comprensible, lo de los pakistaníes y bangladeshíes, porque además muchos de ellos vuelven con su esposa o van a una boda. Como van certificando obligatoriamente una PCR negativa, que no es barata, a algunos les empezaron a detectar positivos que han malogrado los viajes previstos. Yo misma, que pocas veces tengo la necesidad de viajar, he sentido la opresión por no poder salir de mi entorno. Pero en otras personas se manifiesta con impaciencia. Así que me doy cuenta de que soy como los picozapatos, que vuela bajo y despacito.
No crezca mi niño,
24.9.20
Apodos y líridas
o están todos los que son pero, como se suele decir, son todos los que están:
J. de Mercedes do Cacholo
J. de Pepita de Seberina
Carmen do Petro
Pancho do Sereno
R. hijo de Ramona da Visita
Maruja de Cambeiro
A Durana
Rita de Juan de Carto – Rita la Americana
Viuda de Manolo do Leiso
Moncho do Ramallo
CARMUCHA DE LA PIRULANA Vda.de JOSÉ MARTÍNEZ MARCOTE
DUCHO DA PESCADORA
RAMÓN DE SANSÓN, VIUDO DE JOSEFA HAZ BLANCO
E. MANOLO DE FLORINDA
Carmucha do viudo
RITA DA PATEIRA, VDA DE MANUEL VIGO POMBO
RAMÓN DO LAGO
Vda. de Juan Canosa Domínguez, “Juan de Flora”
J. FILLO DE ASUNCIÓN DA CARTELANA
O BOLEANTE
PEPE DO BARQUEIRO, vdo de Mª Bienvenida Martínez Domínguez
MANOLO DE MATEU
AGUSTÍN O ZAPATEIRO
Ramón da Reiniña viudo de Cándida Suárez Martínez
CASA DO RAMOS DE SUARRIBA
FERUCHO DE MARÍA AMABLE DA LIGERA
Pancho das Fresas Viuvo de María Liñeiro Marcote
Marcial do Santo
JUANITO
Pepita da Morocha
Vda.de Juan Marcote, o andalus
Fillo do fontanero de Mallas
Antonio de Canabal
María do Mallado - Viuda de Alejandro José Canosa Sixto
O Caniso de Mallas
Viuda de Moncho de Arturo
O Neto
Lola do Jrullo
MANOLO DE PLANCHETE
Maruja da Cubana-Viuda de Manuel Vázquez Pérez
María Amable da Chula
María da Cacha
Juan de Custodia
Perita de Mallas Anita de Lestón Viúva de Juan Bautista Marcote Suárez Lestón
MONCHO DE AGOSTO
VIUDA DE MARCELINO CASTELO DOMÍNGUEZ
MERCEDES DE ANTON – VIUDA DO MALLADO
O FERRÍO DE SARDIÑEIRO
Teresa D"Americana
O RICO DE SAN MARTIÑO
JOLOSINAS
M. DO TRALLA
PERFECTO DO CAMPÓN
Barcala
MANUELA DA MAÑONA
CARLOS DE PASCUA
C. de PILITA DA LABANCA - VIUDA DE MANUEL TRILLO FREIRE
J. VIUDO DE PACA DE SOLEDAD
Valentín da Jorga
AGUSTIN DE REGINA Viudo de Regina Marcote Marcote
JULIO DE CARMEN
CANDIDA DO CACHOLO
LOLA DE SINTIN VIUDA DE MANUEL VALDOMAR LOBELOS RICHO
TITO DA VASCA
MONCHO DE ARTURO
Carmen da Pola
JOSÉ DO CUYÚ - VIUDO DE ROSA RIVAS RIVAS
O CAMPANU
Carmen da Manchada
TINO DO TRIAN
PEPE DE AURELIA
MANOLO DO PIEITEIRO Viudo de Alvina Canosa Traba
MANOLO DA CANTORNA DE CASTREXE
Estos nombres con mote los he encontrado entre las últimas necrológicas del Tanatorio Bergantiños filtrando sólo los resultados del pueblo de mi madre, Finisterre/Fisterra, en La Coruña. Algunos nombres me suenan de oírla hablar con su hermana, que murió el año 2016. A mi tía Loli no le pusieron el mote en la esquela, aunque era "Lola da Mañona", porque mi abuela Pepita era nieta o biznieta del Mañón (por "mañoso"). A mí, cuando iba al pueblo me preguntaban por mi genealogía ─vamos a decirlo así─ y ya estaba instruida para decir que yo era nieta de la Mañona y de Melé. El apelativo de mi abuelo me temo que murió con él porque era único, él era el Melé (por Pelé el futbolista) y como era de Corcubión el alias que triunfó, vamos a decirlo así, fue el de Mañona. Corcubión no está lejos de Finisterre, unos 11 km, pero fueron los primeros en tener agua corriente y más adelante un restaurante de nouvelle cuisine y eran tan finos que recibían el mote genérico de Paparrucheiros en el contorno, mientras que los fisterranos se conocían como Pescos, por dedicarse a la pesca.
En la lista que he fabricado con los últimos decesos hay dos mañones, de los que identifico o creo identificar uno. De pequeña veraneaba allí y esas genealogías inacabables me parecían complicadas y aunque eran hermosas las veía inútiles. Mi tía Loli nos ponía al corriente de los entierros habidos en el pueblo y situaba a cada difunto en su estirpe multiplicando los motes hacia los emparentados en un hervidero de nombres y más nombres a cual más extravagante. Hace apenas unos años me explicó mi tía que si no ponían el mote en las necrológicas era difícil que la gente reconociera al fallecido. Y es que el apartado de esquelas aún hoy, en la versión impresa de los diarios más comprados, que son La Voz de Galicia, El Ideal Gallego y El Faro de Vigo, es una sección amplia. En Barcelona solo los difuntos que son famosos o tienen una posición social prominente merecen o pueden permitirse la publicación de su esquela; en Finisterre, todo el mundo.
Recuerdo algunos que por suerte no aparecen en la pequeña lista: Joriña, Berberecha, Pimpana, Furriquenta, Ruísa, Muxiana, Canario, etc. Mi tía me había comentado que el listín de teléfonos impreso era bastante inservible primero porque mucha gente de su edad no sabía usarlo (ella sí) porque no habían sido deformados por el desorden alfabético y, segundo y definitivo, porque pocas veces se conocía el apellido de personas de las que sí se conocía sus motes.
Mi padre, que era "da Estanqueira", nació en Betanzos. Y tanto él como sus hermanas tenían motes de curso familiar. Él era Jolín, porque era el único varón de 7 hermanos y mis 6 tías paternas lo tenían martirizado y siempre acababa todo con su protesta: "¡Jolín!". Ellos les ponían motes a todo el mundo. A mí me puso "La joya" (porque mi madre se llama Corona) y además de que de vez en cuando me llamaba así sin más propósito que el meramente apelativo, le divertía mucho. Le puso nombre a todos los conocidos del barrio e incluso a muchos sitios, con lo que oírnos hablar en casa era algo incomprensible aunque se pudiera reconocer de fondo que usábamos indistintamente el español y el gallego. Como yo era La Joya y el Caprabo el caparrós y así por el estilo parecía que habláramos en clave, como chusma del hampa.
Cuando oigo hablar en gallego prescriptivista ultranormativo me azoro y desespero porque hasta el acento me parece ajeno al de quienes me criaron. A veces me resulta como una mezcla de coruño, pijolés de las Rías Bajas y Telecinco. Pero estoy en una edad fácilmente malhumorada en que muchas cosas nuevas resultan fastidiosas e inanes.
Poso mi atención sobre esa lista convencida de que ese mundo se acaba, como todo. Me preguntaba ayer una jovencita que se ha incorporado a nuestro trabajo que qué me parecía todo esto de la pandemia. Y le dije que yo aún no había asimilado lo del atentado de las Torres Gemelas y el Pentágono como para pedirme que sacara conclusiones de esta otra calamidad global y cargada de hipótesis y consecuencias. En nuestro sector, el sanitario, hace tiempo que el cotarro no está liderado por el personal clínico o por los investigadores, por lo que el sistema está en derroteros de una gran opacidad al menos para mí. Los gabinetes de comunicación e imagen prevalecen sobre todo, y esos gabinetes dependen de los políticos, cada vez más numerosos y más introducidos en el tejido técnico.
La madre de mi abuela se llamaba Carmen, Carmen de Pablo, "Mañona". Tenía en su aldea una vaca y mi madre a veces quedaba a su cuidado. Por eso en aquella comarca al menos a las abuelas también se les llamaba o llama Mamá. Mamá Carmen le preparaba unas gachas con la leche recién muñida y yo creo que gracias a esos desayunos, muy infrecuentes, pudo desarrollar bien los huesos y tener una infancia digna. En verano iba al muelle y saltaba al mar desde las escaleras, cada vez desde un peldaño más alto. Fisterra tiene 8 playas, una con el límite disputado, y alguna cala que ni contabilizan. En su colegio sólo tenían un libro, El hundimiento del Titanic. Y ese libro solo tenía un dibujo, que era el barco hundiéndose para que no quedara ninguna duda. No lo he podido encontrar y ya hace tiempo sospecho que el libro que leyó mi madre es un libro que se titulaba El hundimiento del Titán, de Morgan Robertson, que relataba el naufragio 14 años antes de producirse.
El primer trabajo de Corona con apenas 11 años fue llevarle el cesto a una mujer que era jorobada y que no podía cargar en la cabeza. El cesto era el típico de castaño muy amplio pero bajo, como algunos de los que aparecen en el vídeo que incrusto. Mi madre le ayudaba a la jorobada con el cesto y la jorobada le daba una paguita.
Todas las fotos del vídeo proceden de internet y las que son de gran calidad proceden de la colección de la hispanista Ruth Matilda Anderson de su viaje por España a principios del siglo pasado.
12.9.20
El 13 de septiembre de 1974...
- "Antonio Alonso Palacín, mecánico, natural de Alhama de Aragón (Zaragoza). Había contraído matrimonio seis días antes.
- María Jesús Arcos Tirado, de 28 años, natural de Contamina (Zaragoza). Esposa de Antonio Alonso, trabajaba como telefonista en Alhama de Aragón. La infortunada pareja aragonesa llamaría la atención de los medios de comunicación durante la cobertura del atentado. El funeral se celebró en la iglesia de Contamina, con la asistencia de numerosos vecinos de los recién casados.
- Francisca Baeza Alarcón, de 45 años, maestra del Grupo Escolar Jesús Castillo de Valdepeñas (Ciudad Real). Era soltera e hija única, y vivía con sus padres. Había acudido a Madrid a hacer unas compras y, como siempre que lo hacía, había ido a la cafetería con su prima.
- Baldomero Barral Fernández, de 24 años, panadero. Natural de La Coruña, estaba acompañado de su esposa. Baldomero había sido boxeador profesional hasta 1971, ganando los títulos de campeón de Galicia de peso pluma y peso ligero.
- María Josefina Pérez Martínez, de 21 años, esposa del anterior y también de La Coruña. El joven matrimonio estaba visitando Madrid. Tenían dos hijos, el mayor de ellos de tres años.
- Antonio Lobo Aguado, ferroviario de 55 años natural de Villanueva del Río y Minas (Sevilla). Estaba casado y tenía dos hijos.
- Luis Martínez Marín, agente comercial de 78 años nacido en Valladolid y residente en Madrid.
- Concepción Pérez Paíno, de 65 años. Trabajaba como administrativa en la Dirección General de Seguridad.
- María Ángeles Rey Martínez, estudiante de 20 años procedente de Burgos. Había comenzado a trabajar en prácticas recientemente, pero había acudido a Madrid para presentarse al examen de una asignatura que tenía pendiente. Había acudido a comer a la cafetería con unas compañeras.
- Gerardo García Pérez, cliente de la cafetería por trabajar cerca de ella. Estaba casado y tenía tres hijos.
- Francisco Gómez Vaquero, de 31 años, cocinero de la cafetería. Fue rescatado con vida entre los escombros, pero falleció en el hospital. Estaba casado y tenía dos hijas de 4 y 2 años. Su viuda percibió sólo las pequeñas pensiones de viudedad y orfandad, y tuvo muchos problemas para criar a sus hijas.
- Manuel Llanos Gancedo, camarero de 26 años, nacido en Villar de Vildas (Asturias) pero trasladado de niño a Villablino (León), donde su padre trabajó como minero. Los escasos ingresos de su familia hicieron que empezara muy pronto a trabajar como camarero. Cuando su jefe se trasladó a Madrid, él le siguió. Manuel ingresó con vida en el hospital, pero falleció antes de que pudiera ser intervenido quirúrgicamente. Fue el segundo empleado de la cafetería muerto en la explosión.
- Félix Ayuso Pinel, inspector de policía de 46 años. Ingresó en el hospital gravemente herido en la cabeza y sobrevivió durante dos años y cuatro meses, pero falleció en enero de 1977. Este hecho hizo que la inicial lista de fallecidos no incluyera a ningún policía, lo que supuso un grave problema de imagen para ETA, pero también le facilitó difundir la falsa versión de que el atentado había sido organizado por la propia Policía o por elementos ultraderechistas afines con oscuros fines políticos. Lo cierto es que, además del inspector Ayuso, varios policías más fueron heridos ese día, entre ellos el número dos de la policía política franquista." (Atentado de la cafetería Orlando, Wikipedia. Consultado: 12 de septiembre de 2020)