tros virus hay además del COVID-19 o coronavirus, y siguen conviviendo con nosotros, aunque ahora prevalezca en nuestra atención el de la temible epidemia. Hoy, después de unos días de trabajo incansable hemos empezado a trabajar por turnos de manera que a excepción de los enfermeros todos estamos al 50%. En mi equipo trabajaremos día sí día no en dos grupos. La verdad es esta medida se tendría que haber adoptado hace días, no solo para asegurar nuestro descanso, sino también para garantizar mejor nuestra salud y poder ser movilizados a las urgencias de nuestro Hospital en caso de que allí sea preciso.
A pesar de la gran cantidad de grasa que tienen nuestras instituciones, sobre todo aumentada por los cargos políticos, y a pesar de la enorme presión sobre la "carne" técnica, al final se ha establecido lo que era necesario y espero que todo salga bien. El personal hemos sufrido el desconcierto y en algunos casos la ineptitud o la falta de vigor organizativo y esa certitud produce un desgaste psíquico grande. Como mi trayectoria laboral en Sanidad es muy larga ya puedo decir cuánto valoro los profesionales con los que he podido trabajar y con los que trabajo con gran capacidad de reacción para las situaciones de crisis cortas y largas.
Por mi formación tiendo al orden y a la sistematización de los procesos, también a valorar las comunicaciones claras y útiles. Por poner un ejemplo: estos días nos iban llegando en pleno fragor informaciones de nuestra institución y del Institut Català de la Salut y de CatSalut, además de que nos escribían y telefoneaban nuestros usuarios. Como es natural nosotros, los que atendíamos el correo-e o la línea de atención al usuario, no les enviábamos los documentos que nos preparaban y las infografías y el Real Decreto 463/2020. Nosotros, los que hacemos atención al usuario, lo que hacíamos era dar una información clara y ofrecer la ayuda posible en el caso concreto que se nos ofrecía. Pero el gran volumen de información que a diario nos iban enviando incluso por streaming no era ni es asimilable en el día a día. En algún momento creo que circulábamos como pollos sin cabeza. Tengo la creencia de que nuestros inmediatos superiores tendrían que habernos ahorrado tanta información y ofrecernos la que nos afectaba y ésta de forma estructurada y concisa.
Después de este pequeño paréntesis de mi percepción personal, simplemente con la pretensión de situar mi punto de vista de que es muy importante no usar las tecnologías de forma tóxica ni banal, puedo pasar al punto que me interesa también, el de la disciplina.
La disciplina es algo casi tabú, solo después de la palabra "muerte" u otras nociones terribilistas. Se asocia al autoritarismo, al aburrimiento, y a un montón de cosas que son opuestas al hedonismo y el buen humor. Y sin embargo, sin orden se vive mal y seguramente menos. Aunque en los últimos años sólo he empleado la palabra "disciplina" para referirme al yoga o al taichi ─ahora no es la ocasión de decir mis razones─, hoy la rescato como un valor seguro en su justa medida. Enric Boada, que murió el año pasado, en su libro Cuando morir sea una fiesta, ya introdujo su buena apreciación del ejército. Lejos de oponerse a los valores marciales menos honrosos o a las escandalosas cifras del gasto en armas, propone que esos valores marciales sirvan para vencer las calamidades que precisan un buen orden, una estrategia y una fuerza sin fisuras.
Para mi sorpresa, en el programa del domingo de la cadena Ser "A vivir", Juanjo Millás participaba con su punto de vista sobre la pandemia y volvía a los topicazos del ejército y de su presupuesto (Las edades de Millás) (*). Primero principal, el Ejército de España tiene médicos y veterinarios, además de otros profesionales. Y desfilan también. Segundo, hay guerras bacteriológicas, e incluso hay muchas personas que piensan que esta pandemia lo es. Tercero, en China no se han visto aglomeraciones para ir a comprar alimentos ni acaparadores de papel higiénico. Gracias a que es una dictadura y la población es muy obediente y disciplinada, no se ha producido ningún desorden que se sepa. Por lo tanto, decir que se ha visto en TV a los chinos como iban a comprar en masa a los supermercados es sencillamente mentira. Podríamos ir más allá, pero es suficiente.
Los militares pueden hacer labores de desinfección, pueden mantener un buen orden, pueden contribuir con su formación estratégica y táctica, pueden investigar si hay que investigar, pueden usar sus instalaciones si se requiere. Seguir con los chascarrillos (Perejil) y los topicazos antimilitaristas (los desfiles) de cuando solo había hilo negro es muy pesado y un erre que erre fastidioso.
No está de más decir que al menos en Cataluña el nivel de alerta antiterrorista actual sigue siendo 4.
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(*)
La transcripción de la transcripción de la grabación sería la que sigue:
"Javier del Pino ─[...]
tú que tienes opinión de todos y le das vueltas a todo que es lo que más te ha llamado
la atención porque siempre hay un pequeño detalle no a mí ahora por ejemplo
estaba escuchando el boletín informativo
Juanjo Millás ─ yo
yo he pensado mucho en la en esto que observado desde desde este momento da un
poco de rista no es la cantidad de miles de millones que en los estados dedican
a los presupuestos de defensa no decir estamos llenos de tanque de aviones de
combate de escopetas de ametralladoras hay de repente de repentes nos vence un
animalito que microscópico decir que que que que es sorprendente que no dedicar
a los Estados tanto presupuesto ah ah ah haga farmacias vamos a a los
medicamentos no porque yo he y hace tiempo un nido [libro] como muy interesante
creo que era de un antropólogo Marvin Harris que decía que a lo largo de la
historia que los Nicolas [libros] de Historia cuentas las guerras entre los
hombres estos números de muertos que eso ha producido pero no cuentan lo que ha
producido realmente la mortandad es increíble es que es una lucha contra el
enemigo interior que es la lucha contra el virus contra las bacterias contra
robo [los] microorganismos y estaba imaginando una sociedad diferente Trinca
[que] no gastara tanto en en defensa y en un año en lugar de hacer un desfile
militar hiciera un desfile de médicos portando pastillas
[...]sin embargo
no estamos preparados para cosas que no pueden suceder pero sin embargo no
estamos preparados para cosas que pueden suceder que suceden como hemos visto
no aunque si e permites amigo quizás lo que más me ha causado también de esto es
que estábamos como viendo una película de algo que les sucedía a otros no si
estamos viendo un telediario de algo que les sucedía a otros de repente estamos
dentro de ese telediario de repente esos aluviones de gente que vacía los
supermercados que deja las estanterías vacías en un gesto de insolidaridad
alucinante pasa en un supermercado de nuestro barrio ya no pasa allí lejos en
en una localidad de China [...]
Javier del Pino ─
Es verdad esto que dices no es estar preparados para invasiones militares que
dudo mucho que sean una prioridad inmediata digo inmediata en las próximas
generaciones no hable algún islote como Perejil pues a lo mejor nos invaden
pero creo que lo podemos resolver pero no no hay un ligar con las luces
apagadas durante la mayor parte del tiempo pero que algún día se puedan encender
para tratar enfermedades como esta [...]"
