o están todos los que son pero, como se suele decir, son todos los que están:
J. de Mercedes do Cacholo
J. de Pepita de Seberina
Carmen do Petro
Pancho do Sereno
R. hijo de Ramona da Visita
Maruja de Cambeiro
A Durana
Rita de Juan de Carto – Rita la Americana
Viuda de Manolo do Leiso
Moncho do Ramallo
CARMUCHA DE LA PIRULANA Vda.de JOSÉ MARTÍNEZ MARCOTE
DUCHO DA PESCADORA
RAMÓN DE SANSÓN, VIUDO DE JOSEFA HAZ BLANCO
E. MANOLO DE FLORINDA
Carmucha do viudo
RITA DA PATEIRA, VDA DE MANUEL VIGO POMBO
RAMÓN DO LAGO
Vda. de Juan Canosa Domínguez, “Juan de Flora”
J. FILLO DE ASUNCIÓN DA CARTELANA
O BOLEANTE
PEPE DO BARQUEIRO, vdo de Mª Bienvenida Martínez Domínguez
MANOLO DE MATEU
AGUSTÍN O ZAPATEIRO
Ramón da Reiniña viudo de Cándida Suárez Martínez
CASA DO RAMOS DE SUARRIBA
FERUCHO DE MARÍA AMABLE DA LIGERA
Pancho das Fresas Viuvo de María Liñeiro Marcote
Marcial do Santo
JUANITO
Pepita da Morocha
Vda.de Juan Marcote, o andalus
Fillo do fontanero de Mallas
Antonio de Canabal
María do Mallado - Viuda de Alejandro José Canosa Sixto
O Caniso de Mallas
Viuda de Moncho de Arturo
O Neto
Lola do Jrullo
MANOLO DE PLANCHETE
Maruja da Cubana-Viuda de Manuel Vázquez Pérez
María Amable da Chula
María da Cacha
Juan de Custodia
Perita de Mallas Anita de Lestón Viúva de Juan Bautista Marcote Suárez Lestón
MONCHO DE AGOSTO
VIUDA DE MARCELINO CASTELO DOMÍNGUEZ
MERCEDES DE ANTON – VIUDA DO MALLADO
O FERRÍO DE SARDIÑEIRO
Teresa D"Americana
O RICO DE SAN MARTIÑO
JOLOSINAS
M. DO TRALLA
PERFECTO DO CAMPÓN
Barcala
MANUELA DA MAÑONA
CARLOS DE PASCUA
C. de PILITA DA LABANCA - VIUDA DE MANUEL TRILLO FREIRE
J. VIUDO DE PACA DE SOLEDAD
Valentín da Jorga
AGUSTIN DE REGINA Viudo de Regina Marcote Marcote
JULIO DE CARMEN
CANDIDA DO CACHOLO
LOLA DE SINTIN VIUDA DE MANUEL VALDOMAR LOBELOS RICHO
TITO DA VASCA
MONCHO DE ARTURO
Carmen da Pola
JOSÉ DO CUYÚ - VIUDO DE ROSA RIVAS RIVAS
O CAMPANU
Carmen da Manchada
TINO DO TRIAN
PEPE DE AURELIA
MANOLO DO PIEITEIRO Viudo de Alvina Canosa Traba
MANOLO DA CANTORNA DE CASTREXE
Estos nombres con mote los he encontrado entre las últimas necrológicas del Tanatorio Bergantiños filtrando sólo los resultados del pueblo de mi madre, Finisterre/Fisterra, en La Coruña. Algunos nombres me suenan de oírla hablar con su hermana, que murió el año 2016. A mi tía Loli no le pusieron el mote en la esquela, aunque era "Lola da Mañona", porque mi abuela Pepita era nieta o biznieta del Mañón (por "mañoso"). A mí, cuando iba al pueblo me preguntaban por mi genealogía ─vamos a decirlo así─ y ya estaba instruida para decir que yo era nieta de la Mañona y de Melé. El apelativo de mi abuelo me temo que murió con él porque era único, él era el Melé (por Pelé el futbolista) y como era de Corcubión el alias que triunfó, vamos a decirlo así, fue el de Mañona. Corcubión no está lejos de Finisterre, unos 11 km, pero fueron los primeros en tener agua corriente y más adelante un restaurante de nouvelle cuisine y eran tan finos que recibían el mote genérico de Paparrucheiros en el contorno, mientras que los fisterranos se conocían como Pescos, por dedicarse a la pesca.
En la lista que he fabricado con los últimos decesos hay dos mañones, de los que identifico o creo identificar uno. De pequeña veraneaba allí y esas genealogías inacabables me parecían complicadas y aunque eran hermosas las veía inútiles. Mi tía Loli nos ponía al corriente de los entierros habidos en el pueblo y situaba a cada difunto en su estirpe multiplicando los motes hacia los emparentados en un hervidero de nombres y más nombres a cual más extravagante. Hace apenas unos años me explicó mi tía que si no ponían el mote en las necrológicas era difícil que la gente reconociera al fallecido. Y es que el apartado de esquelas aún hoy, en la versión impresa de los diarios más comprados, que son La Voz de Galicia, El Ideal Gallego y El Faro de Vigo, es una sección amplia. En Barcelona solo los difuntos que son famosos o tienen una posición social prominente merecen o pueden permitirse la publicación de su esquela; en Finisterre, todo el mundo.
Recuerdo algunos que por suerte no aparecen en la pequeña lista: Joriña, Berberecha, Pimpana, Furriquenta, Ruísa, Muxiana, Canario, etc. Mi tía me había comentado que el listín de teléfonos impreso era bastante inservible primero porque mucha gente de su edad no sabía usarlo (ella sí) porque no habían sido deformados por el desorden alfabético y, segundo y definitivo, porque pocas veces se conocía el apellido de personas de las que sí se conocía sus motes.
Mi padre, que era "da Estanqueira", nació en Betanzos. Y tanto él como sus hermanas tenían motes de curso familiar. Él era Jolín, porque era el único varón de 7 hermanos y mis 6 tías paternas lo tenían martirizado y siempre acababa todo con su protesta: "¡Jolín!". Ellos les ponían motes a todo el mundo. A mí me puso "La joya" (porque mi madre se llama Corona) y además de que de vez en cuando me llamaba así sin más propósito que el meramente apelativo, le divertía mucho. Le puso nombre a todos los conocidos del barrio e incluso a muchos sitios, con lo que oírnos hablar en casa era algo incomprensible aunque se pudiera reconocer de fondo que usábamos indistintamente el español y el gallego. Como yo era La Joya y el Caprabo el caparrós y así por el estilo parecía que habláramos en clave, como chusma del hampa.
Cuando oigo hablar en gallego prescriptivista ultranormativo me azoro y desespero porque hasta el acento me parece ajeno al de quienes me criaron. A veces me resulta como una mezcla de coruño, pijolés de las Rías Bajas y Telecinco. Pero estoy en una edad fácilmente malhumorada en que muchas cosas nuevas resultan fastidiosas e inanes.
Poso mi atención sobre esa lista convencida de que ese mundo se acaba, como todo. Me preguntaba ayer una jovencita que se ha incorporado a nuestro trabajo que qué me parecía todo esto de la pandemia. Y le dije que yo aún no había asimilado lo del atentado de las Torres Gemelas y el Pentágono como para pedirme que sacara conclusiones de esta otra calamidad global y cargada de hipótesis y consecuencias. En nuestro sector, el sanitario, hace tiempo que el cotarro no está liderado por el personal clínico o por los investigadores, por lo que el sistema está en derroteros de una gran opacidad al menos para mí. Los gabinetes de comunicación e imagen prevalecen sobre todo, y esos gabinetes dependen de los políticos, cada vez más numerosos y más introducidos en el tejido técnico.
La madre de mi abuela se llamaba Carmen, Carmen de Pablo, "Mañona". Tenía en su aldea una vaca y mi madre a veces quedaba a su cuidado. Por eso en aquella comarca al menos a las abuelas también se les llamaba o llama Mamá. Mamá Carmen le preparaba unas gachas con la leche recién muñida y yo creo que gracias a esos desayunos, muy infrecuentes, pudo desarrollar bien los huesos y tener una infancia digna. En verano iba al muelle y saltaba al mar desde las escaleras, cada vez desde un peldaño más alto. Fisterra tiene 8 playas, una con el límite disputado, y alguna cala que ni contabilizan. En su colegio sólo tenían un libro, El hundimiento del Titanic. Y ese libro solo tenía un dibujo, que era el barco hundiéndose para que no quedara ninguna duda. No lo he podido encontrar y ya hace tiempo sospecho que el libro que leyó mi madre es un libro que se titulaba El hundimiento del Titán, de Morgan Robertson, que relataba el naufragio 14 años antes de producirse.
El primer trabajo de Corona con apenas 11 años fue llevarle el cesto a una mujer que era jorobada y que no podía cargar en la cabeza. El cesto era el típico de castaño muy amplio pero bajo, como algunos de los que aparecen en el vídeo que incrusto. Mi madre le ayudaba a la jorobada con el cesto y la jorobada le daba una paguita.
Todas las fotos del vídeo proceden de internet y las que son de gran calidad proceden de la colección de la hispanista Ruth Matilda Anderson de su viaje por España a principios del siglo pasado.