e dice Manolotel que el tiempo de los blogs ha pasado y es verdad, como también ha pasado el tiempo del teléfono fijo y tantas cosas. Lejos de permanecer en una insistencia inútil, o en la resistencia del contrariado, persisto y hace tiempo que empezó el verdadero disfrute del asunto.
28.12.21
Post 1751: Insisto
e dice Manolotel que el tiempo de los blogs ha pasado y es verdad, como también ha pasado el tiempo del teléfono fijo y tantas cosas. Lejos de permanecer en una insistencia inútil, o en la resistencia del contrariado, persisto y hace tiempo que empezó el verdadero disfrute del asunto.
18.12.21
De ore leonis
"Salva me ex ore leonis et a cornibus unicornium humilitatem meam"
Salmos 22 (Vulg.21):21
"Puj" (*)
Los Minions
La primera vez que conocí la frase De ore leonis liberame Domine, fue a través de un disco de canto gregoriano, pero parece que la expresión ya la invocaban los cristianos que eran echados al circo romano para disfrute o escarmiento del público. Me imagino que los leones estaban hambrientos y que por lo tanto el martirio sería el mínimo, dentro del horror que inspira.
Yo desde que supe de esta antífona y del salmo, más bien he aplicado la expresión a la maledicencia en general y a la calumnia en particular. Claramente la forma en que hablamos de los demás es lo que más habla de nosotros, como bien indica el refrán aquel de "Lo que dice Juan de Pedro dice más de Juan que de Pedro". Es así tal cual y casi que podría acabarse aquí el post, porque no habría mucho más que añadir.
En los últimos tiempos estoy oyendo auténticas barbaridades en el sector en el que trabajo (Sanidad) y sobre ese sector. He llegado a oír que había gente que llevaba un año diagnosticada de cáncer y que no recibía tratamiento. Hace poco tuve que recordar a las señoras de la peluquería el caso de Teresa Romero, auxiliar de enfermería que contrajo Ébola creo que el año 2014, en el ejercicio de su labor en el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Ya casi nadie se acuerda del lío que se organizó porque la auxiliar presentó fiebre después de haber atendido a un misionero. El ISCIII era y es el centro de referencia para los contagiados del virus Ébola en España, como lo es el Hospital Clínic en Barcelona. La auxiliar se contagió a pesar de llevar el equipo de protección porque al parecer no lo usó bien. No vamos a decir que no entraña dificultad usarlo, porque hay que recordar que se lo ponen en parejas y hasta se usa un espejo de cuerpo entero para comprobar que se lleva correctamente.
El caso fue utilizado en su momento, cuando Teresa Romero estaba aún grave y aislada, por algún sindicato y por algunos medios. Josep Cuní puso desde su 8TV al ISCIII a caer de un burro, refiriéndose a la institución con un genérico "Madrid", muy socorrido por los populistas. En aquella época lo dirigía Toni Andreu, al que yo conocía por haber coincidido 3 años en el Institut de Recerca del Hospital Vall Hebron, y que nació en Barcelona. Cuando el asunto estaba tan líado que parecía que no se podía embrollar más, el Dr. Toni Andreu apareció en los medios y comunicó muy bien las cuatro cosas que había que saber. El tema se encarriló sin encarnizarse en la falta de profesionalidad de la TCAI, aunque trascendió en los medios que la mujer cuando experimentó fiebre en vez de acudir al equipo de Riesgos Laborales de su centro se dirigió a su centro de atención primaria. Craso error. Es decir, que puso en peligro a muchas personas. Este hecho ni siquiera pudo ser sofocado por el ruido que se hizo con el sacrificio de su perro Excalibur, decisión que no sé ahora en quien recayó pero que, sin mucha reflexión y a la vista de lo terroríficas que son las zoonosis y las epidemias, resulta bastante ponderada y justificada.
Casi siempre lamento que los comunicadores de los hospitales y de la atención primaria usan los recursos y el talento en campañas que apelan a los sentimientos de la solidaridad o/y el compromiso, y a la imagen corporativa, pero que no actúan en explicar determinadas decisiones. De la misma manera que hubo que explicar las razones de sacrificar a Excalibur, se tendría que explicar el actual aumento de las visitas telemáticas, las restricciones de visitas, el freno de los quirófanos cuando se llenan las UCIs, etcétera. Porque lo que se oye en las peluquerías y en las colas demuestra que no se ha comunicado bien la crisis sanitaria. A una conocida le detectaron un nódulo mamario benigno el 27 de noviembre y a día de hoy ya le han hecho las pruebas preoperatorias para operarla el día 23 de diciembre. Circuito rápido.
Tal vez yo a mi vez soy injusta, y sí se está comunicando bien, pero los expertos han decidido que es mejor no introducir más información de la que ya hay. Los antivacunas y los negacionistas creo que han generado más información o lo que sea (no seamos perversos) que los profesionales. Si yo quisiera, podría estar cada tarde viendo videos y leyendo textos y infografías que propagan las ideas negacionistas, pero no quiero. Se dicen muchas cosas que tienen mucho sentido y que se pueden incluso documentar, pero se dicen con un toque de exaltación que me hace retroceder, inhibirme. Naturalmente no soy ajena a los intereses de la industria farmacéutica, el gobierno mundial oculto, el apocalipsis total. Siempre me identifiqué con los Minions, que trabajan para los malos. Así como encontramos mucha filosofía en Los Simpsons, también en los Minions prevalece el término medio aristotélico.
(*) Asqueroso
11.12.21
Ni alegre ni contenida
Más allá de los nombres de las cosas, o de sus etiquetas, ya que las semántica se ha visto desplazada como por un trompazo por la irrupción de esas carreritas sin gran fundamento (la de Comunicación y la de las ciencias políticas). Aquí en este post no vais a encontrar palabras como "brandificación" o "decolonización". Angela Merkel fue en su juventud profesora de latín y de inglés, cosa que a mi entender ─sin ir a su dominio de la química cuántica─ le daría una visión proeuropeísta y cargada de cultura, tanto clásica como moderna.
Hubo un tiempo en que la cultura se entendía estrictamente como la cultura clásica. Lo demás eran viajes, cine, un poquito de museos de pintura antigua y abstracta, y alguna afición, añadidos que venían favorecidos por la buena salud y el poder adquisitivo. Cada vez más, por lo menos es mi sensación, las tendencias se han ido deslizando desde el Poema del Cid o la lectura de El Capital y los sonetos de Shakespeare a la novela histórica y de la novela histórica al running, el veganismo cuqui y las escapadas a países lejanos como principal aspiración cultural.
Para que se me entienda diré que para mí tiene la misma intensidad de horror el accidente de Chiapas hace unas horas (55 muertos en un camión que transportaba emigrantes centroamericanos hacia Estados Unidos) que la noticia de que nuestra ministra Alegría va a eliminar del currículum de Bachillerato toda referencia histórica anterior a 1812. Comparo lo dos hechos no como estrategia retórica, lo hago porque es tal cual lo digo: las dos noticias me inspiran exactamente el mismo horror, indignación y tristeza.
Desconozco si el titular de la noticia que vengo de enlazar es exacto. No sé si el plan docente de los años previos al Bachillerato hacen ─ni que sea muy resumidamente─ una trayectoria del proceso histórico prerromano, romano, de los godos, de la invasión musulmana, de la España de los Austrias, etcétera. Pero me pregunto con qué género de personas vamos a tener que convivir dentro de unos años los que vamos a ser lo que ahora se llama "la generación silente". Porque esta historia, no la docente, sino la indecente, va de oposición intergeneracional. Va de hacer una especie de damnatio memoriae con tufillo adánico con el objeto de elminar todo lo que no sean ideas populistas de trazo muy grueso y polar.
Se elige una fecha, 1812, cosa que no contradice la tradicional estratificación de los estudios históricos, y en concreto de la etapa que va de la llamada Historia Moderna a la Historia Contemporánea, pero esa fecha sincrética no es ajena a las simplificaciones del marketing.
Las generaciones educadas y formadas profesionalmente con la ignorancia (en los dos sentidos de la palabra ignorar) de la Historia que va desde las factorias griegas hasta la Guerra de la Independencia, ¿cómo van a entender lo que ven? A ver, no es que los historiadores entiendan mucho, pero al menos cuando miran una fachada de un edificio de la Salamanca antigua o de la judería de Toledo, reconocen el rastro del tiempo y su significado. Las generaciones ajenas a la Historia antigua, medieval y moderna, verán la Mezquita de Córdoba con los mismos ojos con los que se hacen selfies algunos millenials en Tanzania o en Indonesia.
La conmoción ante lo desconocido es interesante. Aún me puedo acordar de cuando hice mi viaje a Turquía, cuando el único letrero que pude entender era el de una farmacia. Por la etimología griega. Todo lo demás, aunque hacía años que no se empleaba el alifato, resulta incomprensible, singular, curioso y en algunos momentos maravilloso, pero casi en toda ocasión algo hostil.
Que en internet tengan el mismo peso los conocimientos rigurosos y las patrañas añade su poco de confusión y además instaura el sentimiento de la tolerancia a los constructos. El saber es algo de una inmensidad desmedida, incluso en comparación con lo que no sabemos, que es más. Ya asistimos al desprestigio de las disciplinas que no tienen, en principio, mucho que ver con la tecnología y con las ciencias naturales. Las llamadas Letras. Pues el programa para el segundo curso de Bachillerato aún socava más lo que no se puede concebir más que como una formación sólida.
En los comentarios de "El Pais" a la noticia a la que me refiero nos acabamos de llevar la impresión definitiva sobre la orientación del borrador de Alegría: ir contra Vox, ir contra el nacionalismo españolista. Claro, era eso. Lo dicho: un horror.
9.12.21
Porque no saben lo que hacen
28.11.21
Cricrí
Yo debo de padecer algo del efecto Dunning-Kruger porque cada vez me veo sé más limitada y con más necesidad de mejorar dentro de mis posibilidades. En eso estoy. Y por eso ahora lo primero que me maravilla de Hijos de la ira es la honestidad con la que está escrito, entendiendo por honestidad lo que se opone a la impostura. Más allá de su parentesco con los Salmos, tal vez por el lenguaje directo, y de su filiación al pequeño (por tamaño) grupo de escritores de la poesía desarraigada de la postguerra, sorprende su vigencia. Pero la honestidad es lo más característico.
6.11.21
Bicicleta, cuchara, manzana
1.11.21
Ideotas
30.10.21
Andar por caminos no trillados
Post registrado en SafeCreative (2212162884901)
16.10.21
O tempora (notas morales)
14.10.21
El tiempo y la verdad
Las alegorías serían del gusto de la época (siglos XVII y XVIII) y representan nociones que son plenamente vigentes, aunque ya no se usen, por lo menos categóricamente. A poco que pensemos seguro que encontraríamos un manojo de nociones muy concurridas y socorridas en nuestro principio de década. No sé si está hecha una historia de las palabras como fenómenos que describen las preocupaciones y obsesiones de cada tiempo. Por ejemplo: hace unos años se hablaba de "maternidad" (para cuestionarla como aspiración) y últimamente esa palabra sólo aparece en la expresión "maternidad surrogada", sobre todo porque la actividad de las feministas radicales en este tema es muy efervescente y a lo mejor no son muchas pero hacen mucho ruido.
Recientemente, en septiembre, se publicó el libro Som dones, som lingüistes, som moltes i diem prou (Eumo Editorial, 2021), coordinado o dirigido por Carme Junyent en colaboración con una setentena de lingüistas que se oponen a las barbaridades del lenguaje llamado inclusivo. "Lenguaje inclusivo" sería una de esas nociones que reflejan los temas de estos tiempos. Sobre este mismo tema, Carme Junyent habló en una conferencia que se reproduce íntegramente en Youtube, en la que hace un repaso sereno, serio y ameno sobre todos los argumentos que desmontan el uso inclusivo del género, desde la propia coherencia de las lenguas hasta el hecho de que la mayor parte de las lenguas del mundo no tienen género sin que ello no sea óbice para que se desarrollen execrables discriminaciones en razón del sexo. Carme Junyent es una experta en lenguas africanas y nos brinda el ejemplo del swahili, en donde la flexión morfológica recae en la distinción entre las personas que son "normales" y los discapacitados (lo que no hace tanto conocíamos como cojos, ciegos, sordos, subnormales, etc.). En el swahili no hay flexión de género pero hay una flexión de capacidad.
Cuando escucho por tercera vez tan notable intervención, cada vez que la oigo pienso en sí va a llegar con claridad a quienes no tienen una formación mínima sobre los universales del lenguaje (la arbitrariedad, el cambio, etc.) Hay cosas en las que a veces es mejor quedarse con la duda. De hecho, en el turno de preguntas tras la conferencia no faltó quien se refiriera al notable avance que había representado alejarse de apelativos como "mongólico", como si el lenguaje tuviera la capacidad de cambiar la sociedad. La profesora centró bien la pelota alegando que su conferencia trataba sobre morfología y no sobre léxico, que el lenguaje no cambia nada (es al revés) y que lo que había que hacer era aceptar a los discapacitados.
No pretendo hacer un resumen sobre un discurso de una hora, simplemente acudo a él ─a pesar de ser en catalán─ para en mi modesta posición poder difundir sus mensajes tan claros y señalar cómo siguen abundando las ideas obsoletas sobre la naturaleza del lenguaje. Mientras espero que pasen de moda los zascas y el lenguaje inclusivo y la abundancia de palabrejas como "persona tóxica", etc., estoy dando un repaso al latín. Cosas.
Hace muchos años estuve estudiando algún texto clásico sin demasiada dificultad y, por si no me lo hubieran dicho ya, pronto me di cuenta de que una vez que más o menos habías encontrado el verbo y el sujeto y algún ablativo absoluto, lo difícil no era entender el sentido de la frase, sino trasladarla a nuestro atrotinado español. Las frases sencillas con las que había aprendido las declinaciones en el segundo curso de BUP se podían traducir casi sin ayuda de diccionario, Tito Livio o Julio César ya requerían más pericia. Me imagino que para traducir a Ovidio, que creo que se estudiaba en el último año de Filología Clásica, ya había que hacer un esfuerzo grande y picar piedra.
De la misma manera que experimenté con el dibujo que algo se movía en mi cabeza, también el latín me produce unas sensaciones parecidas. Esa sensación es menor con otras lenguas vivas de nuestro entorno, sobre todo desde que se comunican entre sí tanto.
Más que evadirme, que también, el estudio del latín me permite alejarme de la polarización que hay a mi alrededor.
***
Otro de los errores básicos que he "descubierto" últimamente es la confusión que hay entre corrector ortográfico y autocompletado. Ayer en el programa de Herrera en COPE precisamente se habló de los desastres con el corrector ortográfico del móvil cuando en realidad de lo que estaban hablando era del texto predictivo o autocompletado. Está claro que el corrector ortográfico actúa sobre los acentos o las vacilaciones b/v u otras y propone palabras cercanas gráficamente. Normalmente no se impone sobre lo que escribes. La función del texto predictivo yo la tengo desconectada desde el año 2007, cuando le pedí a un profesor universitario alemán que trabajaba con mi jefe en vez de una "copy" de un artículo, el "copyright". El texto predictivo completa conforme vamos escribiendo, cosa que no hace falta desarrollar más porque José Mota lo ha hecho muy bien.
Ah, y el autocompletado no tiene que ver con lo predicibles que son algunos monólogos.
Esperaremos que el tiempo ponga cada cosa en su sitio.
Post registrado en SafeCreative (2212162884901)
12.10.21
Felipe VI, Juan III, Pablo I o Alfonso XIV
10.10.21
Así es como lo veo yo
26.9.21
Vive oculta
2.8.21
Queriendo querer
"Esta historia nos llega desde la antigua China. Un día un emisario del emperador fue a visitar a un pintor célebre. "El emperador desea un cuadro" le dijo el emisario, y le dijo si podría pintar un cuadro para su majestad.El pintor contestó que sí, pero que le llevaría un tiempo ya que la creación de un cuadro así lo requería. El emisario sabía que la paciencia no era una de las virtudes del emperador, así que le concedió al pintor dos semanas para retratar el gallo. Al pasar las dos semanas, apareció de nuevo."¿Dónde está el gallo?", preguntó el pintor, quien respondió que estaba trabajando en él. pero que el cuadro aún no estaba acabado.[...]Pero claro, el emperador no estaba acostumbrado a esperar, y cuando la semana tocó a su fin, se presentó en persona, acompañado de miembros de la casa real, a visitar el pintor. Le preguntó si el gallo estaba acabado. El pintor levantó la vista y respondió que sí, por supuesto, el gallo estaba ya acabado. Y delante del mismísimo emperador, cogió una hoja de papel en blanco, tomó un pincel y pintó un gallo para el emperador.El emperador se quedó sin habla. ¿Porqué había hecho esperar a su emperador tanto tiempo por algo que podía pintar en un santiamén?, le preguntó, gritando, al pintor. El pintor no perdió la calma. Cruzó su estudio y abrió la puerta que daba a una habitación trasera. Y cuando todos los presentes se asomaron al interior de la habitación, vieron un espacio tan grande como el estudio del artista lleno hasta el techo de dibujos realizados durante semanas, intentonas y bocetos del gallo del emperador que tan rápido fue pintado" (*)