ún se ve, aunque raramente, alguna maleta de cartón. Si perviven es porque no se usaron mucho ya que muy resistentes no son, eran o fueron. La transición al trolley cabinero pasó por una etapa, en los años 60-70, de unos modelos más rígidos e impermeables, con materiales incipientes y que en general podemos asimilar al plástico. La maleta que había tirada estos días atrás al lado de los contenedores de la basura cerca de casa, era de cartón con los cerrojos de latón y un forro de franela, y estaba como se ve, abierta y mostrando su contenido al lado de otros enseres irreconocibles, retales en su mayoría. Por el número de cartas y el objetivo de las fotografías pienso que cualquiera pensaría que habían sido pertenencias de una mujer, más que de un hombre.
Por ese camino ya nos encontramos ante por lo menos dos desvíos, siendo el primero que en estos momentos hay además de hombres y mujeres, más géneros, de personas que no se sienten ubicadas ni como hombres ni como mujeres e incluso tampoco como personas.
Estos días leo en las noticias, sin pasar del títular, que en Israel trabajan en embriones sintéticos (fabricados sin óvulos ni espermatozoides) y que en Japón se ha aprobado la experimentación con embriones hechos con células madre humanas para fabricar "humanimales".
La palabra "humanimal" está bien para ir tirando y para distinguir los humanimales de los humanos animales y de los animales humanos, referidos a humanos con rasgos animales y animales con rasgos humanos (respectivamente). Pero, no importa, todo va tan rápido que en un mundo en el que siempre la ley iba muchos años por detrás de la realidad ─y no sin razón, por cuanto la ley está siempre más cerca de la verdad que de la realidad, o debería estarlo─, también el lenguaje pronto será una herramienta obsolescente y polarizada.
Hace ya unos años, si no recuerdo mal el 2019, hubo un referéndum en Irlanda, para decidir sobre si se regulaba el divorcio. A pesar de que mucha gente pudiera creer que el impedimento de aprobar una ley sobre el divorcio descansaba sobre las ideas católicas tradicionalistas, el problema de base venía de otro sitio. Venía del problema de la sucesión de las tierras. De manera semejante, la sociedad líquida y liquidadora, crea problemas nuevos. La idea de la actriz bióloga o bióloga actriz Ana Obregón, de ser madre abuela o abuela madre, si no le ha gustado a Alessandro Lecquio es (entre otras cosas) tal vez porque él perdió un hijo, el que tuvo con ella, pero tiene otro. Alessandro Lecquio, hijo de una infanta de España, además es probable que no fuera consultado.
La llamada "ciencia", la que asume por antonomasia la condición de estar libre de devaneos con el mundo de los negocios y con el mundo de las creencias, permite hoy en día que hayan abuelas-madre y todo cuanto llevo referido. Y es que por mucho que la "ciencia" invoque su ecuanimidad y estar libre de intereses ilegítimos, el argumento se cae a pedazos.
La pobre maleta estaba tirada en la calle el martes, que es día de recogida de "muebles y trastos" en mi barrio. El día anterior ya había encontrado restos de lo que podría haber sido el contenido de un cajón. Todo son suposiciones, como digo.
En cualquier caso, estos delerictos expuestos en la pura calle a la atención de la gente y a que se le orinen los perros, casi siempre reúnen un puñado de recuerdos que ya hace tiempo que son antiguallas. Salvé una especie de recordatorio de bautizo de 1958 porque era un primor. Pequeñito, en forma de libro con 4 hojas de papel hecho a mano, e ilustraciones de Mcn. Mirado por encima, algunos sobres provenían de Colombia. Imposible pretender averiguar más, indagar, fisgar.
De vez en cuando, cada ocasión con menor frecuencia, aparecen los retazos de alguna persona mayor que ha fallecido. Bueno, yo sé de una a quien le tiraron sus cosas en vida.
Llamadle pudor o remilgos pero espero que el día que ya no me valga y tiren mis cuatro cosas sea con decoro y que no estén a la vista de cualquiera. Aunque tal vez es lo mejor, como si la vida arrojara nuestros efectos y recuerdos en un espacio donde se revuelven hasta su disolución. Voyons.
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