24.3.24

Fifty duck-size horses


 vueltas con las especulaciones y las opiniones derivadas del anuncio de Kensington, las que me resultan más sensatas son las que cuestionan la autenticidad del vídeo. Es decir, el vídeo solo tiene de real su origen, la residencia de los príncipes de Gales. Basta ver que es borroso o con poca definición ─contrasta la definición de la melena respecto a la de los ojos─, que la expresividad de Kate Middleton o su imagen es muy limitada y hierática (incluso para una inglesa), y que en mi pobre entender su reacción emotiva es inadecuada. Pero el tema del cáncer rara vez se trata con normalidad ni con naturalidad y pasa, como ya señalé aquí en su momento, como con la tuberculosis, que cuando fue su "moda", introdujo elementos románticos y de todo tipo, que crearon una especie de mito.

Aunque yo he vivido sin dramatismos tres diagnósticos de cáncer en mi propia carne, los tres erróneos, comprendo el horror o el malestar que inspira. En mis tres procesos (ovario, tiroides y mama) han discurrido más de 30 años y los tratamientos han mejorado mucho, así también como las pautas de agonía. En las tres ocasiones recibí la mejor atención imaginable y si hubo algún accidente fue más por exceso de celo que por la falta de cuidado, excepto por lo que respecta al preoperatorio del tumor tiroideo, que fue un auténtico disparate. Por no cansar diré que en los tres casos, es decir en el quiste endometriósico, en el nódulo tiroideo y en el tumor luminal de mama, mi actitud fue más o menos la misma: evitar el dramatismo ajeno. El propio es mínimo puesto que no me gusta el emotivismo y deploro toda la carga que asumen en general muchas enfermedades. Si pongo por delante este párrafo es para demostrar que estoy legitimada para hablar de este tema. Tan poca importancia me he querido dar que mucha gente de mi entorno ni se acuerda.

Se comprenderá que me resulta desmedida la tristeza de Kate Middleton, la inseguridad que muestra en sus manos, caso de que sean las suyas (y no se trate de un montaje de deepfake) y en general toda la escena. Si la imagen fuera real, que no lo es, me resultaría absurda. Todas las películas de la ficción donde aparece una mujer con cáncer muestran un proceso que más o menos todos podemos reconocer, desde la desesperación hasta la entereza y la esperanza. Cuando hay niños pequeños además no puede ser de otra manera. 

La razón para exculparse del retraso en la comunicación sobre la desaparación de la escena pública de la princesa son los niños, que estaban ajenos a la noticia. Esa cuestión también es respetable, pero de nuevo me resulta inverosímil y tratar a los niños como si fueran incapaces de entender es una excusa. En la educación de los niños entra también la capacidad de asumir noticias pésimas sin tapujos ni trucos ni trampas.

El tema no es que me interese mucho ni me importe demasiado, aunque naturalmente espero y deseo que la quimioterapia haga su efecto y que todo acabe bien. Sin embargo me ha hecho recordar que el negocio y el ocio de la ciencia y la big farma se nutren y se sirven de opiniones irracionales.

Buscando opiniones irracionales sobre la infidelidad conyugal, doy con este comentario en Youtube, en un vídeo de la monja budista Damcho:

"No importan todas las vueltas que se den a los diferentes temas relacionados con la pareja, hay una realidad [de la] que debemos ser todos conscientes y esa es que todo en esta vida está sujeto a cambio. Todo es impermanente. Es la creencia idealizada [de] que algo es permanente lo que en [sic] provoca el sufrimiento [,] es el pensar que una persona externa a nosotros mismos pueda llenar el vacío en nosotros mismos. Es imposible amar y que nos amen si antes no hemos aprendido a concocernos y puesto en acción amarnos a nosotros mismos"

He encontrado ideas que no están nada mal en el budismo, pero también muchas simplezas por parte de los budistas poco preparados. La impermanencia no lo explica todo, especialmente cuando el engaño que ha sufrido una pobre criatura añade detalles de gran crueldad y de mentira traicionera. El comentario se comenta solo, aún admitiendo que hay algo de razón es las palabras, puesto que es cierto que en el engaño ─como ocurre con todos los timos o fraudes─ colaboramos no ya con nuestra ingenuidad sino incluso con nuestra ambición y falsas creencias.

***

Después de la manipulación de la imagen pública de figuras como Evita o Diana de Gales, después de haber visto la transformación de Kate Middleton con sombreros que lleva de maravilla y tan bien como si fuera una actriz de Hollywood de los años 40, cualquier cosa puede ser interpretada hasta el vértigo.

Bob Eckstein 
"¿Qué preferirías, ser atacado por un pato grande como un caballo o por 50 caballos pequeños como patos?"

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