No es que una servidora esté por el cupo feminista ni por la discriminación positiva, pero de vez en cuando mi sensibilidad como mujer se ve irritada por estos gestos de mamachichismo y machismo inveterado en nuestro país. Como estuve un año en la Autónoma, podía ver las salidas y las entradas en la Facultad de Ciencias de la Información e intuitivamente, sin datos en la mano, puedo afirmar que había muchas chicas. Como también las había más que por mayoría absoluta, en Filología, donde en el primer curso había tres chicos y todo lo demás hasta 400 éramos mujeres. Y sin embargo porque somos más torpes o más humildes resulta que los puestos relevantes, las grandes firmas, las principales columnas de los diarios y casi todos los cargos directivos y ejecutivos son abrumadoramente capitalizados por los hombres. Escritores con Sebago.
Con este pequeño comentario tal vez lo único que trasmitiré será mi grado de ignición, casi ya al rojo blanco, respecto a estos temas y otros, pero aunque mi voz se quede como un gallito aislado en el estruendoso y sobrecogedor fragor de las masas y de las voces cantantes de las cumbres olímpicas de las buenas y las malas letras, no puedo dejar de protestar. También es posible que con mi post a lo bonzo lo único que consiga es el desagrado de todos, a tirios y a troyanos, por alejarme de las reglas del juego que otros han aceptado o con las que juegan sea correctamente o con trampas. Digamos que no vivo bajo la presión del éxito.
Incluyo en la cabecera una imagen de mi tuit a Francesc Moreno, que no le mereció respuesta alguna o que no advirtió. En mi respuesta está @zele1774, porque en realidad esa cuenta había emitido un retuit con el tuit de Francesc Moreno, y no voy a retocar la imagen. También pudiera ser, mis conocimientos en estas estrategias no alcanzan, que @zele1774 retirara su retuit ante mi comentario, para que el editor no la supiera mezclada con una cuenta tan díscola o irreverente e irreductible. En Twitter nunca se sabe. Nunca.
Incluyo en la cabecera una imagen de mi tuit a Francesc Moreno, que no le mereció respuesta alguna o que no advirtió. En mi respuesta está @zele1774, porque en realidad esa cuenta había emitido un retuit con el tuit de Francesc Moreno, y no voy a retocar la imagen. También pudiera ser, mis conocimientos en estas estrategias no alcanzan, que @zele1774 retirara su retuit ante mi comentario, para que el editor no la supiera mezclada con una cuenta tan díscola o irreverente e irreductible. En Twitter nunca se sabe. Nunca.
Cortinilla previa a la apertura de Crônica global mañana
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